30 de mayo de ayer, hoy y mañana
Y también el 30 de mayo es un día para felicitarnos por cómo somos, por nuestra solidaridad
CARMEN HERNÁNDEZ JORGE, ALCALDESA DE TELDE Y DIPUTADA EN EL PARLAMENTO DE CANARIAS
Lunes, 30 de mayo 2022, 02:00
El 30 de mayo se antoja un momento idóneo para plantear la necesidad de apostar por los contenidos canarios en los currículos educativos, con el fin de que nuestros niños y niñas se conviertan en personas que conozcan los rasgos que nos identifican como pueblo y constituyen nuestra identidad, que sepan de dónde venimos y cómo hemos llegado hasta aquí, y que pongan en valor un territorio y un patrimonio cultural que debemos conservar para el futuro.
La celebración de este Día de Canarias llega poco después de que el poco contenido que ahora mismo se ofrece en las aulas se tambaleara. Afortunadamente, la rápida reacción y presión social, y la cordura política se impusieron y el canarismo ganó una batalla, aunque quedó al descubierto una realidad en la que no siempre ponemos el foco: Canarias pasa de puntillas en las escuelas, casi sin hacer ruido.
El 30 de mayo celebramos el Día de Canarias, coincidiendo con el día en el que se realizó la primera sesión del Parlamento de Canarias, tras la aprobación de un Estatuto de Autonomía que alcanzaba niveles de autogobierno sin parangón desde la conquista del Archipiélago. Y esta fecha no es casual: fue elegida en recuerdo de la firma del Pacto de Catalayud, la rendición de Tenesor Semidán, Guanarteme de Gran Canaria, ante Fernando el Católico, el 30 de mayo de 1481.
Sin duda, hoy es un día para echar la vista atrás y celebrar todo lo que hemos conseguido como pueblo. Progresos económicos y sociales evidentes, un sistema sanitario y educativo que llega hasta el último rincón de las ocho islas, infraestructuras, universidades, aeropuertos... Hoy también es un día para celebrar lo que nos da la tierra en la que vivimos, con una riqueza paisajística y una biodiversidad irrepetibles, con más de 4.000 especies de flora y fauna endémica y con una red de espacios naturales envidiable. Una riqueza natural que el desarrollismo no puede poner en peligro, por supuesto.
Y también el 30 de mayo es un día para felicitarnos por cómo somos, por nuestra solidaridad, porque hemos demostrado ser un pueblo acogedor y sensible al drama de la inmigración, por nuestra diversidad, por ser un pueblo abierto a la vanguardia de los derechos sociales y convencido de que no podemos dejar a nadie atrás.
Pero me gustaría que hoy también sea un día para pensar en la Canarias que viene, en la que estamos construyendo. Una tierra en la que juntos y juntas somos más fuertes. Debemos construir alianzas para avanzar, escucharnos para entendernos y darle protagonismo al consenso a la hora de tomar decisiones. Y en esta Canarias, mujeres y hombres deben trabajar juntos, que es la única opción que tiene nuestra sociedad de desarrollar todo su potencial y progresar.
Y, sobre todo, debemos pensar y trabajar por una Canarias con el futuro que solo puede ofrecer una educación fortalecida y a la vanguardia.
Trabajemos por una educación que saque el máximo partido al nivel de descentralización con el que contamos. Tenemos que alcanzar niveles mucho más altos de equidad y calidad educativa, el éxito académico no puede venir determinado por la zona en la que alguien vive. Debemos primar la inversión en infraestructuras, la formación del profesorado, la apuesta por las universidades canarias y la innovación educativa. Esa es la fórmula catalizadora para el progreso del sistema educativo y, en consecuencia, del bienestar de toda la sociedad canaria en general.
Porque si no trabajamos también en estos objetivos, puede llegar el día en el que no tengamos nada que celebrar como pueblo. Así que, sí, la educación es la mayor garantía para mantener el significado del 30 de mayo.
