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IGNACIO S. ACEDO
Las Palmas de Gran Canaria
Lunes, 16 de agosto 2021, 01:00
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Fue el pasado 2 de mayo en la Copa BMW disputada en Estoril. El piloto grancanario Abián Santana, que estrenaba moto y partía como uno de los favoritos para alzarse con el triunfo, sufría una caída fatal, por un fallo en el control de tracción de la rueda trasera. En ese momento iba primero en una carrera que ya dominaba en la tercera vuelta. Pero al afrontar una curva, en apariencia sin complicaciones, se fue al suelo al quedar bloqueada la rueda. Además de los cuantiosos daños materiales en la montura, Abián quedó con la pierna derecha destrozada: fractura de tibia y peroné. El casco y las otras protecciones que llevaba evitaron males mayores a una lesión ya de por sí severa y que rompió en dos toda su planificación competitiva para esta temporada.
Más de tres meses después del accidente, Abián comienza a ver la luz. Pese a que su carácter inconformista todavía le genera alguna frustración por lo ocurrido («decir adiós a las carreras este año de esa manera duele muchísimo»), los progresos en su larga convalecencia y su paulatina vuelta a la normalidad, dentro de las precauciones que debe tomar, le animan e impulsan.
«El traumatólogo me dice que me lo tengo que tomar todo con calma porque la fractura fue fea. Incluso la rotura del peroné también resultó complicada. Todavía estoy fastidiado porque no termino de acostumbrarme a la distinta altura de cada pierna y, en la última placa se aprecia que el tornillo está haciendo su función y no puedo excederme a la hora de hacer actividad física», relata.
El piloto de Ingenio sí ha podido coger la moto para trayectos cortos («por la calle y de vez en cuando»), además de hacer bicicleta estática y algo de gimnasio. Pasos adelante con el fin de dejar atrás una etapa en la que, confiesa, lo ha pasado «realmente mal». Otro avance, las visitas a la cámara hiperbárica, que le han permitido bajar la inflamación de la zona afectada y eliminar el hematoma.
«De todo se aprende. Por ser como soy, todavía pensaba en estar en la última carrera de 2021... Pero debo privilegiar mi recuperación total y en eso estoy. Ya habrá tiempo de pensar en volver a las pruebas. Ahora lo importante es que la pierna quede bien», insiste.
Abián quiere mostrar su agradecimiento a las personas que, en estas semanas de alta exigencia emocional, han estado cerca de él: «Mi padre se ha encargado del negocio y, desde que me encontré con la pierna colgando en Portugal, no se ha separado de mí. Mi pareja también ha estado siempre a mi lado. Y quiero hacer una mención muy especial al doctor Antonio Hernández del hospital San Roque-Meloneras, que más que una operación, lo que me hizo fue una obra de arte».
Aunque le queda por delante un arduo trabajo físico y mental para tener las sensaciones que desea, Abián, luchador por naturaleza, se congratula de que «lo peor ya ha pasado» y no duda en asegurar que volverá al asfalto por mucho que ahora sea imposible fijar una fecha: «Correr en la moto es lo que me permite cumplir mis sueños y no pienso renunciar a ello. Ya dije antes que este tipo de experiencias tienes que tomártelas de la mejor manera para poder crecer y tirar para adelante y así es como la estoy afrontando, sabiendo que terminaré venciendo todos los obstáculos que se me han presentado».
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