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La vida es la suma de cosas pequeñas, de situaciones sin importancia aparente pero que con el paso del tiempo generan un todo trascendente. Solo los artistas con una visión certera y afilada son capaces de radiografiar de una manera eficaz esta realidad cotidiana y el dramaturgo, actor y director argentino Claudio Tolcachir figura entre ese selecto grupo. Así lo subraya el actor gallego Carlos Blanco, que forma parte del quinteto protagonista de 'Tercer cuerpo', montaje que este jueves, a partir de las 20.00 horas, se representa en una única función en el Centro Cultural de la Caja (Cicca), en la capital grancanaria, dentro del Festival Internacional Canarias Artes Escénicas 2023 (CAE). Repiten el sábado, a la misma hora y con todas las entradas agotadas, en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife.
«Se describe la vida tal cual es, con sus absurdos. La escritura de Claudio es inteligentísima, porque aparentemente no pasa nada. Los personajes charlan sobre nimiedades, sobre la comida, sobre cómo escribir una carta de pésame, pero todo sucede por debajo. Una persona me decía en Galicia, mi tierra, tras una función, que sí, que la obra era muy divertida pero que después daba para pensar mucho. Es algo habitual en las grandes comedias. 'El apartamento', de Billy Wilder, ¿qué cuenta? Se trata de un tipo que alquila su apartamento como nido de amor, pero por detrás cuenta la vida. La vida es la suma de nimiedades, de cosas muy pequeñas y sobre ellas se habla con fluidez e inteligencia en 'El tercer cuerpo'», apunta Carlos Blanco por teléfono mientras pasea por el barrio de Vegueta.
Subraya el veterano intérprete que este montaje está protagonizado por cinco perdedores, pero su realidad llega al espectador en clave de comedia. «Sí que son cinco perdedores, pero en clave de humor. La obra tiene mucho humor y un humor muy sutil. Hay que dejarle claro al público que se trata de una comedia. Una hora y cuarto muy entretenida y divertida, donde hablamos de nuestras miserias. Es muy raro que un espectador no se sienta identificado con alguno de los cinco protagonistas», destaca el intérprete.
La historia se desarrolla entre una oficina, la casa de una pareja, un bar y un consultorio médico, enclaves por los que transitan el quinteto de protagonistas a los que dan vida el mencionado Carlos Blanco junto a Natalia Verbeke, Carmen Ruiz, Nuria Herrero y Gerardo Otero. «Se trata de cinco seres humanos que conviven y apenas saben los unos de los otros. Conviven con sus mentiras, sus ocultaciones y las miserias cotidianas. Es muy tierno todo lo que sucede. Mi personaje y los demás me generan mucha ternura. Hay momentos para reír, para reír mucho. Pero también hay otros para enternecerse muchísimo. En apenas cinco minutos se pasa de una cosa a la otra con mucha inteligencia», avanza el actor.
En esta ficción, Carlos Blanco da vida a Héctor. Un personaje con el que tiene una conexión especial fruto de su propia existencia. «Mi Héctor es un personaje unidísimo a su madre y por circunstancias de la vida yo perdí a mi madre muy joven. La tengo muy presente todo el rato sobre el escenario. Es muy especial este trabajo, porque la tengo todo el rato conmigo gracias a Héctor, que también la ha perdido y habla mucho de ella. Es una obra que me produce muchas emociones a lo largo de cada una de las funciones», confiesa.
Su rol tiene el mismo objetivo que los otros cuatro personajes. «Su deseo es amar, lo mismo quequeremos como casi todos. Amamos, pero después se pierde la pasión y pasan muchas cosas. Todos deseamos amar y ser amados. Es el gran deseo del ser humano y de los cinco personajes del 'Tercer cuerpo'», señala el veterano intérprete mientras pasea por la capital grancanaria.
Carlos Blanco cuenta con una amplia trayectoria profesional sobre los escenarios y delante de la cámara, tanto para cine como para televisión. Y reconoce que estar a las órdenes del dramaturgo, actor y director de escena argentino Claudio Tolcachir ha sido un punto de inflexión. Un antes y un después.
«El señor Tolcachir es magistral. Tengo casi 40 años de oficio y nunca he encontrado a un director tan cariñoso con los actores. Te lleva de la mano de una forma inteligentísima. Te dice: 'Está muy bien lo que usted hace pero vamos a hacerlo de otra forma'. Te lleva por lugares que no has explorado y lo hace de la forma más dulce imaginable», destaca Blanco.
«He trabajado con grandes directores, desde Pedro Almodóvar hasta Robert Wilson, pero con nadie como con Claudio para que te lleve de la mano con amor. Es actor y se nota. Ama el oficio y se nota. Ama a los actores y se nota. Lo hace genialmente. Además es autor y te permite jugar con su propio texto, te invita a jugarlo y hacerlo tuyo. Eso te da una enorme libertad como director. Si me vuelve a llamar, me voy andando de Galicia hasta donde esté para volver a trabajar con él», asegura entre risas.
Carlos Blanco comenzará a rodar en junio una serie para Netflix y en los próximos meses se estrenará en Movistar+ la segunda temporada de 'Rapa', serie en la que debuta y en la que coincide con la actriz grancanaria Mónica López. «Me tocó hacer en la serie de un militar. De un almirante, algo que nunca me habían ofrecido y que me ha parecido muy interesante. Mónica es una actriz soberbia y generosísima. En la serie somos enemigos pero fuera unos grandes amigos. En los ocho meses de rodaje aprendió gallego, ahora me 'whatsappea' en gallego», resalta con admiración.
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