Una hora con la hermana de Shakespeare
El 23 de abril de 1616, una mujer, con unas cuantas cervezas encima, rompe su silencio y comienza a dar a conocer su verdad. Ella, cuyo nombre se desconoce, asegura ser la hermana del dramaturgo más famoso de todos los tiempos, William Shakespeare. Además, afirma que las obras del Bardo de Avon son suyas, ya que su hermano se limitó a tomar notas y a transcribirlas.
Este es el argumento de La mujer silenciada, un monólogo de ficción escrito por Manuel Molins, que la actriz Mari Carmen Sánchez protagoniza, dirigida por Víctor Formoso, los próximos días 14 y 15 de febrero, ambos a partir de las 20.30 horas, en la Sala Insular de Teatro (SIT) de la avenida Primero de Mayo de la capital grancanaria.
El actor y director grancanario llegó a este texto de Molins, el único que este autor tiene en castellano ya que escribe en valenciano, por una sugerencia de unos amigos. «Desde que lo leí, me encantó, porque pone el punto de mira en dar voz a todas esas mujeres que a lo largo de la historia no han podido desarrollar por su género su labor artística, científica y profesional. Han estado veladas y silenciadas, como deja claro el título del monólogo. La obra les pone voz mediante un recorrido por diferentes atmósferas. Se narra la historia de Shakespeare y se pasa del drama a la comedia constantemente, con un lenguaje lleno de descaro y muy coloquial», desvela.
A su lado, Mari Carmen Sánchez reconoce que desde la primera lectura se quedó fascinada con La mujer silenciada. «Me impresionó porque es mucho texto, pero lo hemos aligerado para intentar llegar a la esencia. Se trata de un regalo envenenado, porque el personaje pasa por muchas fases y lo hace en solo una hora. Ella cuenta toda su vida, pero con muchos guiños al espectador, porque todos conocemos quién fue Shakespeare. Habla desde muchos puntos de vista, pero predomina el suyo, por supuesto. El hecho de estar sola sobre el escenario, sin el arrope de otros compañeros, me dio mucho respeto al principio, pero ahora estoy encantada. He hecho algunos monólogos cómicos, pero nunca algo de esta talla», explica esta referencia de los escenarios isleños y habitual en producciones televisivas y cinematográficas nacionales, como las series El tiempo entre costuras y La casa de papel, entre otras, y largometrajes como Todos lo saben, del oscarizado director iraní Asghar Farhadi.
Ambos etiquetan La mujer silenciada como una «tragicomedia», que ha crecido a base de ensayos en los huecos que les deja la gira de El Eunuco, cuyo reparto integran. «Me ha venido genial este monólogo, porque andamos en otro proyecto que es comedia pura y dura. Esto es un cambio de registro absoluto, que me obliga a estar alerta y viva como actriz», subraya Sánchez.
Formoso apunta que este montaje supone «un enorme trabajo de desgaste físico» para su protagonista, a lo que Mari Carmen Sánchez, dice el director, le suma «un excelente trabajo interpretativo».
«Tiene una madurez aplastante sobre el escenario. No hay nada mejor para un director que pedir algo y que te lo den», argumenta.
La actriz reconoce que esta hermana de Shakespeare «no es fácil». «Es un personaje destruido. Se trata de una alcohólica, que habla en las brumas del alcohol», apunta. Esta adicción refrenda, esgrime Formoso, el precio que pagan los que «van contra la norma: Te conviertes en una marginada, acabas solo, porque eres la rara».