Una permuta, una nueva solución para la obra inacabada de la Cruz Blanca
Marciano Acuña ha dado traslado de la propuesta del Cabildo a la Diócesis de Canarias, al no salir la el plan para construir una sede para Cáritas
José R. Sánchez López
Arrecife
Viernes, 16 de febrero 2024, 21:28
En febrero de 2023 se desplazó a la isla el obispo de Canarias, José Mazuelos, para dar cuenta de una iniciativa destinada a culminar en el barrio de Altavista la residencia de la Cruz Blanca, cuya primera piedra fue colocada en la primavera de 2009. Se dijo entonces, por altos cargos de Gobierno canario, Consistorio y Cabildo que se iba a poner en marcha una iniciativa dotada con 8 millones de euros, a bien de que Cáritas pudiera estrenar un gran espacio de uso social. Doce meses después, no obstante, nada se ha avanzado, según el actual titular de Bienestar Social de la primera Corporación, Marciano Acuña, al no haber constancia de las fichas financieras obligadas.
Como solución alternativa ya se está planteando la posibilidad de una permuta, con el objetivo de que el inmueble inacabado, sobre una amplia parcela de 3.000 metros cuadrados de superficie, pase a tener titularidad cabildicia. Ya se han mantenido reuniones al respecto, «y estamos a la espera de que ellos respondan», en versión de Acuña.
Se ha tenido que descartar la fórmula de la adquisición directa, por la sencilla razón de la Diócesis de Canarias debería para ello establecer trámites con el Vaticano, según se le ha dado a entender al Cabildo, aspecto que podría retrasar cualquier medida durante un extenso periodo.
Para la permuta se ha ofrecido la posibilidad de tener acceso a alguna pieza de suelo ahora de propiedad insular. Y también existe la posibilidad de «buscar cualquier propuesta que pueda interesar a Cáritas», según el consejero, quedando aquí abierta la posibilidad de incluso adquirir alguna parcela, para el posterior cambio por la estructura de la Cruz Blanca presente en un espacio estratégico de Altavista.
Uso sociosanitario
En caso de completarse con éxito la operación, la intención del gobierno cabildicio que preside Oswaldo Betancort pasaría por aprovechar el uso sociosanitario que tiene la parcela. Estaría por definir en qué términos, si bien a sabiendas de que en Lanzarote hay un déficit muy notable de plazas de asistencia, tanto a tiempo parcial, como a tiempo completo. En cualquier caso, podría aprovecharse buena parte de lo que se pudo llegar a edificar entre durante buena parte de 2009.
Cabe recordar que se llegó a proyectar una residencia para mayores, proyectada altruistamente por el arquitecto Martín Martín, para ser gestionada por la orden franciscana Cruz Blanca, con una capacidad para 80 usuarios residentes y 15 plazas en régimen diurno. Al paralizarse las obras, el inmueble se convirtió en un foco de conflicto, por servir de acomodo de personas sin hogar y ser un lugar muy frecuentad para el tráfico de drogas.
El proyecto inicial, caso de optarse por recuperar la propuesta como residencia, precisaría de ajustes, a tenor de los nuevos parámetros definidos por la Unión Europea (UE). Ya ha sido así con la residencia de Tahíche, con una nueva propuesta donde se ha dado un revisión de plazas a la baja.
