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Una escena de 'Ladies Football Club', que llega al Teatro Cuyás los días 17 y 18 de marzo. BÁRBARA SÁNCHEZ PALOMERO

Las estrellas del balón prohibidas y silenciadas

El montaje escénico-musical 'Ladies Football Club', que revive la historia de un equipo femenino británico, recala en el Teatro Cuyás

Victoriano Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 7 de marzo 2023

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No solo jugaron al fútbol para divertirse y entretener al público. Integraron una liga nacional. Coparon las portadas de algunas revistas, fueron consideradas estrellas y hasta se fueron de gira por otros países para exhibir sus dotes como jugadoras de fútbol. Al terminar la Primera Guerra Mundial y regresar del frente los hombres se les prohibió seguir jugando y sobre aquella historia cayó un inmenso manto de silencio. Esa historia real es la que se revive ahora con el montaje escénico-musical 'Ladies Football Club', que dirige Sergio Peris-Mencheta, y que recala en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria los días 17 y 18 de marzo, con ambas funciones previstas a partir de las 19.30 horas.

El montaje, cuya gira nacional está prevista hasta como mínimo el próximo otoño, lleva la firma de Stefano Massini, responsable de 'Lehman Trilogy', el exitoso montaje musical sobre el capitalismo cuya dirección también asumió en España Sergio Peris-Mencheta con gran éxito de público y crítica. «Las obras tienen similitudes. Si has visto 'Lehman Trilogy' no tienes dudas de que son el mismo autor y el mismo director. Las dos historias están acometidas desde lo lúdico y desde el juego metateatral. La gran diferencia es que la historia del capitalismo la contaban hombres, por lo que era una historia bastante fría. En este caso, son once mujeres y lo cuentan desde el alma, cargadas de sentimientos. La obra tiene mucho más corazón que la de Lehman», asegura la actriz Ana Rayo, que integra el reparto de 'Ladies Football Club'.

La intérprete madrileña da vida a Justine en este montaje, una de las once trabajadoras de la fábrica Doyle & Walker Municiones de Reino Unido que el 6 de abril de 1917, durante el descanso para almorzar, comenzaron a jugar al fútbol. «Son un equipo de fútbol y cada personaje tiene que ver con la posición que ocupa en el terreno de juego. Cada posición refleja una personalidad, como ocurre en todo equipo de fútbol. Mi personaje es una mujer que no ha conseguido casarse. Lo único que quiere es formar una familia, pero está soltera. Es la única de todas que lo está. En aquel momento era un drama, sobre todo en plena Primera Guerra Mundial, porque la contienda se alarga y ella va viendo que se le pasa el arroz. En el campo juega de libre, como lo está fuera», apunta la actriz.

Una escena del montaje.
Una escena del montaje. BÁRBARA SÁNCHEZ PALOMERO

Reconoce que este rol tenía un carácter previo en la mente del actor y director Sergio Peris-Mencheta al que finalmente ha visto la luz frente a los espectadores. «La idea primigenia fue hacerla como una especie de ama de llaves de 'Rebecca'. Yo le di otra idea y Sergio la cogió. Fue hacer un personaje que no había perdido la ilusión, que no estaba amargada. Justine tiene la ilusión de que mañana, a la vuelta de la esquina, se encontrará con el hombre maravilloso que espera. Así creamos un personaje muy contradictorio, en el que por un lado tiene esa ilusión por casarse y por otro odia a los hombres porque no la eligen», explica.

Reconoce que desconocía esta historia antes de que este proyecto cayese en sus manos. «El mismo Sergio, cuando estaba dirigiendo, estaba rodando una película en Londres y se conectaba por 'Zoom'. Al terminar les contaba a sus compañeros británicos la historia y estos también la desconocían. Fueron auténticas estrellas, pero después las prohibieron y las silenciaron. El equipo en el que nos inspiramos, antes de la prohibición, hizo una gira jugando por Estados Unidos», explica sobre un montaje que «desde la comedia» logra abordar cuestiones de peso y «llegar más hondo que el drama».

Las once intérpretes están en todo momento sobre el escenario.
Las once intérpretes están en todo momento sobre el escenario. BÁRBARA SÁNCHEZ PALOMERO

Ana Rayo pone en valor el hecho que el director del montaje fuera permeable a las sugerencias del resto del equipo. «Sergio es maravilloso para trabajar. Si algo no le encaja, te dice que no tranquilamente. Pero lo escucha todo y algo que encaje tiene que ser muy malo para que no te lo compre», dice entre risas.

Una piña

Junto con Ana Rayo, este montaje lo protagonizan: Noemi Arribas, Xenia Reguant, María Pascual, Nur Levi, Alicia González, Carla Hidalgo, Irene Maquieira, Andrea Guasch, Diana Palazón y Belén González.

«La convivencia es maravillosa. Es una delicia. Es la segunda vez que trabajo con un elenco de once mujeres. La anterior fue con 'Las cuñadas', con Natalia Menéndez. En las dos ocasiones nos ponemos todas al servicio de las demás. El grito que hacemos antes de empezar cada función es: Somos una, somos once, somos once, somos una», destaca Rayo.

«Sergio tiene la inteligencia de ser un hombre con sentimientos, al igual que las mujeres también tienen capacidad de mando. Respeta y entiende muy bien el lugar que debe ocupar una mujer en el trabajo y en la sociedad. Ha trabajo de una forma tremendamente generosa con nosotras. Nos decía que lo que más le gustaba era ver cómo las once nos ayudamos unas a otras. Si una tiene un problema, la que está a su lado lo resuelve. Nosotras tenemos esa cosa de ayudarnos mientras que los hombres son más de sálvese quien pueda», añade.

Sergio Peris-Mencheta posa junto al elenco.
Sergio Peris-Mencheta posa junto al elenco. BÁRBARA SÁNCHEZ PALOMERO

El cantante y compositor Litus Ruiz firma los temas musicales de esta obra, mientras que la dirección musical corre a cargo de Joan Miquel Pérez y la dirección vocal y los arreglos son fruto del trabajo de Ferrán González. «La parte musical la llevamos como podemos [Risas de la actriz]. Es una función muy agotadora. La disfrutamos mucho haciéndola. Somos inmensamente felices, pero nos agotamos. Requiere mucha energía y concentración. Somos once personas haciendo muchas cosas al unísono y si te despistas un segundo, has metido la pata. Estamos dos horas y cuarenta minutos las once en escena. No estamos ni tres minutos fuera. Miquel lo que hizo fue adaptar los temas a nuestras voces. Hicimos un trabajo muy específico para que estuviéramos cómodas mientras nos movíamos por el escenario», recuerda.

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