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Miércoles, 21 de febrero 2024
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El viejo satélite de teledetección ERS-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA por ss siglas en ingles) ha ingresado en la atmósfera este miércoles, cayendo las 17:17 horas sobre la región norte del océano Pacífico en un punto no facilitado entre Alaska y Hawaii. Así lo ha confirmado la ESA, que ha añadido que se han cumplido sus previsiones sobre la caída de este objeto cuyo peso cuando fue lanzado al espacio hace tres decenios era de 2.516 kilogramos (incluido el combustible).
La ESA publicó imágenes de la nave tomadas desde otros satélites cercanos en cuatro fechas cercanas -el 14 de enero, el 28 de enero, el 29 de enero y el 3 de febrero-, cuando el anticuado dispositivo todavía se encontraba a una altitud de más de 300 kilómetros. Según estaba previsto, al descender de los 80 kilómetros de altitud comenzaría su desintegración, informa Europa Press.
Lanzado sobre un cohete Ariane-4 desde el Centro Espacial Kourou en la Guayana Francesa el 21 de abril de 1995, el ERS-2 fue uno de los primeros satélites de observación de la Tierra de la ESA. Entre otras tareas, monitoreó masas de tierra, océanos, ríos, vegetación y las regiones polares utilizando sensores de luz visible y ultravioleta. Oficialmente cesó sus operaciones en septiembre de 2011.
La Agencia Espacial Europea aprobó su primera, 13 años después del lanzamiento del ERS-2. En 2011 decidió volver a entrar de manera pasiva y remota en los controles del satélite, a fin de iniciar una serie de 66 maniobras de desorbitación para reducir su distancia de giro desde los 785 kilómetros a 573 kilómetros. Con el combustible agotado y las baterías agotadas, ERS-2 finalmente sucumbió ahora a la creciente resistencia de la atmósfera terrestre a medida que nos acercamos al pico del ciclo solar actual.
Otras reentradas recientes de grandes artilugios lanzados al espacio desde la Tierra años atrás incluyen al satélite UARS en 2011, cuyo peso era de 6,5 toneladas, y al enorme propulsor Gran Marcha-5B que lanzó el módulo central de la Estación Espacial Tiangong de China a finales de 2022 (con un peso de 23 toneladas).
La compañía Intuitive Machines completó la inserción en la órbita lunar de su misión Odiseo el miércoles según lo previsto, dentro de una ventana de oportunidad para aterrizar en el polo sur de este satélite natural que finaliza este jueves, aunque la previsión oficial es que lo haga a las 22:49 horas. Es el segundo intento de retorno a la Luna por parte de Estados Unidos, de momento con misiones robóticas, tras una ausencia de medio siglo con la finalización del programa Apolo.
El 8 de enero pasado fue lanzado el módulo de aterrizaje Peregrine de la firma Astrobotic, pero la pérdida de combustible de la nave impidió que llegase a su destino, lo que estaba previsto para este viernes. Odiseo sí está teniendo éxito por ahora y se ha colocado en una órbita lunar circular de 92 kilómetros tras haber realizar un viaje de un millón de kilómetros desde la Tierra.
Este módulo de aterrizaje despegó el 15 de febrero en un cohete Falcon 9 de la empresa Space X, propiedad del magnate tecnológico Elon Musk, desde el Centro Espacial Kennedy. El vuelo lleva seis cargas útiles de la NASA, la agencia espacial estadounidense, que se centrarán en interacciones entre la columna y la superficie, entre el clima espacial y la superficie lunar, la radioastronomía, las tecnologías de aterrizaje de precisión y un nodo de comunicación y navegación para futuras tecnologías de navegación autónoma. Está previsto que todo el dispositivo esté en funcionamiento durante un día lunar, lo que equivale a 14 terrestres.
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