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José R. Sánchez López
Arrecife
Martes, 20 de febrero 2024, 22:46
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La actividad pesquera en 2023 en las aguas lanzaroteñas tuvo peores resultados que en los años previos, tanto a nivel productivo, como económico, según informe del Centro de Datos del Cabildo. Las ventas de las capturas permitieron ingresar algo menos de 4,66 millones de euros, en el marcado de un ejercicio donde de nuevo no hubo acuicultura.
Las capturas en conjunto alcanzaron un peso de algo menos de 1.267 toneladas, según la estimación calibrada por los técnicos cabildicios. La gran mayoría de la producción fue con género fresco, mientras que el material congelado concretó un reflejo testimonial, con un balance de media decena de toneladas apenas.
En ambos conceptos se alcanzaron cuentas incluso por debajo de los pobres registros de 2020, periodo en que la pandemia hizo estragos, a causa del ajuste muy a la baja en la demanda, circunstancia que obligó también a una reducción amplia de las salidas. Para poner en dimensión, hace cuatro años atrás la producción se elevó a cerca de 1.467 toneladas, en un primer año sin actividad de acuicultura a gran escala, permitiéndose ingresos por cerca de 4,72 millones de euros.
La principal diferencia entre el pasado año y 2020 radica en que el género se pudo colocar en el mercado a precios medios más altos en favor de los productores.
En el resumen centrado en la actividad pesquera durante 2023 se concreta que especialmente productiva fue la actividad con demersales, en los meses autorizados para la salida a faenar, pues se lograron capturas por valor de más de 2,85 millones de euros a través de este tipo de pesca, gracias a la venta de algo más de 532 toneladas de producción.
Esta vez no fue la actividad pelágica la punta de lanza en cuanto a ingresos, según las cuentas del Centro de Datos, toda vez que estos barcos de Lanzarote y La Graciosa vinculados con este sector se tuvieron que conformar con ingresos cifrados en 1,40 millones de euros, como consecuencia directa de una fuerte caída en las capturas. Se pudieron poner para el consumo poco más de 716.000 toneladas, casi la mitad de la producción total en 2022.
La parte opuesta se dio con las capturas de crustáceos y moluscos. En el plano plenamente productivo, en el primer apartado se certificó la venta de poco menos de 7,18 toneladas, con un valor en el mercado por abajo de 327.000 euros. En cuanto al segundo aspecto, la producción fue mayor, con un registro concreto de algo menos de 11 toneladas, si bien con precios ajustados que supusieron ingresos por un montante de menos de 77.500 euros.
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