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Pilar Boullosa y Héctor Hernández abordan la ecología y la globalización

Pilar Boullosa y Héctor Hernández abordan problemáticas sobre ecología y globalización

El CAAM acoge desde este martes y hasta el 20 de noviembre la muestra en la que los dos creadores plasman su residencia en este centro artístico

CANARIAS7

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 18 de octubre 2022

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El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) en la capital grancanaria presentó ayer las exposiciones de los dos proyectos seleccionados este año en la quinta convocatoria pública del programa Artistas en Residencia, creados por dos artistas de Gran Canaria, Pilar Boullosa y Héctor Hernández, que abordan problemáticas en torno a la ecología y la globalización.

Los dos proyectos son el resultado de la estancia de los artistas durante tres semanas en el CAAM y se presentan bajo los títulos 'Invasores. La pérdida de los localismos', de Pilar Boullosa, y 'Deconstrucción-construcción del residuo como objeto de consumo', de Héctor Hernández.

Ambos se pueden visitar desde este martes y hasta el próximo 20 de noviembre, en la sede principal del centro de arte, con entrada libre y gratuita.

La propuesta de la artista visual residente en Gran Canaria, Pilar Boullosa (Vigo, Pontevedra, 1987), 'Invasores. La pérdida de los localismos', gira en torno a la idea de planta invasora, que hace referencia a las especies conocidas como caña común y rabo de gato, catalogadas como invasoras en Canarias.

En palabras de la artista, este proyecto «busca emplear estas dos plantas con gran presencia en la isla de Gran Canaria, caracterizadas por su gran adaptabilidad al medio, que pueden llegar a desplazar a las especies endémicas. Esta gran capacidad de desarrollo de ambas plantas conecta metafóricamente con el comportamiento del ser humano actual dentro del marco de la globalización: competitivo, destructivo, invasor. La pérdida de las economías locales a favor de una economía de mercado, el rol de las empresas multinacionales, la interrelación de las culturas locales en una cultura global y la aparición de la sociedad red. Al igual que las plantas invasoras traspasaron fronteras geográficas y políticas, la globalización transciende los límites territoriales nacionales en su extensión cara una dimensión mundial gracias a la masificación de las TIC e Internet. La frontera física está siendo transgredida por el poder de la tecnología y las comunicaciones, las cuales necesitan para su existencia del cobre como uno de los conductores más eficientes de calor y electricidad de la actualidad».

Su propuesta para el CAAM es una instalación artística diseñada para ocupar el espacio expositivo «como una metáfora de la globalización, partiendo de la problemática de las plantas invasoras en las Islas Canarias. La propuesta pretende concienciar al público sobre la necesidad de trabajar con el medio ambiente para proteger a las personas e invitar a la reflexión sobre la globalización y sus consecuencias».

Para su ejecución, las hojas de la caña común y el rabo de gato «se emplean como matrices cuyo registro en negro queda recogido sobre tela de algodón blanca mediante la técnica del estampado manual, transfiriendo su huella a unas telas vírgenes de gran longitud que nacen desde el techo y acaban en el suelo configurando un cilindro que pueda ser rodeado por el público».

Sobre las telas estampadas, la artista cosió con hilo de cobre parte de los contornos de los territorios originarios de la caña común (Asia) y la cola de gato (norte de África) y los contornos de las fronteras geográficas invadidas por las mismas y protagonista de este proyecto, las Islas Canarias.

Dentro de 'Diogénesis'

Por su parte, el artista Héctor Hernández (Las Palmas de Gran Canaria, 1976) presenta para el CAAM un conjunto de obras que configuran una instalación, presentada como un ejercicio que forma parte de su proyecto 'Diogénesis', en el cual «a través de la reflexión sobre la acumulación individual de material físico y virtual, que socialmente se considera basura, propone los procesos creativos como una estrategia de resistencia y análisis acerca de la producción de los objetos del arte y su relación con el sistema de profusión objetual que rodea la sociedad de consumo actual».

Hernández explica que, «a partir del reciclaje como un mecanismo de actuación, y la creación del objeto artístico con materiales de desecho, además de explorar las fracturas epistemológicas desde la naturaleza de la materia prima y establecer una experimentación plástica de la aplicación de esos cuantiosos recursos materiales a la práctica artística, la acción creativa se presenta como una opción disruptiva del proceso de producción-consumo-desecho capitalista. Una transfiguración de la 'basura' en imágenes y objetos hiperestéticos y diseñados, donde ya no es reconocible un pasado residual, convertidos en artefactos susceptibles de formar parte del mundo del arte, y que desvelan, en una segunda lectura consciente de su génesis, a través de una estética formal y un orden constructivo, de la reconstrucción y reorganización de la acumulación material, la intensidad con que la producción se transforma en un desecho inmanejable».

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