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«La película es una invitación a un espacio de pensamiento»

«Nosotros el jurado de la sección Latexos, compuesto por Ramiro Ledo del cine Numax, Manuel Asín de Cine estudio Círculo de Bellas Artes y Albert Triviño del cine Zumzeig, queremos destacar el gran valor artístico de las cinco películas en competición dentro de esta sección. Pero hemos decidido premiar una película que consideramos un pionero trabajo de análisis y desmontaje de algunas de las construcciones históricas que han definido la identidad de un territorio, y lo hacen con un tratamiento de las imágenes de archivo que las libera de las numerosas capas de sentido que les habían sido impuestas». La película a la que alude el fallo del jurado de esta sección del festival pontevedrés Novos Cinemas es De los nombres de las cabras, de los cineastas canarios Silvia Navarro y Miguel G. Morales, uno de los documentales experimentales e independientes más celebrados del año.

Domingo, 29 de diciembre 2019, 07:35

Esta producción se encuentra en plena temporada de festivales, tras lograr el Gran Premio Ciudad de Lisboa al mejor largometraje en el Festival Indie de la capital portuguesa y estrenarse en España en el marco del Zinebi y el FICX Gijón.

De los nombres de las cabras tiene su punto de partida en el registro etnográfico del arqueólogo Luis Diego Cuscoy (1907-1987), donde se retrataba la forma de vida de la época en las islas, sobre todo en el ámbito agrícola y ganadero.

«Este proyecto nace del encargo que nos hacen desde la Dirección de Patrimonio Cultural para emprender un diálogo con el archivo fílmico, sonoro y fotográfico del arqueólogo Luis Diego Cuscoy, que empezaba a digitalizarse y a ver la luz en el año 2015. En un principio dijimos que no queríamos hacer una película sobre el arqueólogo y su circunstancia vital, pero al insistirnos, dimos el sí, pero preservando nuestra total libertad de reinterpretar el archivo para llevarlo a nuestros intereses autorales. La producción siempre fue pequeña por propio interés, queríamos salvaguardar la libertad de esta película para no desvirtuarla con otros intereses», explican sus autores a través de un cuestionario vía internet.

Desde un principio, reconocen, tuvieron claro que toda la película se elaboraría a través de material fílmico, fotográfico y sonoro de archivo. «Siempre tuvimos claro que sería compuesta con material de archivo, teniendo en cuenta además que Cuscoy nos regalaba más de veinte latas filmadas por él mismo que acababan de ser desveladas y por lo tanto eran inéditas. Queríamos hacer un uso del archivo que no se quedara solamente en el hecho histórico de éste, sino sumergirnos en esas otras capas que pueden tener las imágenes, esa descontextualización del archivo y cómo se pone al servicio del relato, de las ideas, de las preguntas que se lanzan, marca la extraña belleza de De los nombres de las cabras. Tras conseguir una de las primeras cinco ayudas a largometraje del Cabildo de Tenerife, nuestra mirada podía ser más ambiciosa en cuanto al acceso de diferentes fondos y archivos fílmicos en todo el mundo. Contamos con una persona experta en localización internacional de archivos fílmicos y nosotros mismos visitamos filmotecas, museos y archivos personales», aseguran los tinerfeños Silvia Navarro y Miguel G. Morales sobre un proceso de búsqueda de dos años.

Ese proceso de investigación fue determinante. «Quizás pocas personas han hecho la investigación que nos encomendamos. Visionamos todo lo rodado en Canarias o sobre Canarias que se conoce desde los orígenes del cine. Tanto películas de ficción, documental, noticiarios, vídeos industriales, fondos personales de cineastas amateurs, películas anónimas personales depositadas en Filmoteca Canaria...etctera. De hecho hay un matiz importante en la composición de la obra y es la yuxtaposición de imágenes filmadas con una determinada intención narrativa o mirada que pretende crear una idea sobre la islas y sus habitantes junto a imágenes de la vida de la gente, totalmente amateur. Esa mezcla de imágenes le da frescura a la narración, le aporta la multiplicidad de miradas sobre un espacio, sobre su realidad», desvelan los autores.

A medida que el visionado de ese ingente material avanzaba, reconocen que iban «tejiendo el discurso de la película». «Se iban complejizando a medida de los debates y conversaciones que el encuentro con el material nos evocaba. Fue un proceso enriquecedor del que aprendimos mucho sobre nuestra propia mirada», subrayan.

Llegaron a tener la certeza, aseguran, de que «determinadas imágenes estaban ahí esperándonos para ser halladas». «Otras tenían esa capa de misterio que nos invitaban a seleccionarlas para que floreciera su sentido en la sala de montaje. Teníamos intuiciones que luego encontraron su camino en el azar provocado y buscado del montaje. El cine es esencialmente selección y en esta obra es mucho más evidente esto por la versatilidad de los significados que da el material de archivo. Por un lado está lo voluble de las infinitas posibilidades de combinación que tiene un archivo sonoro o fílmico, y por otro lado, eso mismo hace que las decisiones de montaje deban tener un cierre preciso. Dejábamos respirar los procesos de montaje, que se realizaron entre Barcelona y Tenerife, para que las secuencias tuvieran su maduración. Finalmente la película se compone con más de 35 fondos fílmicos diversos de todo el mundo, una película, que de alguna manera, es alquimia de la imagen», aseguran.

Los cineastas reconocen que sí se les pasó por la cabeza filmar algún material en la actualidad, pero finalmente lo descartaron. «En algún momento de las conversaciones que tuvimos durante el proceso de escritura del guion surgió la tentación de rodar en 16 milímetros algunas imágenes, pero lo descartamos y decidimos profundizar aún más en las imágenes para intentar buscar esas miles de lecturas que puede tener cada una. En definitiva, depuramos nuestra mirada para leer esa otra lectura que algunas imágenes nos estaban intentando decir y no vimos en una primera mirada. Se podría decir que es una película en la que cada imagen, cada plano se ha filtrado varias veces para lograr su hueco, su sentido y su peso en el filme», puntualizan.

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