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La poesía de Benedetti reúne a Sabina, Serrat, Rozalén e Ismael Serrano

La poesía de Benedetti reúne a Sabina, Serrat, Rozalén e Ismael Serrano

«Mario fue un poeta que venía con la música puesta de fábrica», asegura el cantautor catalán, que ha preparado su antología poética

Iker Cortés

Madrid

Lunes, 14 de septiembre 2020, 20:57

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Dejó por escrito Mario Benedetti: «Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad». Este lunes, la sede madrileña del Instituto Cervantes estaba repleta de músicos y escritores, con la pertinente mascarilla -no robó ni un ápice de emoción al acto-, que, como él, han cultivado sus sueños hasta convertirlos en realidad.

Rozalén, Ismael Serrano, Juan Cruz, Chus Visor, Joaquín Sabina, Elvira Sastre, Vanesa Martín, Marwan, Benjamin Prado y Joan Manuel Serrat, entre otros, pusieron voz a algunos de los grandes versos que el poeta uruguayo rubricó en vida, en un homenaje con motivo del centenario de su nacimiento, el 14 de septiembre de 1920, que dio comienzo con la presentación de 'Mario Benedetti. Antología poética' (Alfaguara), un libro publicado el pasado jueves cuyos versos ha seleccionado y prologado el propio Serrat.

Contó el cantautor catalán que fue el periodista Juan Cruz quien le metió «en todo este lío». «Yo nunca había entrado en una propuesta así y no conocía las dificultades que entrañaba», se explicó después. Tras leer las cerca de 2.000 páginas de poesía que había dejado escritas el poeta uruguayo, vio claro que la única estructura posible para el volumen era la cronológica y no la temática, como en su momento le había sugerido la editorial. «La solución temática no daba la dimensión de lo que le está ocurriendo al poeta. Solo siguiendo el relato biográfico y el histórico puedes entenderlo. Benedetti era un poeta de lo cotidiano y todo lo que él hacía era un relato de su tiempo», explicó.

Lo cierto es que pocos autores tan versados para hablar de Benedetti como su gran amigo Serrat. A principios de los ochenta al cantautor, que hacía más de una década había llevado a poetas como Antonio Machado o Miguel Hernández a la canción, se le ocurrió que podía hacer algo similar con un poeta vivo y Benedetti le entusiasmaba. «Establecimos una relación y nos fuimos entendiendo muy bien. A mí siempre me había unido con él esa cotidianidad. No era un hombre que buscara relumbrón, ni la tribuna, pero lo consiguió gracias a las canciones», afirmó de quien ha acabado siendo uno de los poetas más musicalizados.

En 1985 unieron fuerzas para desarrollar 'El sur también existe', donde fundamentalmente se musicaba la poesía del autor uruguayo. Fue el inicio de una amistad que solo truncó la muerte del escritor, en 2009. Ahora, ambos vuelven a reencontrarse en un volumen con un diálogo tan intenso y enriquecedor como lo fue entonces.

Marginación y ninguneo

 «Hubo trato de marginación y ninguneo por la cátedra -rememoraba Serrat- pero lo que no le podrán negar nunca es el acercamiento a una mayoría popular. Además, es alguien que entendió la canción como un arma donde podía contar lo que quisiera. Fue un poeta que venía cantado de fábrica, venía con la música puesta».

A juicio de Luis García Montero, poeta y director del Instituto Cervantes, la presencia de voces como la de Elvira Sastre o Rozalén, «demuestran la vigencia de Mario Benedetti y esa capacidad de emocionarnos ahora, cien años después de su nacimiento».

Montero elogió el «rigor» de la antología, y recordó que en sus ensayos, Benedetti «defendió siempre la comunidad de la lengua y la comunidad del español, respetando las particularidades de cada zona geográfica y defendiendo la riqueza de un idioma que une a millones de personas». Fue más allá: «Esa lengua común que el defendía supo convertirla en poema, hizo una obra que, más que heredera de los dioses, era la obra de las personas normales que se levantan todos los días a trabajar y que en su realidad cotidiana encuentran un lugar para la poesía». En este sentido, destacó que tiene el valor de «haber conectado con la gente y haber emocionado, algo a lo que no debe renunciar ningún artista».

Por su parte, Sabina destacó que Serrat «es tan intérprete de la gente, late tan al ritmo de las personas, como demuestran sus canciones, que ha hecho la antología que cualquier lector hubiera hecho».

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