El volcán de La Palma se ha convertido en un aliciente para el sector turístico de la isla. Este verano las ocupaciones han rondado el 91% con complejos que han colgado el cartel de lleno.
La demanda, sobre todo de turismo nacional, ha sido fuerte y las cifras podrían haber sido incluso mejores si la isla no hubiera perdido el 25% de sus camas a consecuencia del volcán, como explica el presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Tedote, Óscar León.
Según explica, el volcán arrasó con un total de 1.000 camas turísticas en el valle y además ha dejado sin uso otras 4.000 en Puerto Naos, que era la zona turística por excelencia de la isla.
En La Palma hay actualmente 11.000 plazas turísticas
En total 5.000 plazas han desaparecido y reducido a 11.000 las que están actualmente operativas.
Al problema del déficit de camas turísticas que tiene hoy la isla se une el «bajón» que experimenta la isla del turismo alemán, que era uno de sus principales mercados. Como explica León, es verdad que el turismo nacional ha crecido pero el germano no acaba de remontar desde que estalló el volcán.
La Palma: un año de la erupción
En junio los turistas alemanes descendieron un 56% y en julio la caída fue de un 48%, algo que achacan a que los germanos eran fijos a las zonas de Todoque y Puerto Naos (sobre todo el hotel Meliá Sol La Palma), que son las más tocadas por el volcán, una porque la sepultó y otra porque está cerrada por la concentración de los gases. «Se ha roto su zona principal», indica.
El sector aboga por un plan para recuperar las camas perdidas
León considera que la isla tiene que trabajar para aprovecharse del volcán para minimizar todo el daño que ha causado.
Para empezar, León aboga por un «cambio urgente» en la legislación urbanística de cara a poder construir camas lo antes posible. «Con 11.000 camas el turismo no va a tirar», asegura el presidente del CIT Tedote, que dice que sin más plazas el turismo no será el revulsivo que se espera para la isla. A renglón seguido indica que el objetivo «no es llenar la isla de hoteles y camas sino recuperar lo perdido». «Para ello es necesario que lo faciliten», dice.
Asimismo, defiende un «plan global» de turismo para la isla, que cuente con el respaldo de todas las administraciones isleñas. «No podemos ir a ocurrencias o parches que se le ocurran a un ayuntamiento o al cabildo. Tenemos que aportar todos», indica León, que considera que las acciones prioritarias tienen que centrarse en la zona más afectada por el volcán.
El turismo no encuentra trabajadores, que prefieren recoger cenizas
El sector turístico de la isla de La Palma está en un atolladero. Tienen gran demanda de visitantes pero no encuentran mano de obra que quiera trabajar. La mayoría de los palmeros prefieren trabajar en las labores de recogida de ceniza, por lo que se está pagando un sueldo de 1.100 euros, de lunes a viernes y hasta las 15 horas. Los trabajadores foráneos tienen complicado ir a la isla por los problemas que hay de falta de vivienda y altos precios.
Un año de la erupción en La Palma
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