«La calidad de las letras y de la música se ha ido al demonio»
El cantautor cubano sigue en la brecha y este viernes, a las 21.00 horas, se reencontrará con su público grancanario en el Gran Canaria Arena. El músico explica cómo será el concierto en el que habrá espacio para los temas más conocidos de su trayectoria y sus nuevas canciones.
— ¿Cómo va a ser el concierto?
— En parte será experimental y otra parte más convencional. Por un lado, voy a poner canciones que el público apenas ha escuchado de distintos discos míos. La gente, en realidad, escucha dos o tres canciones de cada disco, el resto de ellas las desecha. Pero son canciones que el público debería escuchar y que son mis preferidas. Y luego, las canciones convencionales, que todo el mundo espera y que forman parte de mi repertorio.
— ¿Cuántos músicos trae?
— Voy con un trío: piano, batería y bajo. Algunas veces tomaré la guitarra. Serán momentos muy concretos y también estaré solo con la guitarra, pero muy poco. Hemos hecho arreglos para el acompañamiento, hemos montado cosas lindas, para trío especialmente. Antes tuve una banda y ahora se ha reducido a un trío.
— Supongo que también tocará temas de (2013).
— Claro. Es mi último disco y quiero que lo conozcan.
— Pero ha hecho otras cosas desde entonces.
— El año pasado sacamos Floresdel futuro, con el pianista que yo traigo, Miguelito Núñez. Lleva 30 años trabajando conmigo. Es un excelente pianista. Lo logramos el año pasado con sus músicas y mis letras. Y este año saqué Amor, con mi hija Haydée. Además, acabo de hacer otro con estándares estadounidenses con otro trío de jazz cubano. Son músicos extraordinarios y tocamos canciones históricas norteamericanas en inglés.
— Quién le iba a decir hace unas décadas que cantaría canciones estadounidenses en inglés.
— Ya lo hacía cuando tenía 20 años en La Habana, en los clubes pequeñitos. Estaba lleno de eso. Formaba parte del ambiente musical cubano. En todos los clubes sonaban esas canciones.
— Entonces vuelve a los orígenes y al .
— Es distinto. Pero sí, viví el auge del feeling en los años 60. Anduve en músicas distintas hasta que terminé en la Nueva Trova como muchos otros compositores. En el 63 andaba en estos lares, en esta onda del feeling. Fue un movimiento anterior.
— ¿Qué le inspira las nuevas composiciones?
— De todo. Como siempre. Estoy preparando un disco de salsa. No paro de trabajar. Hice un disco de salsa con Andy Montáñez, un cantante puertorriqueño. Ganamos un Grammy. Ahora lo voy a hacer solo. He cantado mucha salsa. No es nuevo. Estoy componiendo canciones que tocan temáticas generales; de todo. El trovador no se debe alejar de lo que sucede alrededor, esa es la tradición. Debe ser un cronista de la época. Toco un poco de todo.
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