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Un canto a la diversidad

Un canto a la diversidad

Los multicines Monopol abrieron sus puertas en la capital grancanaria tal día como este martes hace 20 años. Desde su puesta en marcha, este enclave se ha convertido en un canto a la diversidad, gracias a una apuesta en la que convive el cine hollywoodiense con una apuesta decidida por las producciones independientes nacionales e internacionales.

Victoriano Suárez Álamo y / Las Palmas de Gran Canria

Martes, 20 de febrero 2018, 09:00

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The Florida Project, una de las más celebradas películas independientes norteamericanas de la temporada, que dirige Sean Baker. Desde el próximo 3 de marzo, la israelí Foxtrot, de Samuel Maoz, Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes. El Autor, de Manuel Martín Cuenca, La librería, de Isabel Coixet, y el documental Muchos hijos, un mono y un castillo, de Guillermo Salmerón, que triunfaron en la gala de los premios Goya, que se celebró a comienzos de mes en Madrid. Estas cinco producciones, ajenas al cine más comercial y de los grandes estudios hollywoodienses, llegan a los espectadores isleños gracias a los Multicines Monopol, enclave cultural que este martes cumple sus primeros 20 años.

La diversidad tiene su lugar en la capital grancanaria en los multicines, que Francisco Melo Sansó puso en marcha en 1998. Por eso, distribuidoras españolas como Caramel, Karma, Vértigo, Golem y Wanda, entre otras, que apuestan por ese otro cine, tienen como uno de sus clientes de referencia a los Monopol.

Una circunstancia que permite que los espectadores isleños puedan disfrutar cada temporada de una amplia selección de las películas más destacadas y galardonadas en los principales festivales internacionales.

Sin los Monopol, sería imposible ver proyectados en pantalla grande coincidiendo con su estreno comercial en España, los filmes que cada año se hacen con la Palma de Oro de Cannes, el Oso de Oro de la Berlinale, el León de Oro veneciano o la Concha de Oro de San Sebastián.

La conexión con el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria también es capital. Fue su sede en las primeras ediciones y tras un paréntesis de varios años, el regreso del festival al Monopol supuso la definitiva consolidación de este evento municipal entre la ciudadanía.

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