Viaje onírico al pensamiento de César
César Manrique se codeó de tú a tú con lo más granado de la vanguardia artística internacional de su tiempo. Pero el artista lanzaroteño más universal, del que este año se celebra el centenario de su nacimiento, también fue un artista a pie de calle, que mantuvo y fomentó el contacto directo con la ciudadanía, a la que intentaba concienciar sobre la defensa del medio ambiente, entre otras cuestiones. Esta noche, desde las 21.00 horas, ese espíritu artístico y crítico que lo convirtió en un icono revive entre La espiral del viento de Martín Chirino de la calle Mayor de Triana y la plaza de Stagno, en la trasera del teatro Pérez Galdós, gracias al pasacalles itinerante Timanfaya, el sueño de Manrique, que dirige Israel Reyes y que incluye la participación de 66 artistas.
«Es un viaje onírico al pensamiento de César», apunta el actor Víctor Formoso, que da vida al personaje de El diablo de Timanfaya, el único que se dirige con palabras al público durante este montaje, que forma parte de la programación de la 23ª edición del Festival de Teatro, Música y Danza, Temudas.
«Soy el único que habla en la obra, con unas reflexiones que llevan al espectador a entrar en la cabeza y en el pensamiento de Manrique. César puede seguir cambiando el mundo, aunque esté muerte», añade desde la admiración el actor grancanario.
Israel Reyes, director y creador de este espectáculo de calle, añade que esas palabras, que cobran vida con el personaje ficticio de El diablo de Timanfaya, son «todos textos extraídos» de distintas intervenciones públicas, reflexiones y poesías del artista conejero, recopiladas con la colaboración de la Fundación César Manrique, que encargó a este montaje Clapso Producciones.
«La Fundación nos propuso acercar la obra de César a las familias. Para eso hemos hecho un espectáculo transversal. En este caso, intervienen 66 artistas», avanza Reyes.
Timanfaya, el sueño de Manrique se divide en cinco partes y se inspira, desvela su creador, «en los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego».
Así, se ha erigido un «viaje sensorial», en el que prima el respeto por el medio ambiente, «la armonía y el valor del artista», apunta su creador.
El montaje recorre Triana con la forma tradicional de un pasacalles. Cuando llega a la plaza de Stagno, en la trasera del Pérez Galdós, el espectador se encontrará con un escenario, donde, entre otras sorpresas, cobra protagonismo el bailarín y acróbata isleño Saulo Sarmiento.
«Cuando Israel me propuso participar en la parte aérea le dije que sí. Se ha creado una infraestructura muy grande para poder volar. Tengo muchas ganas de ver mi ciudad desde las alturas», subraya Sarmiento.
La capital grancanaria y el Temudas suponen la segunda parada de Timanfaya, el sueño de Manrique. «Se estrenó el pasado 22 de febrero, durante el carnaval de Arrecife. Funcionó muy bien. Lo hicimos en la calle Real y acabó en El Almacén, el espacio cultural creado por el propio César Manrique», recuerda Israel Reyes sobre un proyecto desarrollado, asegura, con «sensibilidad y respeto» hacia la figura y el legado del autor de los Jameos del Agua.
Una de las peculiaridades de esta apuesta escénica de calle es que está diseñada para que en cada una de sus palabras se desarrolle con artistas de la localidad que lo recibe, que durante el recorrido dan vida a los manriqueños juguetes del viento, a sus pinturas matéricas, a sus peces, a las banderas del cosmos y a sus reflexiones sobre la defensa del paisaje.