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La columna eruptiva del cono y el penacho de la colada al entrar en contacto con el mar. Involcan

El volcán alimenta las coladas que se dirigen al mar sin causar nuevos daños

La sismicidad ha bajado respecto a hace dos días, sobre todo a media profundidad. La llegada de una borrasca podría complicar la situación

Carmen Delia Aranda

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 13 de noviembre 2021, 01:00

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El volcán palmero apuntaló ayer su estabilidad en una jornada en la que no deparó ningún nuevo sobresalto a los habitantes del Valle de Aridane. Con un mínimo tremor -las vibraciones provocadas por la propia erupción- y una reducción en la cantidad y la energía de los terremotos, la lava parece haber encontrado su camino hacia el mar y fluye por las dos coladas que desembocan en la desaparecida playa de Los Guirres. Además, también están llegando aportes de material a la colada número 9, cuyo frente quedó a pocos metros del mar en Las Hoyas, en la fajana creada por el volcán San Juan en 1949. «Llevaba semanas parada a medio camino de llegar al mar», explicó el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, sobre este aporte que podría implicar una reactivación de ese frente. No obstante, el portavoz del comité técnico del Pevolca no pudo determinar si en las próximas horas se producirá un nuevo encuentro de la lava y el mar en esta zona. «Hemos visto la dificultad que tienen las coladas para alcanzar su salida al mar. Si hay alimentación, lo mejor es que llegue al mar para evitar el esponjamiento y más daños en propiedades», explicó.

Entre el jueves y el viernes, el crecimiento de las coladas se produjo en el borde sur del delta lávico, causando pocas afecciones, entre ellas la destrucción del chiringuito de Los Guirres. «Es una buena noticia que toda esa energía esté encontrando salida y no esté incrementando las alturas de las coladas», dijo Morcuende.

La llegada de la lava al mar ya se está apreciando con una «alta turbidez» en el borde costero del delta de hasta un kilómetro y no se descarta la aparición de peces muertos en los próximos días por la ingesta masiva de «hialoclastitas», un tipo de roca fragmentaria que se forma bajo el agua, informó la portavoz del comité científico, María José Blanco.

En cuanto a la meteorología, los alisios seguirán soplando hoy y la inversión térmica se mantendrá en altura, lo que favorecerá la dispersión de los gases y las operaciones en el aeropuerto de La Palma. Más inquietante es la posibilidad de que una borrasca llegue por el oeste del archipiélago a partir de mañana. No obstante, según Blanco, se desconoce a qué islas afectará. La caída de lluvia sobre las ceniza forma un lodo que puede taponar bajantes y alcantarillas, así como colapsar tejados. Además, las lluvias intensas pueden provocar un lahar, una destructiva avalancha de material lávico y agua.

Respecto a la sismicidad, Blanco señaló que bajó de forma acusada ayer, sobre todo los terremotos localizados en profundidades medias. En cuanto a los terremotos a gran profundidad, el miércoles se registraron 40; el jueves, 25 y este viernes, hasta las 14.00 horas, solo siete. «Estamos en una tendencia descendente, pero no hay que fijarse en los datos de un día o de dos, hay que mirar tendencias a largo plazo», recalcó.

Acerca de la calidad del aire en función del dióxido de azufre, los peores valores se registraron en Puntagorda y Los Llanos y oscilaron entre buenos y regulares. En cuanto a la concentración de partículas, Los Llanos registró los peores niveles que llegaron a ser desfavorables.

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