Orgullo herreño en Chueca
Desde 2003, Alexis W. exhibe su arte en la madrileña calle Pelayo coincidiendo con la celebración del Orgullo LGTBI bajo el título La ventana indiscreta. Este año su propuesta es muy diferente. El artista ha llevado a Chueca los rostros de 350 herreños para conectar, de manera simbólica, la celebración de la diversidad afectiva en la capital del reino y en El Pinar.
Abuelas y nietos, parejas de ancianos, pescadores, maestros, amas de casa, estudiantes, jubilados, amantes, amigos, hermanos... Los rostros de 350 herreños han irrumpido en las calles de Chueca para recordar que todos somos distintos y, por tanto, iguales.
Sus retratos, emparejados o en solitario, han aflorado sobre marquesinas, contenedores de basura, paredes y balcones para demostrar que el amor es diverso.
«Nos hacemos parte del paisaje urbano de Madrid como un recuerdo, una imagen de la ciudad, un pensamiento ajeno a la publicidad o la cartografía de nuestro ser atlántico. Sin más pistas que el retrato, sin banderas o logotipos, emerge un nuevo nosotros: ustedes», explica en su página de Facebook Alexis W., que también se encargó de pegar su obra por los rincones del barrio madrileño. Sus retratos intentan romper prejuicios y demostrar que somos tan diferentes que, en realidad, somos iguales.
«La ventana no muere. Chueca irá a El Pinar; un pueblo perdido, en una isla perdida que desde hace cuatro años celebra la fiesta del Orgullo LGTBI (Lesbianas, Gays, personas Transgénero, Bisexuales e Intersexuales)», comenta el creador que se ha llevado a los habitantes herreños a Madrid de forma simbólica.
También El Pinar tiene este año su Ventana indiscreta, ya que desde el día 28, en la plaza de El Mentidero, se expone una muestra fotográfica sobre género y diversidad. «Es tan importante celebrar el Orgullo LGTBI en Madrid como en una isla perdida», indica Alexis W., sobre las imágenes encastradas en cajas de luz que exhibe en el casco del pueblo donde, por unos días, la bandera arcoíris ha ondeado en la fachada del Ayuntamiento.
«Alrededor de la cita: Amaos los unos a los otros como yo os he amado se agrupan ocho parejas con diferentes perfiles para mostrar la diversidad sexual», comenta el creador que también ha incluido, a modo de homenaje, una imagen de Pedro Zerolo con su compañero.
La muestra permanecerá en la plaza durante dos semanas. Más difícil será saber cuánto tiempo durarán los rostros herreños en los rincones de Chueca y Malasaña y el efecto que causarán sobre los transeúntes. Los carteles, aseguran desde el colectivo creativo Amo mi Isla, «no venden, no compran; simplemente anuncian la cartografía de su identidad atlántica, como parte de los actos culturales de la fiesta LGTBI en Madrid. Se unen a la ciudad para superar distancias, prejuicios, incomprensiones y desconocimientos mutuos».
