Nuria Delgada y Sinavisar improvisan el disco ‘La espera’

Alina Records ha producido La espera, el tercer disco del singular dúo Sinavisar, formado por el saxo Ricardo Marichal (Tenerife, 1960) y el guitarrista Dennis Mateis (Mérida, Venezuela, 1973). Esta vez, la tubista Nuria Delgada (Tenerife, 1976) se ha sumado a este proyecto en el que la música se compone de forma intuitiva, en conciertos convocados sin avisar ni al público ni a los dueños del local donde se ofrecen.

El disco surgió del interés de la tubista por ver cómo trabajaba el dúo tinerfeño, que no dudó en incorporarla a sus sesiones. «Poco a poco vas cogiéndoles el pulso. Vas dialogando con ellos y soltándote. Es como alguien que llega de repente a un grupo de amigos y poco a poco va fluyendo. Es algo vital», explica Delgada. El resultado de estos encuentros fue La espera. «Todo es improvisación. Desde el comienzo hasta los finales. Hay una gran compenetración que se ha dado de forma natural», indica la tubista que resalta la capacidad de Mateis para crear «atmósferas espectaculares que combinan bien con el saxo de Marichal, el organizador del grupo».

Los seis temas del álbum, a los que se puede acceder a través de la web alinamusica.blogspot.com.es, transitan entre la música clásica, la contemporánea, el free jazz y el folk.

«No me voy a ganar la vida con esto, pero necesito enriquecer mi campo y tener influencias que aportar a mi trabajo», dice Delgada.

Un espíritu que casa con el del dúo Sinavisar. «Hacemos conciertos sin avisar ni al dueño del local ni al público», explica Marichal que de esta forma intenta luchar contra el ego del artista. «El mayor problemas de los músicos son ellos mismos», sostiene el saxofonista que defiende la inocencia de su trabajo. «No hay un fin económico. Creamos por crear», explica el saxofonista que conforma el dúo junto al ingeniero de sonido y profesor de guitarra Dennis Mateis, que acompañó a Paco de Lucía en su última gira por Alemania y Noruega.

«Si vas por un camino encuentras a gente que va por el mismo sitio y todo va fluyendo», explica Marichal sobre Sinavisar, un proyecto que nació casi de forma espontánea hace tres años y que ya cuenta con tres registros discográficos en Alina Records, el sello que dirige Víctor Sequí. Para Marichal, Sinavisar es casi «una terapia, un momento de meditación donde expresar todo lo que tienes dentro».

La tubista Nuria Delgada vive en Madrid. Allí se gana la vida tocando con grupos profesionales, sobre todo de swing. Además, también es performer. En sus acciones multidisciplinares mezcla humor y sentido crítico con música y danza.

En Canarias, sobre todo en Tenerife, su nombre circuló a raíz de una polémica performance titulada Manolo, cómeme el coño, interpretada durante el Festival Keroxen de 2016. En la acción, Delgada cantaba en bucle y desnuda la frase Manolo cómeme el coño acompañada de un xilofón.

Su actuación fue muy criticada por las fuerzas más conservadoras de la Isla tinerfeña que tildaron el espectáculo de «podemita».

«Cuando te insultan en los periódicos, la verdad, es que no es muy grato», recuerda Delgada, que se queja de que ningún periodista se puso en contacto con ella para que explicara su montaje. «Lo que hago, lo hago a través de mí. Se han creado bulos por intereses económicos y sociales y se me ha cogido como una piedra arrojadiza», comenta la performer.

«Manolo representa el hombre español, blanco, de clase media y machista. En mi actuación me dirijo hacia los machistas. Es una performance reivindicativa y con humor», explica sobre el sentido de esta acción que fue muy criticada porque el festival donde se representaba tenía el patrocinio del Ministerio de Cultura, del Ayuntamiento santacrucero y del Cabildo de Tenerife. «No se puede comparar a todo lo contrario; a Maluma y su ginefobia. Lo mío critica la cosificación de la mujer, por eso salgo desnuda. Algo que Marina Abramovic o Esther Ferrer llevan haciendo mucho tiempo», comenta la polifacética artista.

«La performance está anclada en el dolor y en la sangre, me gusta hacer acciones de forma profundamente humorística. El humor es un arma potente», añade en conversación telefónica la instrumentista que estos días está en Tenerife.