La reocupación de una casa en ruinas agudiza la tensión en Manolo Millares
Vecinos y comerciantes se plantean medidas de protestas, al servir de poco la campaña de recogida de firmas realizada en noviembre
JOSÉ R. SÁNCHEZ
Arrecife.
Viernes, 12 de febrero 2021, 00:00
La vida cotidiana en la céntrica calle Manolo Millares de Arrecife se ha vuelto a tensar en estos primeros días de febrero, fruto de la falta de sintonía entre los vecinos y comerciantes de la zona con los inquilinos que por decenas han tomado el inmueble del número 81. Hay quien está promoviendo realizar protestas para que las autoridades tomen medidas, ante el temor a que pedan producirse incidentes; visto que de poco sirvió la campaña de recogida de firmas hecha en noviembre, cuando varios de los usuarios de la polémica casa protagonizaron varios episodios violentos, incluido un incidente con un lesionado por arma blanca.
La campaña de hace tres meses sirvió para que a finales de noviembre tuviera lugar un efectivo operativo de la Policía Local, que permitió el desalojo del inmueble. No obstante, la actuación no se vio acompañada de implicación política y de ayuda judicial, con lo que no se tomaron medidas para tapiar el edificio, que tiene varias alturas. Como consecuencia, a los pocos días de nuevo fue tomada la casa por inquilinos ajenos a la propiedad, circunstancia que aún sigue.
Ya hubo un intento de tapiado hace meses, que si bien sirvió para clausurar una de las puertas, lo cierto es que no se pudo completar. Hubo que quitar los bloques colocados en la puerta que finalmente quedó sin tapiar, cuando los operarios municipales llevaban el trabajo avanzado.
Inseguridad y basura
Como en el otoño, los promotores de la posible movilización tienen intención de lograr la implicación del Ayuntamiento y de la Dirección Insular de la Administración General del Estado, para reforzar la presencia de Policía Local y Policía Nacional y lograr, además, que en el inmueble se sigan acumulando residuos. Se justifica la iniciativa en circunstancias que ya se daban en noviembre, aludiéndose al comportamiento de las personas objeto de atención, dadas al situaciones conflictivas, incluso a nivel sanitaria, con escaso uso de mascarillas y que son dadas a entrar en los locales sin respetar las restricciones sanitarias en vigor.
Hace tres meses se dijo de los inquilinos del 81 que pueden acarrear una notable pérdida de la buena imagen de la calle, «llevando a la ruina a los negocios existentes», así como forzar a que residentes e inversores se vean obligados a «limitar su libertad de movimiento, con el fin de salvaguardar su seguridad e integridad». Y poco ha cambiado
Por un fallecimiento, la polémica casa hace largo tiempo que no está ocupada por la propiedad, que en el recinto guardaba muebles y enseres, que se han tenido que dar por perdidos.
Como curiosidad añadida, en la calle El Daute, junto al colegio La Destila y a pocas decenas de metros del 81 de Manolo Millares, hay una vivienda desocupada desde hace tiempo que estuvo a poco de ser tomada por personas ajenas a la propiedad. Hubo intento de forzar puertas y ventanas, circunstancia que fue advertida por vecinos de la zona, que advirtieron a los dueños. Como reacción, de inmediato se procedió al tapiado, evitándose la ocupación.