La obra es la vida entera
Artes escénicas. Un variado y amplio grupo de profesionales del teatro en el archipiélago da su visión del oficio, avanzan algunos proyectos y analizan la situación actual marcada por la pandemia de la Covid-19.
FRANCESC ZANETTI/ VICTORIANO S. ALAMO
Las Palmas de Gran Canaria
Sábado, 27 de marzo 2021, 00:00
Un viaje infinito que celebra la vida. Así podría definirse el periplo que desde los tiempos remotos de la Atenas de Esquilo y Sófocles a los contemporáneos de Flotats o Thomas Ostermeier, ha realizado el teatro sobre los escenarios del mundo en los que se ha representado el azar y el destino, la omnipresencia de la muerte y la violencia o el artificio del amor. Hoy, Día Mundial del Teatro, distintos actores y actrices de Canarias, dramaturgos, productores y directores de escena, reflexionan sobre la dimensión de la profesión a la que han entregado su vida con el propósito de vivir a cambio honestamente de ella.
Rafael Rodríguez estrena este fin de semana 'Ojos de ola', el nuevo montaje de 2RC Teatro Compañía de Repertorio que dirige desde 2004. El director señala que el teatro contiene «energía, deseos, pasiones, anhelos... porque nos emparenta con nuestras emociones más íntimas y con la manera de ver el mundo. El teatro puede unificar a una sociedad y hacernos reflexionar sobre lo que somos y sobre la vida que deseamos vivir, porque sobre la escena todas las utopías son realizables. Esa es la magia del teatro».
La profesora Carmen Márquez, experta en teatro español contemporáneo e hispanoamericano, y académica de la Academia Española de Artes Escénicas, advierte que el teatro «tiene una cualidad que no posee otra manifestación artística: su relación directa entre el espectador y los creadores. Esa convención de que el actor está inventando sobre la marcha la tenemos asumida desde la tragedia griega. Está lleno de fuerza y verdad aquí y ahora. Siempre ha acompañado al pulso de la sociedad: no hay nada que no haya acontecido en la sociedad española que no haya sido motivo de reflexión teatral. Las grandes obras maestras universales están llenas de vitalidad y nos siguen contando cosas».
Felix Sabroso es uno de los directores de escena más respetados de España. Su último montaje, la comedia 'La gran depresión', arrasa en taquilla con Antonia San Juan y Nuria Roca como protagonistas. Sabroso define el teatro «como un fenómeno cultural de absoluta vigencia porque sigue manteniendo intactas dos esencias fundamentales de la representación de la realidad: una es la libertad de expresión de sus autores y la otra su dimensión de constituirse como un agente de comunicación directa, tanto con los actores como con el público».
Un bálsamo
Nacho Cabrera, fundador y director de la compañía La República desde hace 27 años, acaba de ser distinguido con la medalla de la Asociación de Directores de Escena de España. Cabrera, que ensaya ahora su próximo montaje, 'Mitad y mitad' con las actrices Yanely Hernández y Lili Quintana, opina que el teatro «es inherente a la condición humana». «El hombre y la mujer de hoy siguen teniendo las mismas pasiones que reflejó en la Grecia clásica hace miles de años. Está todo inventado. Nuestra misión es otorgarle hoy una nueva visión y lectura a esos temas universales. El teatro sigue siendo una especie de bálsamo de la conciencia social con el que podemos seguir contando en directo sobre el escenario todo aquello que nos incomoda y tranquiliza», añade.
El actor y dramaturgo Maykol Hernández, que ha escrito algunas obras como 'La quinta pared' o 'Desmontando a Don Juan', es uno de los rostros más populares de la escena teatral de Canarias. Hernández considera que el teatro «sencillamente resulta esencial para la vida. Si para estar vivos entendemos que nos basta con respirar, es que no estamos vivos. La vida requiere que alimentemos nuestro cuerpo, también nuestra mente, nuestro espíritu. ¿Cómo? Pues con teatro. Sí, vale, de acuerdo, el teatro no es -por fortuna y ni de lejos- la única manera de alimentar el alma, pero en esta otra 'pirámide alimenticia' vital, el teatro -por fortuna y sin ninguna duda- se encuentra en lo más alto».
La actriz lanzaroteña Marta Viera también ha estado involucrada en numerosas producciones escénicas. Ganadora de varios Premios Réplica de las Artes Escénicas ha protagonizado los tres montajes surgidos entre 2018 y 2020 en el seno del Laboratorio Galdós. «El teatro nos permite acercarnos a la emoción y al ingenio poético de lo abstracto en directo, más allá de la lógica y el raciocinio, así como conciliarnos con lo que nos define como seres humanos. Nos une más allá de las fronteras porque nos permite vernos como seres únicos, siendo todos y todas diversos. Nos pregunta por lo que somos y lo que hemos sido».
El actor y director Luifer Rodríguez ha participado en más de una veintena de producciones escénicas canarias y ha trabajado a las órdenes de Tamzin Towsend, Ferrán Madico, Natalia Menéndez, Santiago Sánchez, José Luis Sáiz o Antonia Sanjuán, entre otros. Rodríguez cree que hay que celebrar el teatro en una sociedad del siglo XXI que se precie viva porque «es una manifestación humana que habla de la necesidad de contarnos historias y de enfrentarnos al espejo. Reivindica el espíritu crítico sobre la realidad que nos toca vivir y por eso es vital para una sociedad que fomente el pensamiento. Además, se articula como una herramienta pedagógica de dinamización que incide, tanto en las aulas como en la calle, en la madurez de las personas».
Producir, una odisea
El inquieto productor teatral de Acelera Ayoset López ha trabajado en sus producciones con buena parte de los actores y actrices de Canarias, pero también ha sido capaz de convencer a intérpretes de la escena nacional de la talla de Jordi Sánchez, Cristina Medina, Nuria Roca, Mariano Peña, Antonia San Juan o Carlos Valledor para que se involucraran en ellas. «El teatro es también un sector cultural que genera puestos de trabajo y contribuye a generar riqueza. El gasto medio de los canarios en 2019 en cultura superó los 600 euros y nuestra comunidad ocupa el octavo lugar en el ranking nacional, con cinco mil empresas atomizadas alrededor de la cultura. No obstante, producir teatro en Canarias sigue siendo una odisea y la comercialización exterior fuera del circuito regional otra asignatura pendiente. Los costos del alquiler de los espacios escénicos públicos en Canarias son insostenibles y lesivos para las productoras locales. Sin apoyo público es imposible que la musculatura escénica se fortalezca y crezca al nivel que muestran otras comunidades como Andalucía, País Vasco o Galicia, por olvidarnos de Madrid y Cataluña, que juegan otra liga».
El actor y director Mingo Ruano igual se atreve a encarnar al creador César Manrique que ha dirigir la obra de Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez 'El eunuco'. Ha actuado en casi cuarenta producciones y ha recibido el premio Réplica como mejor actor. «Como advertía Shakespeare el mundo es un gran escenario y simples comediantes los hombres y mujeres. El teatro sigue siendo imprescindible en nuestra sociedad porque tiene la capacidad de recordarnos lo que es la vida y colocarnos en un punto empático en diferentes posiciones culturales y sociales».
El palmero Antonio Tabares es uno de los dramaturgos de Canarias con más recorrido en el contexto de la escena nacional. Autor de textos como 'La punta del iceberg', 'Proyecto Fausto', 'Tal vez soñar' o 'Una hora en la vida de Stefan Zweig', incide en «que ahora más que nunca estamos obligado a defender al teatro como un acto de resistencia. Ha sido un año complicado para el sector, pero estamos juntos en una lucha para insistir en un arte que habla de nosotros frente a la dureza de la vida».
La pandemia
La actriz Mari Carmen Sánchez, uno de los rostros más conocidos de los escenarios isleños y habitual en producciones audiovisuales nacionales como las exitosas series 'La casa de papel' y 'El tiempo entre costuras', considera que, «dentro de lo malo, no estamos de lo peor y no se ha reaccionado mal ante algo tan inesperado como esta pandemia».
Reconoce que, con los aforos actuales, «las instituciones públicas del archipiélago se tienen que mojar y lo están haciendo, porque no se puede ir solo a taquilla, no es rentable ni de lejos», asegura esta actriz que trabaja en los ensayos del monólogo 'Shirley Valentine, de Willy Russell, dirigido por Juan José Afonso. Eso sí, tiene muy claro que cuando la Covid-19 esté bajo control, «el público acudirá con muchas ganas a los teatros, porque somos seres sociales».
La también actriz grancanaria Nati Vera, por su parte, reconoce que la situación sanitaria actual ha obligado a «reinventarse» y que el 'streaming' ha sido una vía de escape para muchos bolos cancelados con público, pero se trata de una salida pasajera porque el tú a tú con el público es la clave del teatro.
Reconoce que los profesionales escénicos han tenido la ventaja de saber que su profesión es «muy inestable». «Pero siempre teníamos una mínima seguridad que tras el parón del confinamiento ha desaparecido. «Creo que tenemos que reivindicar nuestro trabajo, que es esencial para la sociedad. El teatro alimenta el alma y además genera muchos puestos de trabajo», defiende sin ambages.
Juan Ramón Pérez, integrante de la veterana compañía Profetas de Mueble Bar, reconoce que el confinamiento les ha servido «para disponer de más tiempo y preparar nuevos proyectos». Sin ir más lejos, tienen en cartera la comedia 'Ni Elena ni Eleno sin un nombre que me marque', cuenta con el apoyo de las ayudas a la producción del Gobierno de Canarias. Apuestan también por fortalecer su idea de «teatro de temporada» con la Fundación Auditorio Teatro de Las Palmas de Gran Canaria con el montaje 'Informe para una academia', de Kafka, que interpretará Carol Cabrera.
Según el escenógrafo y arquitecto Carlos Santos, que ha realizado múltiples diseños para producciones teatrales y musicales de diversa naturaleza y formatos, «el teatro es una herramienta primordial en la vida para exponer realidades universales que nos permite enfrentarnos a ellas mirándonos en el espejo como sociedad. Nos mantiene activos y despiertos mentalmente, fomentando el sentido crítico y la búsqueda de la libertad».
Para la escenógrafa e iluminadora Grace Morales, que ha trabajado en montajes como 'Fábula del topo, el murciélago y la musaraña', 'La punta del iceberg' o 'El enfermo imaginario', el teatro «es un maestro que nos desafía a pensar, a aprender, incluso a viajar sin movernos de la butaca. Y lo hace de una forma única, directo a las entrañas, al corazón, como solo otro ser humano desnudándose ante nosotros puede hacer. El teatro no puede desaparecer porque somos nosotros», sentencia.
Para la actriz Lili Quintana, «el teatro es mi vida, mi pasión... poesía que se levanta del libro y se hace humana, como decía Lorca». Además, resalta la intérprete grancanaria, «llevo 32 años en el escenario y la suerte de ser profeta en mi tierra y hacer semanalmente teatro televisado, por lo que mi vida en general es un teatro».