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En todo el mundo hay 37 cuadros de Johannes Vermeer (1632-1675), uno de los más enigmáticos maestros de la pintura. El Rijksmuseum de Ámsterdam va a reunir 28 de ellos en la exposición sobre el genio neerlandés que detuvo el tiempo. Será la más importante dedicada nunca al pintor de Delft. Según Friso Lammertse, el conservador jefe del museo, los cuadros que la compondrán «encierran todo el misterio, la poesía y la magia de su pintura».
El museo de Ámsterdam espera recibir medio millón de visitantes -un máximo de 3.000 diarios- entre el 10 de febrero y el cuatro de junio de 2023. Las reservas 'online' ya están abiertas para una muestra histórica e irrepetible.
«Es difícil describir donde está la magia de Vermeer. Sus cuadros no son sinfonías, como los de Tiziano o Rubens: son música de cámara. Sugiere más que explica. No lo cuentan todo, y ahí radica su poético misterio», asegura Lammertse, que presentó este viernes en el Museo del Prado la lista de cuadros de la histórica exposición en la que lleva siete años trabajando. Será además un hito en la investigación sobre este delicado y solitario genio sin taller ni escuela, sepultado durante dos siglos en los pliegues de la historia.
Con préstamos de los mejores museo y colecciones del mundo, el comisario Pieter Roelofs da por buena la atribución de Vermeer de tres obras cuestionadas por sus tenedores: 'Muchacha con flauta', de la National Gallery of Art de Washington; 'Mujer joven sentada ante el virginal', de la Leiden Collection, y 'Santa Práxedes', del Museo Nacional de Arte Occidental de Tokyo, una obra temprana y de atribución reciente, copia de otra de un pintor italiano y realizada mucho antes de la fabulosa madurez del maestro barroco. «Creemos que son obras de Vermeer, aunque habrá que esperar a los estudios para poder hacer una declaración en firme. Se trata de un debate muy refinado entre instituciones», aseguró Lammertse.
Además de los cuatro 'vermeers' del Rijksmuseum –'La lechera', 'La callejuela', 'La carta de amor' y 'mujer leyendo un carta'– habrá hitos como 'La lección de música interrumpida', 'Militar y 'Muchacha riendo', y 'Señora y doncella –trío por primera salen de Frick Collection de Nueva York–, 'La joven de la perla', 'El geógrafo', 'La encajera', 'Vista de Delft' –declarado por Marcel Proust como el cuadro más bonito del mundo–, o 'Mujer con laúd', del Metropolitan de Nueva York, el museo con más obras de Vermeer, cinco de las que cede tres.
No es mucho lo que sabemos del delicado y premioso pintor, acaso formado en Ámsterdam, Utrecht y Delft, y que quizá fuera discípulo de Carel Fabritius. Los cálculos más optimistas suponen que pintó entre 45 y 50 obras en apenas veinte años, no más de dos al año, algo inaudito comparado con las 330 de Rembrandt. Famoso en vida, cayó en el olvido hasta que en 1866 Théophile Thoré-Bürger lo redescubre y bautiza como 'la esfinge de Delft'. Hasta entonces Vermeer era un enigma. «No hay cartas, ni diarios y ni un autorretrato», dice Lammertse. «Sabemos apenas que nació en la posada de su padre, tratante de arte además de posadero en la plaza de Delft, lo determinó su formación y le familiarizó con la pintura», explica.
Pobre y protestante, se casó con veintiún años con una católica rica en un matrimonio desigual del que nacerían quince hijos, de los que vivieron once. «Vecino de un barrio católico, era muy social pero hacía cuadros súper místicos», destaca Lammertse. El conservador del Rijksmuseum sostiene que Vermeer nunca tuvo un taller con otros colaboradores y «pintó solo siempre en su casa». No duda que «tuvo que tener patronos» y que uno de ellos fue un panadero. «¿Cómo alimentar once hijos con una producción tan escasa si no tienes asegurada su venta?», se pregunta. Hay quien cree que se ganó la vida por medios distinto a la pintura. Enfermó y murió al día siguiente, y su esposa hizo un inventario en el que figuraba un único caballete. Ella debió de vender todos sus bienes para pagar sus deudas.
«Estaba infravalorado pero en vida era famoso y se diluyó en la historia. Firmó sus cuadros pero no los dató, salvo dos de ellos que permitieron después situar a los demás», dice Lammertse. Pintó siempre figuras humanas en misteriosos interiores iluminados desde la izquierda del espectador, enfrascadas en tareas domésticas o recreativas. «Su técnica es portentosa. Parece que odia los bordes y sus 'sfumatos' son como los de Leonardo», agrega el experto. «Quita más de lo que pone, busca la simplicidad y ajusta la composición en un juego constante de acierto y error», concluye.
A pesar de la compleja coyuntura, con una inflación brutal que no cede, unos costes de seguros y transportes estratosféricos y la incertidumbre generada por la guerra de Ucrania, los organizadores de la muestra creen que su trabajo «no ha sido más complicado que otras exposiciones». «Si comparamos con la exposición que hubo en La Haya hace 30 años, es obvio que aquella fue más difícil. Ahora es mucho más caro, sí, ya lo sabemos, pero contamos con medios técnicos muchos más eficaces», dice un Lammertse «sorprendido por lo extraordinariamente fácil» que ha sido conseguir los préstamos.
En el último siglo solo han salido a la venta tres telas de Vermmer. En 1921 se subastó sin hallar comprador 'La callejuela', primorosa y delicada vista de las calles de Delft, ciudad natal del pintor y donada al Rijksmuseum, que la exhibe hoy junto a joyas como 'La lechera', icónioca tela que el Rijksmuseum ha investigado a fondo, desvelando muchos secretos de la factura de Vermeer.
En 2004 salía a subasta 'Mujer joven sentada ante el virginal', que tras despejar las dudas sobre su autoría y ser confirmada como obra de Vermerr en 1986, fue adjudicada por Sotheby's en Londres por 30 millones de dólares al magnate de los casinos de Las Vegas Steve Wynn.
La tercera fue 'Santa Práxedes', la primera obra conocida y datada de Vermeer y que se exhibió en la histórica muestra que los museos Mauritshuis de La Haya y National Gallery de Washington dedicaron al maestro de Delft a mediados de los noventa del siglo pasado y que logró reunir 22 de sus obras. Ya fue una hazaña para el Prado reunir nueve lienzos del neerlandés en la muestra 'Vermeer y el interior holandés' que organizó en 2003.
1. 'Mujer escribiendo', 1664–67, National Gallery of Art, Washington
2. 'Mujer joven sentada ante el virginal', c. 1670–72, The National Gallery, Londres
3. 'Dama tocando el virginal de pie', 1670–72, The National Gallery, Londres
4. 'Alegoría de la fe católica', 1670–74, The Metropolitan Museum of Art, Nueva York
5. 'Cristo en casa de Marta y María', 1654–55, National Galleries of Scotland, Edimburgo
6. 'Diana y sus ninfas', 1655–56, Mauritshuis, La Haya
7. 'La lección de música interrumpida', c. 1659–61, The Frick Collection, Nueva York
8. 'Muchacha leyendo una carta', 1657-58, Gemäldegalerie Alte Meister, Dresde
9. 'Muchacha con flauta', 1664–67, National Gallery of Art, Washington
10. 'La joven de la perla', 1664–67, Mauritshuis, La Haya
11. 'Muchacha con sombrero rojo', 1664–67, National Gallery of Art, Washington
12. 'Señora y doncella', c. 1665–67, The Frick Collection, Nueva York
13. 'Militar y muchacha riendo', 1657-58, The Frick Collection, Nueva York
14. 'Santa Práxedes', 1655, Kufu Company Inc., The National Museum of Western Art, Tokio
15. 'El geógrafo', 1669, Städel Museum, Fráncfort del Meno
16. 'La copa de vino', c. 1659-61, Staatliche Museen zu Berlin, Gemäldegalerie, Berlín
17. 'La encajera', 1666–68, Musée du Louvre, París
18. 'La carta de amor', 1669-70, Rijksmuseum, Ámsterdam
19. 'La lechera', 1658-59, Rijksmuseum, Ámsterdam
20. 'La alcahueta', 1656, Gemäldegalerie Alte Meister, Dresde
21. 'Vista de Delft', 1660-61, Mauritshuis, La Haya
22. 'Vista de casas en Delft', conocida como 'La callejuela', 1658-59, Rijksmuseum, Ámsterdam
23. 'La tasadora de perlas', ca. 1662–64, National Gallery of Art, Washington
24. 'Mujer leyendo una carta', 1662-64, Rijksmuseum, Ámsterdam
25. 'La muchacha del collar de perlas', c. 1662-64, Staatliche Museen zu Berlin, Gemäldegalerie, Berlín
26. 'Una dama escribe una carta con su sirvienta', 1670–72, National Gallery of Ireland, Dublín
27. 'Mujer joven sentada ante el virginal', c. 1670‐72, The Leiden Collection, Nueva York
28. 'Mujer con laúd', 1662–64, The Metropolitan Museum of Art, Nueva York
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