Chistera amanece con velas y rosas

Chistera, la emblemática sala de Manolo Vieira, ha amanecido hoy con velas y rosas en homenaje al cómico, fallecido este miércoles a los 73 años.

Una de las personas que ha dejado flores a las puertas de la sala ha sido Rosario Antón, que quiso mostrar así sus sentimientos tras la pérdida del humorista.

Fue en 1988 cuando el maestro abrió al público este local, donde llegó a hacer dos funciones diarias y que se llegó a convertir en una suerte de santuario del humor. Poco antes, en 1985, Vieira llegaba al mundo artístico tras tomar una decisión que le cambiaría la vida: dejar su trabajo de mañana para dedicarse a compatibilizar, en el mismo bar donde trabajaba de noche, las labores de camarero con las de humorista.

Apenas un año después, en 1986, abría su primera sala, y dos más después, en 1988, se lanzó a abrir Chistera, un local más amplio donde desarrollar su talento, que por esas fechas ya se había consolidado a nivel nacional, incluyendo una temporada de 18 meses consecutivos en el Florida Park en Madrid.

• Temas
• Manolo Vieira