Lo que el público no advierte tras el escenario
'El tiempo entre costuras' descubre la gran maquinaria que opera con precisión entre bastidores a su paso por el Cuyás desde este jueves
Francesc Zanetti
Las Palmas de Gran Canaria.
Jueves, 7 de diciembre 2023, 01:00
La notable infraestructura escénica y artística que contempla un musical como 'El tiempo entre costuras' justifica la numerosa participación de las 80 personas que exige mover una superproducción de tal envergadura. El citado espectáculo, que inicia desde este jueves y hasta el 10 de diciembre su gira en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria con seis funciones para luego presentarse en Fuerteventura y Tenerife, desplaza a unas 80 personas, entre las que se incluyen el propio elenco y músicos, 'staff', técnicos y miembros de diferentes departamentos de producción, para hacer realidad sobre su escenario la peripecia vital de la modista Sira Quiroga, la protagonista de la célebre novela homónima de la autora María Dueñas, cuya historia también fue adaptada a la pequeña pantalla hace unos años.
A la veintena de actores y actrices que se hospedarán en dos hoteles de la ciudad en la zona de Las Canteras y Triana, se suman los siete músicos que tocan en directo, así como personal de peluquería, maquillaje y vestuario, que consiguen que detrás del escenario el engranaje de esta producción funcione como una perfecta y cuidada maquinaria de relojería.
Sobre las tablas de cualquier teatro todo es posible, porque el mundo entero es un escenario, como dijo Shakespeare. Trasladarse de Madrid a Tánger o Lisboa en cuestión de segundos también lo es a través de todos los elementos de la escenografía que ha diseñado Ricardo Sánchez Cuerda para esta exitosa obra de dos horas y media de duración que produce Beon Entertainment (empresa española que ha llevado a escena otros grandes éxitos como 'El médico', 'La historia interminable', 'Forever Van Gogh', 'Antoine' o '¿Quién mató a Sherlock Holmes?') y la única que está propiciando en España este tipo de proyectos con una inversión media por espectáculo de tres millones de euros.
La mencionada productora trasladará en barco a Canarias tres tráilers en los que introducirá las 60 toneladas de material, entre otros, elementos y utilería escenográfica, así como los 'flightcase' de las 300 prendas que integran el vestuario que han confeccionado para la ocasión Lorenzo Caprile y la canaria Marietta Calderón.
Puesta en escena
También las estructuras móviles con las que se construye la funcional escenografía de Cuerda que se deslizará por el escenario del Cuyás dejando su parte central liberada, propiciando elegantes entradas y salidas de actores y actrices desde diferentes ángulos, dando sensación de profundidad y continuos cambios de escenas. Nada en la puesta en escena de este musical es casual y, aunque haya elementos que tengan mayor o menor relevancia, cada uno de ellos es parte fundamental de la ilusión que genera en el público.
El 90% de las prendas del vestuario de 'El tiempo entre costuras' son vintage a las que se les ha realizado algún añadido o retoque suprimiendo botonería, consiguiendo con ello su adaptabilidad a los rápidos cambios de vestuario que se producen en el transcurso del montaje. «No me gusta emplear el velcro porque se escucha al separarlo y te puede jugar una mala pasada, ya que los actores y actrices están microfonados. Todas las camisas de hombre tienen corchetes y los vestidos llevan cremalleras desde el cuello hasta el glúteo, para facilitar los cambios lo más rápido posible», advierte Caprile.
Para ello, cada actor cuenta con un baúl en la chácena del teatro con todas sus prendas. «Son muy, muy importantes en esta obra los complementos, desde los abrigos a tocados, pasando por guantes, collares, cinturones, bolsos... El 95 por ciento de los tocados que utilizamos en el musical son originales, son auténticos y son el fruto de un trabajo de búsqueda importante», señala Marietta Calderón, directora de vestuario de 'El tiempo entre costuras'.
Cambios de vestuario
Los actores llegan a realizar trece cambios de vestuario que se llevan a cabo en menos de veinte segundos. Hay que mencionar que este montaje cuenta con el Premio Talía al mejor vestuario otorgado por la Academia de las Artes Escénicas de España al trabajo realizado por ambos.
«Sira Quiroga, la protagonista que está en escena todo el tiempo, afronta cambios de vestuario en los que parece que haya participado David Copperfield para realizarlos por arte de magia», añade Calderón. La actriz que durante la gira encarna a Quiroga, Alba Cuartero, está en escena dos horas y veinte minutos de las dos horas y media que dura la función. Los diez minutos restantes son para efectuar todos los cambios que se producen con los quince trajes que luce, todos ellos diseñados por Caprile, quien se hizo cargo de los primeros trajes que doña Letizia se enfundó siendo princesa o del traje de novia de Cristina de Borbón. En la película 'El Lobo de Wall Street' de Martin Scorsese, la actriz Margot Robbie, quien interpretaba a la mujer de Leonardo DiCaprio, llevó un vestido nupcial que confeccionó Caprile, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2018.
Por ello, junto a la exactitud y la rapidez, el orden debe imperar tras la caja escénica. Prendas como los esmóquines, abrigos largos, elegantes vestidos y algunas prendas clave en la obra como el corsé de pistolas de Sira, se ordenan minuciosamente después de cada función en el trascenio, en donde aguardan hasta el siguiente pase. Tanto el elenco artístico como el equipo de caracterización y técnicos, es convocado dos horas antes de cada función en el teatro, para iniciar en los camerinos el rutinario ejercicio de puesta a punto que repite cada uno de los actores como una ceremonia día tras día.
52 pelucas
Un buen vestuario debe ir acompañado de un accesorio imprescindible: el pelo. El peinado típico de la época, especialmente el de las mujeres, con recogidos, ondas y rulos, adorna las cabezas de las actrices. Para ello esta producción cuenta con un total de 52 pelucas, de las cuales entran en escena 40.
«Se han empleado entre 40 y 60 horas en confeccionarlas y antes de cada función se retocan, se lavan y se les hacen arreglos», explica Aarón Domínguez, jefe y director de caracterización y peluquería de 'El tiempo entre costuras', que trabajó con otras cuatro personas en el proceso de realización de las mismas. Para otorgarles más realismo, añade que se componen de pelo real, exportado de Asia y Europa.