Recogen firmas en Manolo Millares para pedir mejor seguridad ciudadana

Vecinos y comerciantes de la céntrica calle Manolo Millares de Arrecife han decidido protagonizar esta semana una campaña de recogida de firmar, cansados de padecer episodios de inseguridad ciudadana, en buena medida por moradores del inmueble ocupado en el número 81, casi frente a un lateral del colegio La Destila. La campaña tiene en cuenta los robos y los actos intimidatorios que se han venido registrando en la zona en las últimas semanas; así como los últimos episodios violentos protagonizados por inquilinos de la casa ocupada, con lesionados por arma blanca, uno el jueves, con tres detenidos; y otro de madrugada el domingo, con un arrestado y con necesidad de trasladar de urgencia a un herido al Hospital Doctor José Molina Orosa.

Los promotores de la campaña tienen intención de entregar las firmas en el Ayuntamiento y en la Dirección Insular de la Administración General del Estado, a bien de que se refuerce en la zona la presencia de agentes de Policía Local y Policía Nacional. Además, se aspira a que se acelere el expediente judicial encaminado al desalojo del inmueble objeto de atención, para con ello permitir el tapiado definitivo, que no pudo acontecer meses atrás, a pesar del interés municipal, que permitió el cierre de una de los dos puertas exteriores de la casa.

En el documento redactado para recoger firmas de apoyo se tiene en cuenta que el comportamiento de las personas objeto de atención puede acarrear una notable pérdida de la buena imagen de la calle, «llevando a la ruina a los negocios existentes», así como forzar a que residentes e inversores se vean obligados a «limitar su libertad de movimiento, con el fin de salvaguardar su seguridad e integridad».

Cabe apreciar que la única vía de conexión que queda entre el 81 de Manolo Millares y la calle se ha quedado sin una hoja de la puerta, tras haber quedado la misma desmontada en la trifulca del jueves pasado, al parecer motivada por el robo de un teléfono portátil y por el impago de un dinero comprometido por morar en la casa. Esta hoja, con supervisión de varios agentes de la Policía Local, fue retirada en la mañana de ayer por personal municipal, ante el manifiesto riesgo de que cayera a la acera y pudiera provocar daños en algún transeúnte, según fuentes oficiales.

La casa hace largo tiempo que no está ocupada por la propiedad, que en el recinto guardaba muebles y enseres, que se han tenido que dar por perdidos. Y algún vecino no descarta que se esté empleando por alguna red dedicada a trasladar a ciudadanos africanos de modo irregular.