Las ayudas a la viña se ralentizan por el mal servicio de la sede electrónica

Lunes y martes, como en varias fechas de las dos semanas precedentes, apenas se pudieron gestionar documentos de viticultores interesados en recibir las ayudas a la viña de 2021. La explicación, sencilla, la mala calidad de la sede electrónica habilitada por el Gobierno de Canarias, según Nereida Pérez, gerente del Consejo Regulador de Denominación de Vinos de Lanzarote; que está provocando que el personal dispuesto para ayudar a los viticultores se tenga que pasar horas y horas de brazos cruzados. Se están aplazando citas.

Visto lo ya padecido y ante el temor a que la circunstancia se mantenga, ya se está valorando la opción de pedir al Ejecutivo que se amplíe el plazo establecido para la hacer gestiones, ante el temor de que no puedan quedar fuera documentos de alguno de los más de 1.200 viticultores que cada año optan a las ayudas. El tope está en el 3 de julio.

Además, también se va a reclamar la mejora urgente de la sede electrónica habilitada, al parecer vinculada a un operador ajeno al Ejecutivo, «porque no puede ser la imagen tercermundista que estamos dando», en versión de la gerente. A ello hay que agregar que no existe intención de alterar los protocolos establecidos, por seguridad sanitaria, con un máximo de media docena de viticultores cada hora presentes en las instalaciones del Consejo Regulador en San Bartolomé.

Como referencia sirva decir que en 2020 ya se trabajó con la dinámica de dar citas personalizadas presenciales. Bajo esta fórmula se tramitaron 1.202 peticiones, que afectaban a 1.545 hectáreas. En ambos conceptos se dieron valores por debajo de lo habitual en años previos, a causa de que afectó el estado de alarma. Y eso a pesar de que ya el pasado año desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, con Alicia Vanoostende de titular, se flexibilizaron las condiciones marcadas en un primer momento para concretar trámites.

También se optó por el método de las citas concertadas para tramitar reclamaciones de la campaña de 2019. Se tramitaron sobre 350, vinculadas con cerca de 450 hectáreas. Con respecto a la campaña del pasado año, estos días ya se están recogiendo las reclamaciones para que puedan valer documentos rechazados. Se esperan números parejos a los referidos a hace dos años.

Cabe recordar que este año las ayudas a la viña cuentan con una aportación de 2.200 euros para cada hectáreas asegurada; siendo la ayuda de 2.000 euros para cada hectárea sin asegurar. Dado que se confía en hacer trámites para más de 1.500 hectáreas, en liza hay para los viticultores un mínimo de 3 millones de euros.

El dinero se ingresará por fases. Una primera partida, ligada a la Unión Europea (UE), se pagará sobre mediados de 2022; mientras que la partida restante, a cargo de Estado y Gobierno de Canarias, deberá espera muy probablemente hasta 2023.

Como curiosidad añadida, en la próxima vendimia estival paree que habrá nada menos que 25 bodegas industriales dadas de alta. El año comenzó oficialmente con 21 entidades reconocidas, las mismas que ya hubo en la campaña de 2020. Las 4 referencias restantes, la mitad en Tinajo y las otras en Masdache y Arrecife; tienen los trámites en avanzado estado, de manera que es factible que puedan tener el registro en días. En el caso de la capital, será la primera bodega en suelo arrecifeño.