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El bajista norteamericano Marcus Miller toca con su banda este martes en el Teatro Cuyás. THIERRY DUBUC
«El racismo es más evidente que nunca en Estados Unidos»
Marcus Miller

«El racismo es más evidente que nunca en Estados Unidos»

entrevista al bajista marcus miller ·

El legendario músico toca este martes , a partir de las 20.30 horas, en el Teatro Cuyás, dentro del Festival Internacional Canarias Jazz & Más.

Victoriano Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 12 de julio 2022, 01:00

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El legendario bajista norteamericano Marcus Miller toca esta noche, a partir de las 20.30 horas, en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria, dentro del Festival Internacional Canarias Jazz & Más. Sobre el escenario estará acompañado por Julian Pollack (teclados), Anwar Marshall (batería), Donald Hayes (saxo) y Russell Gunn (trompeta). Sus dos últimos álbumes, algunos de sus clásicos, piezas que abordó junto al mítico Miles Davies y algunas canciones de su próximo disco conforman el repertorio que abordará en una velada para la que se han agotado todas las entradas.

-¿Qué le inspiró el álbum 'Laid Black' (2018)?

-Para mi disco anterior, 'Afrodeezia, hice un viaje al pasado. El viaje de mis ancestros desde África, pasando por el Caribe, hasta los Estados Unidos. Por eso sentí que tenía sentido que mi próximo álbum, 'Laid Black', reflejara el presente. En 'Afrodeezia' encontrará elementos de la música 'highlife' de África occidental, del Norte con la música africana Gnawa, música calipso del Caribe, música de Nueva Orleans y finalmente el norte de Estados Unidos, que suena como la Motown. En 'Laid Black' usé trap, hiphop r&b y elementos del Evangelio. Siento que 'Afrodeezia' y 'Laid Black' van a la par. Mirando hacia atrás para apreciar el viaje y luego celebrar donde estamos ahora.

«Disfruto tanto de tocar en el escenario como en el estudio de grabación»

-¿Le queda mucho por explorar?

-Siempre hay más para explorar. Siempre me emociona componer. Miro al mundo y reacciono a lo que veo. Están sucediendo muchas cosas en este momento, por lo que hay mucha música nueva por escribir.

-¿Cree que lo conoce ya todo del bajo o aún cuando lo toca o ensaya le sorprende con nuevos descubrimientos?

-Sí, al igual que la composición, siempre hay cosas nuevas. Además, hay mucha alegría en redescubrir cosas de hace años y usarlas de una manera diferente y más moderna. Siempre estoy encontrando cosas nuevas o nuevas formas de usar las cosas viejas.

-¿Qué le aconsejaría a los jóvenes que están formándose como bajistas para tener una larga y fructífera carrera como bajistas?

-No hay una manera concreta. A mí me ayudó tener un conocimiento sólido de los aspectos técnicos de la música, así como una buena sensación de sonido natural. Porque tengo conocimiento de la teoría musical, cómo leer y escribir música. Eso hace que no me encuentre en situaciones en las que no puedo hacer el trabajo. Además, normalmente encuentro una manera de localizar un buen ritmo natural para una canción. Eso es muy importante. Toqué en muchas situaciones diferentes cuando comencé en Nueva York: funk, jazz, fusión, latina, africana, brasileña, reggae, teatral. Y jugué con auténticos músicos de cada estilo, así que aprendí diferentes formas de hacer 'groove'. Eso me ayudó en mi carrera porque puedo sacar provecho de muchas experiencias diferentes. Tener un buen sonido siempre es importante. Un sonido que puede apoyar a la banda.

-¿Qué recuerdos tiene de la grabación de 'Tutu', con Miles Davis?

-Recuerdo que no lo había visto en mucho tiempo. Estuve en su banda durante un año y medio. Luego la dejé para concentrarme en escribir y producir música. Volví a Miles como escritor y productor dos años más tarde, así que fue agradable verlo. Cuando yo estaba en su banda, su salud había comenzado a deteriorarse pero estaba mucho mejor de salud cuando regresé. Recuerdo todas las historias que contaba mientras trabajábamos en el estudio con 'Tutu'. Historias sobre los días del jazz de la década de 1940. Ese fue un momento especial para él. Era joven y estaba emocionado cuando comenzó a tocar y a pasar el rato con sus héroes Charlie Parker y Dizzy Gillespie. Las sesiones de grabación duraban a veces mucho tiempo porque cada vez que Miles contaba una historia, yo quería escuchar la historia completa, incluso si estábamos trabajando en una canción.

-¿Qué destacaría de Miles Davis, como persona y como músico?

-Como persona, Miles era complicado. Había belleza y oscuridad. Fui lo suficientemente afortunado para conocerlo en una época en la que había mucha más belleza que oscuridad. Como músico tenía una forma mágica de tocar la música que era compleja y difícil de hacer. Lograba sonar simple para que todos los que lo escucharan pudieran disfrutarla. Eso no es fácil de hacer. Miles atrajo a millones de personas, todos los que tenían diferentes niveles de comprensión pero a todos les encantaba su música.

-¿Dónde disfruta usted más, en el estudio de grabación o sobre el escenario?

-Disfruto de ambos. Creo que si te quedas en el estudio demasiado tiempo, puedes perder la materia prima, el sentimiento enérgico de la música. Pero si solo tocas en vivo, hay muchas sutilezas que te puedes perder, cosas que solo notas cuando estás en el estudio y puedes volver a escuchar lo que tocaste. Te permite escuchar las cosas de forma clara.

-¿Cómo pasó el confinamiento por la pandemia? ¿Fue capaz de componer nuevos temas durante ese periodo o no consiguió abstraerse para poder hacerlo?

-Escribí música para una película y para televisión durante la pandemia. También aproveché el tiempo para reflexionar y reunir inspiración. Estoy empezando a usar esa inspiración en la música que estoy escribiendo para mi próximo álbum.

-¿Qué referencias tiene del Festival Internacional Canarias Jazz & Más?

-He tocado en las Islas Canarias dos veces antes y cada vez lo pasé muy bien. Yo creo que la última vez que estuve tocamos la música del álbum 'Tutu' de Miles Davis, 'Revisitado'. Eso fue alrededor de 2010. Así que ha pasado mucho tiempo.

-¿Cómo vive la situación política y social de su país, sobre todo a raíz de los casos de racismo policial, los tiroteos y la libre compra de armas, y la sentencia del Supremo sobre el aborto?

- Estamos en un momento muy explosivo. Creo que empezó cuando el presidente Obama estaba electo. Había gente en los Estados Unidos y en todo el mundo que celebró aquel logro: un hombre afroamericano elegido para ser presidente en un país donde los afroamericanos eran esclavos apenas tres generaciones antes. Pero también hubo mucho resentimiento. Gente que sentía que su país estaba cambiando y no les gustaba. Creo que la elección de Donald Trump representó la voz de esa gente descontenta. El racismo es más evidente que nunca. Siempre ha existido pero las cámaras de los teléfonos móviles e internet han expuesto esta situación ante todo el mundo. Y exponer el racismo, publicar vídeos en internet, etcétera se ha vuelto muy negativo, porque los racistas ahora se dan cuenta de que no están solos y se han vuelto más audaces. Y no solo son audaces en términos de raza. Los derechos de la mujer al aborto también están retrocediendo. Se cuestiona la forma en la que Estados Unidos se relaciona con el resto del mundo. Tenemos que mirar al pasado y aprender las lecciones. ¿Qué sucede cuando la policía brutaliza a las minorías? ¿Qué sucede cuando el aborto se vuelve ilegal? ¿Qué pasa cuando el presidente fomenta la violencia? ¿Qué sucede cuando Estados Unidos ignora lo que está pasando en el resto del mundo? La historia tiene las respuestas a todas estas preguntas. Solo tenemos que esperar que nuestros nuevos líderes tengan interés en estudiarlo.

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