Almudena Carrecedo: «En el documental, las mujeres pueden crear sin pedir permiso»

— Participa este sábado en un debate sobre el auge del cine documental. ¿Cree que este tipo de películas ya ha conseguido abrirse un espacio en el circuito cinematográfico?

— Creo que la gente se está dando cuenta de que los documentales no son de animalitos o reportajes. Que pueden ser películas que te emocionen, que te hagan sentir, pensar y vivir una experiencia, como una película. Mucha gente me dice que mi documental es como una película. Yo les digo: es que es una película. Este formato de documentales de largo recorrido ahora mismo está llegando a España con mucha fuerza. El estreno de nuestra película, en España, ha sido brutal. 25.000 espectadores fueron a las salas a ver una película documental. Ha habido experiencias anteriores, como la película de Gustavo Salmerón, pero la nuestra no es una comedia, es del franquismo. Es importante llegar al público. El hecho de que hayan ido al cine demuestra que hay ganas de ver este tipo de películas documentales. Podemos hablar de auge en el cine documental. Para nosotras era importante que la película pudiera llegar a los cines y a este público amplio y que pudiera generar una conversación cultural y política de los temas que tratamos. Es importante aplicar las herramientas del cine; la emoción, la empatía y la poesía en las películas documentales de largo recorrido, para hacer al espectador partícipe de una experiencia. Un documental no solo debe portar información periodística o un reportaje, es importante para un formato rápido, pero buscábamos otra experiencia: que fuera como una novela.

— Dicen que los documentales son proyectos más fáciles de levantar, pero creo que ese no fue su caso, incluso tuvo que mudarse de Nueva York a España en el año 2012.

— Hicimos un esfuerzo importante. Para hacer un documental tienes que estar en el sitio. Nuestra idea del tipo de película documental que íbamos a hacer no era ir a un sitio grabar y tirarte a la piscina y decir: hay una película. Nosotros fuimos partícipes durante seis años de grabación de la experiencia vital de una serie de personajes– personas, porque son seres reales– en su búsqueda de la justicia. Esto supone un esfuerzo de muchos tipos, pero sobre todo es un compromiso emocional, intelectual y vital con la historia que cuentas. Eso se ve en muchas de estas películas documentales: tiene que existir un compromiso con el tema y los personajes que estás documentando para poder continuar tantos años con un proyecto. En nuestro caso fueron siete años de producción.

— Un proyecto que va contra la idea de que el documental se hace con pocos recursos.

— Existe esa idea errónea. Hay ficción que se puede hacer con poco dinero, con una localización interior y pocos actores. En esta película rodamos en muchas partes y durante seis años. Cuanto más se extienda el proceso más costoso es. Se está rompiendo esa percepción del reportaje rápido. En España hemos entrado más tarde en la tradición del documental, pero me gusta mucho el título de este debate y el esfuerzo de CIMA Canarias para crear una mesa sobre el género documental con mujeres. No es circunstancial. El documental es más democratizador. Puedes coger una cámara sin que nadie te dé permiso para grabar, no necesitas que alguien te dé X euros para poderlo hacer. Para una película de ficción necesitas un guión previo y recabar el dinero. En el documental puedes demostrar que puedes. No es circunstancial que las mujeres y los documentales se crucen. He ido a festivales de documentales en los que participan mujeres en igual o mayor número que hombres. Es verdad que puede salir caro, pero puedes empezar el proceso tú misma y demostrar que la historia vale, que merece la pena financiarla. Hay una diferencia muy fuerte. El documental esquiva el problema de las mujeres directoras, que no se confía en ellas para dirigir un largo de ficción. Cada vez vemos más películas maravillosas dirigidas y producidas por mujeres, pero sí veo el documental como un medio en el que las mujeres pueden crear sin permiso.

— Escogió un tema muy actual. No sé si sabe que mañana entierran los restos de los 14 hombres asesinados en el pozo de Tenoya.

— Pino Sosa está en el documental. Grabamos la apertura del pozo. Esas imágenes no han entrado, como muchas historias. En este caso por el problema de producción por ir a Canarias. Las características de los crímenes de Canarias son muy específicas. Las exhumaciones se hicieron en pozos, pero hay muchas personas que fueron lanzadas al mar cuyos cuerpos no se van a poder recuperar.

— Además, su película ha tenido un importante recorrido internacional.

— El silencio de otros ha tenido un recorrido internacional y también español porque responde a una necesidad muy fuerte de hambre de memoria. Al contrario de lo que nos han dicho, que nadie quiere saber nada de este pasado, hemos demostrado con el movimiento que ha generado la película que hay mucha necesidad de memoria y mucha gente con ganas de saber, conocer y hablarlo. Mucha gente joven trae sus padres, mucha gente mayor trae a los jóvenes. Hay un diálogo intergeneracional. Y lo habrá aún más. Se acaba de anunciar el estreno de la película en La 2 el 4 de abril. La gente hace suya la película. A nivel internacional la película funciona como espejo de otras sociedades. No solo existe una responsabilidad internacional sino que cada uno tiene sus propios fantasmas. ¿Cuál es el pasado violento que habéis guardado debajo de la alfombra? Muchos países tienen que sacar cosas de debajo de la alfombra. Muchos países han decidido lidiar de forma diferente con su pasado, como Argentina o Alemania. Aquí se decidió imponer un manto de olvido. No se habla de esto en las escuelas, ni en las familias ni en la calle. No se hablaba. En los últimos diez años, la sociedad española ha cambiado. En Francia se ha estrenado y ha tenido 50.000 espectadores. Es alucinante. También ha llegado a salas de Brasil. Ahora se estrena en EE UU, Canadá y Portugal. Se ha estrenado en muchas televisiones.

— No todos quieren levantar la alfombra en este país. Ahora están surgiendo fuerzas políticas que quieren sepultar esta cuestión.

— Es alucinante cuando escuchas muchos de los comentarios no solo Vox, sino de Ciudadanos y del PP. Siento que, si uno de estos votantes o un político se sentara a hablar con María Martín, esta persona no sería capaz de decirle a la cara que tiene que olvidar. Desde que tenía 6 años lleva poniendo flores en el borde de una carretera a su madre, enterrada como un perro. Es importante que puedan nacer estas películas para crear una conversación basada en la humanidad, no una retórica aprendida. Me ha venido mucha gente a decir: yo pensaba diferente, pensé que había que olvidar y voto por X partido. He cambiado de opinión. No tiene que ver con la política, sino con derechos básicos. Si fuera mi madre la que estuviera ahí, estaría luchando. Nuestra aportación a este momento político y social, no solo en España, es la película. Cuando la estábamos haciendo decíamos que estábamos peleando por el futuro. Pensamos que iba a ser para el futuro, pero nos hemos encontrado que el futuro es el presente. Hay movimientos que intentan negar la diversidad: antimujer, antiinmigrante, antigay... Que nos quieren quitar una serie de libertades que hemos conseguido y de acuerdos para la convivencia de todos y todas, y es importante recordar que esta conversación es entre seres humanos. No puedes salir de ahí, del cine, y no sentir. Animamos a todos los jóvenes, a los que van a votar y los que no, a que vean la película y después que decidan por qué apuestan. Tenemos que rescatar la memoria. La película se ha hecho actual, habla desde el presente. Con los últimos acontecimientos políticos se hace más necesaria. Creo que por eso la gente la ha hecho suya: entiende que es una herramienta para llegar a la gente de buen corazón.

Este sábado, las jornadas #MásMujeres estarán dedicadas al periodismo cinematográfico con una charla de Begoña Piña, a las 11.30 horas, y una mesa de debate, a las 12.30 horas, en el Gabinete Literario. A las 18.00 horas, la realizadora Pilar Pérez Solano hablará de la evolución del formato documental y luego habrá una mesa de debate con Almudena Carracedo, María Miró y Virginia Rubio. Mañana, a las 11.00 dará una charla sobre el cine independiente la distribuidora Nieves Maroto. A las 12.00 habrá un debate sobre el futuro de la televisión.