El folclore canario da un salto de calidad
La Federación Regional de Asociaciones de Folclore y Tradiciones 8 Islas busca rescatar, poner en valor el patrimonio musical
El folclore canario no es un cajón de sastre. No todo tiene su espacio ni todo es válido. De ello son conscientes desde siempre los que lo defienden y los profesionales que intentan que no se pierda su esencia, pero para lograrlo se requiere de un orden, de un punto de encuentro común y de un lugar donde consultar, conocer y aprender qué es lo correcto y lo que no. En 2021 arrancó la Federación Regional de Asociaciones de Folclore y Tradiciones de Canarias 8 islas, gracias al impulso de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Canarias, con el objetivo de ser ese enclave de unión y defensa de un patrimonio que ya cuenta con una biblioteca virtual a través de: www.canariasfolklore.es .
La Dirección General de Cultural del Gobierno de Canarias ha impulsado esta federación de nueva creación porque considera que el proyecto «sale de la mera exhibición y promueve la investigación, la divulgación y la formación», tanto de los músicos, los profesionales y los aficionados, así como de la ciudadanía en general.
Rubén Pérez, director general de Cultura del Ejecutivo Autonómico considera que este proyecto supone un «paso de gran valor» desde el que cimentar el crecimiento y el desarrollo del folclore de las islas. De ahí que se haya impulsado con 300.000 euros en los presupuestos de 2022 y la misma cantidad en los de este año.
Alberto Alejandro Benítez, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Folclore y Tradiciones de Canarias 8 Islas, apunta que en la actualidad hay «972 grupos folclóricos censados». Algunos no están en activo, pero los que sí funcionan «están muy contentos con esta iniciativa porque reciben mucha información», destaca. Subraya la importancia de proyectos como la puesta en marcha de la creación de una agrupación folclórica en la isla de La Graciosa, para la que ya se trabaja con niños a partir de los tres años para que conozcan la música folclórica.
En total, desde que arrancó esta iniciativa han participado más de 1.500 personas en los distintos cursos desarrollados, tanto de toque como de baile y canto.
El camino a seguir
Para la puesta en marcha de este apartado formativo, Javier Cerpa, gerente de la Federación, asegura que previamente se ha llevado a cabo «un trabajo de campo», para el que se escuchó a las distintas agrupaciones y asociaciones para conocer «sus necesidades» y a partir de ahí desarrollar los distintos «proyectos» que ya están en marcha o se van lanzar en los próximos meses. «Se ha establecido una hoja de ruta a corto, medio y largo plazo», añade.
«Se han generado dos líneas de trabajo. Una consiste en acciones directas, que se han construido desde la propia Federación para la ciudadanía en general, con talleres de baile, de toque, de vestimenta tradicional y de canto en las distintas islas», señala Cerpa.
La otra vertiente se ha desarrollado con el apoyo a varias líneas de investigación, como las que lideran Fabiola Socas y Moisés García en torno al Arroró, la que desarrolla Carmen Nieves Luis García y que «estaba estancada por falta de apoyo», y la de Domingo Rodríguez 'El Colorao', en torno a las formas de tocar el timple en Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa.
También destaca el desarrollo de la recuperación etnográfica que lleva a cabo el Centro de interpretación de las tradiciones que realiza la Asociación Cultural Sabinosa un sentimiento.
El director general, Rubén Pérez, avanzó que uno de las nuevas vía que se pondrán en marcha en los próximos meses es la puesta en marcha de una serie de becas para los investigadores.
Ayla Rodríguez, profesora y experta en tradiciones culturales, hace hincapié en la importancia de los talleres formativos y en la documentación que se aloja en la nueva web de forma gratuita y libre para defender «la raíz» del folclore de cada isla y que no se «desvirtúe» en manos de una globalización mal entendida que lleva a que «se estén perdiendo muchas cosas».
Para que toda esa información, en su mayor parte oral no se pierda o se quede en el olvido, los impulsores de este proyecto apuestan por escuchar a «los informantes», los testigos directos que aún están vivos y que explican los verdaderos entresijos del toque, el baile y las vestimentas tradicionales. «Quedan muchos informantes, que no son académicos ni academicistas, pero debemos ponerlos en valor», defiende Javier Cerpa, para que sus conocimientos enriquezcan el folclore que llevan a cabo los profesionales y aficionados en activo.