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El mundo del futuro se proyecta en el presente. El desafío de los espacios comunitarios, centros de gravedad de una agenda global que afronta retos como la sostenibilidad o la población en tránsito, será de nuevo puesto en perspectiva en la Bienal de Venecia, exposición internacional de arquitectura que tiene este año a cuatro jóvenes arquitectos canarios como responsables del pabellón español.
Domingo J. González, Sofía Piñero, Andrzej Gwizdala y Fernando Herrera ejercen de curadores de las 34 propuestas que España presenta en la prestigiosa muestra italiana, un trabajo de selección que estos cuatro jóvenes isleños han realizado con una premisa clara. «El futuro será juntos o no será», como asegura ya desde Italia Piñero.
'Uncertainty' ('Incertidumbre') es el nombre del espacio expositivo que España tendrá en Venecia. Piñero, Gwizdala, González y Herrera se convirtieron en los curadores de la muestra gracias a imponerse en el Concurso de Proyectos para el Comisariado y el Diseño Expositivo del Pabellón de España, convocado por el Ministerio de Fomento.
Los cuatro comparten generación, nacieron todos en 1988 en Santa Cruz de Tenerife, salvo el caso de Gwizdala que lo hizo en Cracovia aunque reside y trabaja en Canarias. González, Piñero y Herrera se licenciaron como arquitectos en Las Palmas de Gran Canaria y pese a su juventud cuentan de un extraordinario currículo académico y profesional.
'Incertidumbre' es la respuesta inconclusa a la pregunta propuesta por Hashim Sarkis, comisario de la Bienal: ¿Cómo viviremos juntos? La duda es previa a la pandemia pero en su enunciado parece anticipar las necesidades sobre las que se trata de articular el discurso de la reconstrucción global.
Así lo entiende los curadores españoles. «Si cuando comenzamos a trabajar en este pabellón ya lo hacíamos moviéndonos sobre esas dudas la aparición del virus nos ha venido a reafirmar las cosas que nos planeábamos. Y no solo en cuestión de la enfermedad. Una de las propuestas que presentamos en la muestra se llama 'Mobiliario para la integridad', que tiene mucha relación con los movimientos migratorios. Y ya sabemos el impacto social que ese tema está teniendo en estos momentos», afirma Piñero.
Esa misma forma de enfocar la proyección de las ideas concertadas en el pabellón español da luz al punto de vista de Gwizdala. «Ante la cuestión de Sarkis nacen muchas más preguntas que respuestas, porque muchas de estas se han ido quedando obsoletas. Y serán los propios ciudadanos los que vayan resolviendo todas estas dudas porque nuestro papel en esto se limita a ser custodios del diálogo social», refiere.
Es urgente plantear estas cuestiones tan repetidas dentro de la agenda global aunque en muchos casos siguen a mucha distancia de una concreción real en la ejecución de políticas y planteamientos. «Con muchos de los profesionales con los que hemos estado trabajando en este proyecto estos aspectos ya están siendo tratados lo que ahora hacemos es ponerlos más bajo el foco. Se trata de abordar la necesidad de convivir, aunque sea algo que parece muy obvio», indica Domingo J. González.
'Uncertainty' se nutre de muchas perspectivas. No es solo arquitectura, es una suma de capas y disciplinas que se pulen en común para articular un discurso. «Nos hemos querido claramente alejar del objeto, de la edificación. De esa imagen icónica que se construye. Por eso hemos seleccionado perfiles interdisciplinares que se conforman desde poetas, músicos, diseñadores de mobiliaria... siempre buscando una arquitectura diferente a la preconcebida», argumenta Fernando Herrera.
La labor de prospección desarrollada por estos cuatro arquitectos isleños ha sido un reto salvaje. Por sus centro de operaciones desfilaron 466 propuestas, que una vez destiladas se quedaron en 82 en una fase preliminar para acabar siendo acotadas a las 34 finales. «Este proceso nos ha abierto los ojos a cosas que jamás se nos hubieran ocurrido», resalta Sofía Piñero, a la que sus compañeros secundan exponiendo el enorme «aprendizaje» que este desarrollo profesional ha supuesto para ellos.
El testimonio del equipo curatorial español se sitúa en su marco generacional, atendiendo las necesidades del futuro que no dejan ser las del presente. «Potenciar las propuestas que hablan de los espacios de convivencia» es una de las bases fundamentales del trabajo asentado en Venecia.
Preguntándose si la incertidumbre es su única certeza diseñan un modelo de pabellón que huye de las formas de la arquitectura tradicional y pretende fusionar de una forma definitiva las fronteras que todavía discriminan entre arquitectura y arte, para ellos algo más que vasos comunicantes y un camino en el que «terminar de convivir. Porque el arte se está representando en lo que hacemos, como una disciplina de las abstracción que no sigue las normas marcadas».
Ese terreno se espacia en los 34 proyectos seleccionados y que formarán parte de un universo con inagotables fuentes de información sobre las que articular la proyección de una arquitectura con impacto social. Volviendo sobre los pasos originales, entendiendo que «la pandemia es generadora de nuevas oportunidades», como refiere Gwizdala.
El propio creador nacido en Polonia exhibe en su mirada panorámica una vocación que comparte la filosofía de los curadores y de los artistas participantes en la idea colectiva. «Nos interesa habitar esa incertidumbre, como nos ocurre siempre a los arquitectos, sin miedo alguno a la hoja en blanco», subraya.
La lista de expertos está integrada por Atxu Amann, Manuel Blanco, Belén Butragueño, Marta García, Jorge Gorostiza, Mario Hidrobo, Francisco Leiva, María Isabel Navarro, N'Undo, Gonzalo Pardo, Sergio Pardo, Javier Francisco Raposo, Mariasun Salgado, Pedro Torrijos y los profesores de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Manuel Feo, Juan Manuel Palerm y Ángeles Ruiz.
Explican los miembros del equipo curatorial nacional que la presencia de las islas es notable en el pabellón español de la Bienal de Venecia. «Esos elementos tan clásicos de la ultraperiferia están muy presentes en lo que hemos incluido en el pabellón. En ese sentido hemos trabajado mucho con arquitectos canarios y eso está muy visible en el montaje expositivo», expresa.
Influencias relevantes en el proyecto expositivo que se deben, por ejemplo, a David Reyes, de Tacoronte y presente en la nómina de colaboradores. «Para nosotros es una referencia muy importante, nos ha ayudado mucho y lo consideramos como el quinto miembro de este colectivo curatorial», indican.
'Uncertainty' ('Incertidumbre') vivió este viernes su día grande, su puesta de largo como representación española en la exposición internacional de arquitectura más relevante de Italia y, en una extensión que nadie discute, en una de las más importantes del mundo. Una concentración de talento que tiene su origen en el la creatividad de cuatro jóvenes isleños.
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