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IGNACIO S. ACEDO
Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 21 de diciembre 2021, 01:00
Todos los esfuerzos de Manolo y Juani, los padres del gran campeón, se ven reflejados en cada una de las medallas que se ha traído Adrián Santana del Mundial de Natación Adaptada VIRTUS para personas con discapacidad intelectual que se celebró recientemente en Francia y en el que el deportista de Agüimes se colgó la friolera de diez metales, incluyendo, además, varias marcas de España en diferentes distancias. Ellos saben mejor que nadie la carga de sacrificio que implicó preparar esta cita de máximo nivel y que obligó a una rutina sin tregua a toda la familia. «A las siete de la mañana ya estaba nadando en la piscina de Julio Navarro del Club Natación Las Palmas. Teníamos que levantarnos de noche porque vivimos en Arinaga y yo trabajo por las tardes. Después del mediodía, cuando su padre había terminado su turno laboral, hacía doble sesión física en Ingenio. Así era el día a día, de sol a sol», recuerda Juani ahora que la satisfacción es total a la vista de los resultados.
Adrián, de 26 años, representa el triunfo del tesón y la perseverancia por su indomable afán de progresar. Habitual ya con la selección española en certámenes internacionales, con dos mundiales en su historial (México y Australia) y otros tantos campeonatos de Europa, mantiene la ilusión y entusiasmo del principiante para no bajar la exigencia. El motor de superarse es el que le lleva a disfrutar de una amplia colección de logros y a los que ahora añade la cosecha de su última hazaña en el agua.
«A nivel individual, se llevó el oro en 200 y 400 metros estilos, también en 200 braza, plata en 50 metros braza, batió varios récords de España... Luego, por equipos, los relevos... Fueron tantas medallas que uno hasta se pierde tratando de enumerarlas todas», reconoce Juani, «muy orgullosa» de que Adrián siga siendo noticia por sus excelentes prestaciones y con la dificultad añadida de hacerlo con competencia de los cinco continentes.
Lejos de caer en la complacencia, Adrián ya tiene en mente el Europeo que se celebrará en Polonia en 2022, lo que le obliga a mantener su régimen de entrenamiento. «Descansará un poco, pero en nada volveremos a lo de siempre. Es su pasión, lo que más le gusta y hacemos lo que haga falta para ayudarle», insiste su madre.
Miembro del Club Natación Las Palmas cuando toca nadar en natación adaptada y con el Club Natación Jescagua de Ingenio en normalizada, Adrián se sostiene entre los mejores pese a que la pandemia pasó tijera con las subvenciones y patrocinios. Actualmente dispone de ayudas del Cabildo de Gran Canaria, la Dirección General de Deportes y el ayuntamiento de Agüimes. «Menos es nada y lo agredecemos, pero se ha bajado la cuantía y casi nunca alcanzan para cubrir todos los gastos que implica la vida que tiene que llevar como deportista de elite», pondera Juani. Pero, al margen del aspecto pecuniario, todo lo compensa la sonrisa inmensa del nadador y la manera con la que acaricia y lustra sus medallas. Llegó hace unos días de Francia pero sigue en la nube de saborear unos resultados fabulosos y que le proyectan con especial fuerza para lo que viene. Los que le conocen no albergan dudas de que, en cuanto vuelva a competir, aumentará la vitrina que tiene en casa porque seguirá subiendo al podio que siempre ha sucedido.
Por lo pronto, el paréntesis navideño se va a vivir con enorme felicidad en Adrián y su entorno por haber puesto un colofón de lujo a 2021, el año que ya se va y que deja un reguero de distinciones y reconocimientos a la recorrido de un grancanario que, sin que asuma la importancia que comporta lo que hace, no para de engrandecer el nombre de su tierra.
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