«Lograré mi sueño con esta beca»
Agustín Suárez Cabrera pertenece a una familia de ocho hermanos y ha podido continuar sus estudios de Magisterio gracias a las ayudas de Nautilus Lanzarote y Rotary Club
Este joven estudiante lanzaroteño de 21 años sabe bien lo que vale el esfuerzo, y en su caso se siente agraciado de ver que podrá acabar sus estudios universitarios, sin agobios, gracias a la ayuda solidaria del Club de Rotarios de Lanzarote, y a la colaboración desinteresada de la empresa propietaria del complejo turístico Nautilus Lanzarote (4 estrellas), en Puerto del Carmen. Gracias a esta beca, que recibe por cuarto año consecutivo, Agustín Suárez acabará su último año de carrera, en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, se licenciará en Magisterio, en la rama de Educación Especial, y como él mismo dice, cumplirá su sueño de enseñar a niños y niñas con dificultades.
Agustín empezó sus estudios universitarios animado por su padres que, como bien recuerda, le dijeron que no dejara de intentarlo, a pesar de las enormes dificultades con que sabía que iba a encontrarse. Como miembro de una familia numerosa de ocho hermanos, en la que solamente él ha podido estudiar una carrera, Agustín estuvo a punto de tirar la toalla y abandonar los estudios en el primer año, ante la imposibilidad de costearme la estancia en Gran Canaria, la manutención y los viajes.
«Sin embargo, gracias a esta beca he podido continuar y seguir adelante», cuenta con enorme humildad y una sonrisa, después de que ayer los responsables del complejo turístico Nautilus y la mediación del Rotary Club Lanzarote, recibiera otro cheque de 3.000 euros con los que acabará este año la carrera.
En total, son 12.000 euros los que ha recibido para poder completar sus estudios universitarios fuera de la isla. Para ello ha logrado un brillante expediente académico, a base de sobresalientes y matrículas de honor, con el que ha demostrado el valor de su esfuerzo estudiantil.
Esta experiencia le ha ayudado no solo a labrarse un provenir, haciendo lo que le gusta, sino que le anima creer que podrá ayudar a su hermano más pequeño a que él también pueda estudiar una carrera.
Reconoce que las becas del Ministerio están mal planteadas, y aunque en tres ocasiones le han sido concedidas, explica que llegan tarde y no da tiempo a pagar el piso y otros gastos. No obstante, él esta satisfecho, pues ha logrado cumplir su sueño.