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El Primer Campo Profundo del Webb, con algunas de la galaxias más antiguas jamás vistas. foto: NASA, ESA, CSA y STSCI | Vídeo: Atlas
El James Webb fotografía el Universo de hace más de 13.000 millones de años
Ciencia | Astrofísica

El James Webb fotografía el Universo de hace más de 13.000 millones de años

Joe Biden ha presentado en la Casa Blanca una imagen del Cosmos como era solo 600 millones de años después del Big Bang

Luis Alfonso Gámez

Martes, 12 de julio 2022, 00:52

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Era la imagen más esperada. Y más desde que la NASA y la ESA anunciaron a principios de junio que hoy iban a hacer públicas varias fotos tomadas por el telescopio espacial James Webb, ya totalmente operativo. La primera se adelantó y la ha presentado pasada la medianoche -con más d euna hora de retraso sobre el horario previsto- Joe Biden en la Casa Blanca, una demostración más del extraordinario poder de la NASA y del convencimiento de la actual Administración estadounidense de la capacidad seductora de la ciencia y, en particular, de la astronomía. Al presidente le han acompañado en el acto la vicepresidenta Kamala Harris y Bill Nelson, administrador general de la agencia espacial. Sobre estas líneas tienen la imagen: el Universo como era solo 600 millones de años después del Big Bang.

Bautizada como el Primer Campo Profundo del Webb, corresponde a un cúmulo de galaxias llamado SMACS 0723. Se ven en ella miles de galaxias, incluidos los objetos más tenues jamás observados en el infrarrojo, y estamos hablando de una región del cielo del tamaño de un grano de arena sostenido a la distancia de un brazo extendido, ha explicado la NASA. Tomada con la cámara del infrarrojo cercano (NIRCam, por sus siglas en inglés), está compuesta de imágenes en diferentes longitudes de onda, con un total de 12,5 horas de exposición.

SMACS 0723 se ve como lucía hace unos 4.600 millones de años. Pero la masa combinada de este cúmulo de galaxias actúa como una lente gravitacional, magnificando galaxias mucho más distantes detrás de él. Es decir, mucho más viejas. Esas galaxias primitivas tienen estructuras diminutas y tenues que nunca antes habían sido vistas. «Podemos ver cosas que nadie ha visto antes. Podemos ir a lugares a los que nadie ha ido antes», ha dicho Biden, en «un día histórico». El director de la NASA, Bill Nelson, espera que el nuevo observatorio nos enseñe pronto el Universo de hace 13.500 millones de años, solo 300 millones de años después del Big Bang.

Las primeras imágenes del Webb habían circulado entre un puñado de expertos en el más estricto secreto, el necesario para rodearlas todavía de mayor expectación. Lo que he visto me ha conmovido, como científica, como ingeniera y como ser humano», dijo hace unos días Pam Melroy, administradora adjunta de la NASA. «Es realmente difícil no mirar el Universo bajo una nueva luz y no tener un momento profundamente personal. Es un momento emotivo cuando ves que la naturaleza libera de repente algunos de sus secretos, y me gustaría que te lo imaginaras y lo esperaras», coincidió Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la agencia espacial.

El presidente Biden en la Casa Blanca, durante la presentación de las primeras imágenes del James Webb. REUTERS

La NASA presentará hoy imágenes de la nebulosa de Carina, un vivero estelar; de la nebulosa del Anillo Sur o de los Ocho Estallidos; del Quinteto de Stephan, el primer grupo compacto de galaxias descubierto, en 1877; y el espectro de WASP-96 b, un planeta gigante situado a casi 1.150 años luz. «Cuando vi las imágenes por primera vez, de repente aprendí tres cosas sobre el Universo que no sabía. Me han dejado totalmente alucinado», ha dicho a AFP Dan Coe, astrónomo del Instituto Científico del Telescopio Espacial (STSI) y experto en el Universo primitivo.

El sucesor del Hubble

La mejor imagen que tenían hasta ahora los científicos del Universo primitivo es el llamado Campo Ultraprofundo del Hubble. Se ven en ella unas 10.000 galaxias, de las que 100 –las más pequeñas y más rojas– son las más distantes conocidas entonces, ya que existían cuando el Universo tenía solo 800 millones de años, mientras que las más grandes y mejor definidas datan de cuando tenía ya 13.000 millones de años. Para obtener esa vista, la Cámara Avanzada para Sondeos del Hubble hizo 800 exposiciones durante 400 órbitas, entre el 24 de septiembre de 2003 y el 16 de enero de 2004. El nuevo observatorio espacial lleva unas semanas operativo y ya ha echado un vistazo a lo más profundo y antiguo del Cosmos.

El telescopio James Webb es un proyecto dirigido por la NASA, en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la canadiense (CSA). Considerado el sucesor del Hubble, que lleva ya 32 años en órbita terrestre, es un observatorio de infrarrojos –una parte del espectro que le permite atravesar nubes de polvo y gas– y el instrumento astronómico más complejo de la Historia. Ha costado 9.600 millones de dólares, y su construcción, que empezó en 2004, exigió más de 40 millones de horas de trabajo a técnicos, ingenieros y científicos de catorce países, incluido España. Debe su nombre al segundo administrador general de la NASA, que lideró el proyecto Apolo.

Selfi del James Webb, con los 18 segmentos de su espejo primario ya alineados, a principios de marzo. NASA y STScI

El Webb tiene una masa de 6.200 kilos, su espejo primario mide 6,5 metros de diámetro y su escudo térmico –que mantiene los espejos e instrumentos a -233º C–, 21,2 metros de largo y 14,2 de ancho. Tiene que estar tan frío para detectar la radiación infrarroja de los objetos más distantes del Universo. Según los responsables de la misión, el blindaje térmico es el equivalente a un factor de protección solar de un millón e imprescindible para que el observatorio pueda detectar el equivalente al calor que desprendería un abejorro en la Luna.

El telescopio fue lanzado plegado en lo alto de un cohete Ariane 5 el 25 de diciembre desde el espaciopuerto europeo de Kurú, en la Guayana francesa. Durante el viaje de un mes hasta el segundo punto de Lagrange (L2), fue abriéndose poco a poco. L2 esta a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra hacia el exterior del Sistema Solar. Allí las atracciones gravitatorias del Sol y nuestro planeta hacen que un objeto permanezca estable respecto a la Tierra. Una semana después de llegar a su destino, el Webb fotografió el 2 de febrero sus primera estrella, de la que obtuvo 18 imágenes, una por cada uno de los segmentos de su espejo primario, que todavía no estaban alineados. Hoy, la NASA ha presentado en la Casa Blanca la primera imagen con valor científico.

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