El cine como punto de encuentro
La Casa de Colón de la capital grancanaria acoge desde el lunes y hasta el viernes la proyección de los cinco títulos que conforman la Semana de cine coreano, que organizan el Consulado y la Korea Foundation, con Vértigo.
Miguel Ángel Pérez Quintero / Las Palmas de Gran Canaria
Lunes, 26 de noviembre 2018, 11:03
Son varios los latiguillos que suelen acompañar los intentos por explicar la idiosincrasia canaria, como ese que nos define como «punto de encuentro entre Europa, América y África», o ese otro que nos alaba como «tierra de acogida de culturas de todo el mundo». Los tópicos, dentro del reduccionismo que proponen, también encierran algo de verdad. No en vano, en el caso de Canarias, es bien cierto que son muchas las culturas que, desde tiempos remotos, se han instalado en las islas y, con mayor o menor intensidad, han generado vínculos que perduran hasta nuestros días.
Una de las comunidades con mayor antigüedad en Canarias es la coreana, con más de medio siglo de presencia en las islas. En la década de los 60 del pasado siglo, el potencial que se adivinaba al Puerto de La Luz y de Las Palmas no pasó desapercibido para la potente industria pesquera de Corea, motivo por el que, en 1966, se estableció aquí la base de la Corporación Nacional del Desarrollo de Pesca de ese país. La actividad que se empezó a generar desde entonces en el puerto capitalino favoreció la llegada de un sinfín de familias coreanas, muchas de las cuales han mantenido su presencia en Canarias incluso después de que esa actividad pesquera perdiera parte de su efusividad inicial.
La presencia de la comunidad coreana ha ido generando, a lo largo del tiempo, distintas vías de encuentro con la sociedad canaria, muchas de las cuales han sido fruto de la labor del Consulado de la República de Corea en Las Palmas de Gran Canaria, con plena actividad desde el año 1974. Como más reciente ejemplo de esas gestiones del Consulado, se va a celebrar la Semana de cine coreano de Las Palmas de Gran Canaria, actividad organizada junto con Korea Foundation y con la colaboración de la Asociación de Cine Vértigo y la Casa de Colón, emblemático espacio capitalino en el que tendrán lugar las proyecciones, entre el del 26 y el 30 de noviembre de 2018.
La celebración de esta Semana de cine coreano va a suponer una ocasión única para la cinefilia local, degustadora habitual de la brillantez de cineastas del calado de Kim Ki-duk, Hong Sang-soo, Lee Chan-dong o Chan-Wook Park, por citar a unos pocos. Y decimos que es una ocasión única porque los contenidos de este evento proponen abarcar un amplio y diverso espectro de la cinematografía coreana, apostando por una amplia variedad de géneros y por nombres menos conocidos que los citados anteriormente, pero de quienes se nos ofrecen trabajos con méritos suficientes para generar interés en el público.
Los títulos. Las proyecciones, que tendrán carácter gratuito y que comenzarán a partir de las 19.00 horas, se iniciarán el día 26 de noviembre con Nameless gangster (2012). El director Yun Jong-bin volvió a recibir con esta película los parabienes del circuito de festivales, como ya ocurriera con sus anteriores trabajos, pero, además, consiguió triunfar en la taquilla coreana. Por este thriller que gira alrededor de un corrupto agente de aduanas, Yun Jong-bin recibió, entre otros premios, el de mejor guion concedido por la Asociación de críticos coreanos y el Premio de la crítica a la mejor película en el prestigioso Festival de Busan (Corea del Sur).
La segunda de las proyecciones tendrá lugar el 27 de noviembre. En esta ocasión podremos disfrutar de un potente drama de época, El encuentro fatal (Lee Jae-Gyu 2014), ambientado en el siglo XVI, durante la dinastía Joseon, e inspirada en hechos históricos. Esta obra destaca por una cuidada producción, que le llevó a recibir el Premio a la mejor dirección artística en los Grand Bell Awards, los premios cinematográficos más antiguos otorgados en Corea del Sur y que suelen ser considerados como el equivalente coreano a los Óscar.
Uno de los géneros que más espectadores lleva a las salas comerciales, la comedia romántica, será el protagonista de la siguiente proyección, el 28 de noviembre. Se trata de Mi amor, mi novia (Lim chan-sang, 2014). Tras cuatro años de relación, una pareja decide dar el salto y casarse, pero la luna de miel no dura mucho... Para encarnar a la pareja protagonista se escogió a Jo Jung-suk, un aclamado y premiado actor de cine y televisión, y a Shin Min-a, quien antes de su debut como actriz ya había alcanzado la fama en Corea por su trabajo como modelo y por participar en varios videos de G.o.d., uno de los más famosos grupos de K-Pop.
El 29 de noviembre se proyectará Duresori: La voz del este (Cho Jung-rae, 2012), un drama musical ambientado en el coro del exigente Instituto Nacional de Artes tradicionales y con el que podremos conocer expresiones musicales tremendamente populares en Corea como el Pansori, una forma de canto narrativo en el que un o una cantante encarna durante varias horas a todos los personajes de una historia.
La semana se cerrará el 30 de noviembre con El sospechoso (Won Shin-yeon, 2013), en el que se nos cuenta la historia de un antiguo agente de Corea del Norte que trabaja como conductor nocturno para un empresario de una poderosa corporación.
Para encarnar al personaje principal de esta cinta de acción se eligió a un actor muy famoso en el cine y la televisión coreana, Gong Yoo, protagonista de uno de los títulos más conocidos a nivel internacional del reciente cine coreano, Tren a Busan (2016).
Humor, acción, romance, drama y música componen el programa de esta Semana de cine coreano de Las Palmas de Gran Canaria, un evento que nace con el objetivo de tender más lazos entre las comunidades canaria y coreana y que, al mismo tiempo, aspira a convertirse en una cita de referencia dentro del panorama audiovisual canario.