780 viviendas del sureste, las primeras de la isla en separar restos orgánicos
La consejera insular de Medio Ambiente conoció este miércoles in situ el proyecto de la mancomunidad, que lo retomó en enero tras pararlo con la pandemia
Los tres municipios del sureste, Agüimes, Santa Lucía de Tirajana e Ingenio, dan otro paso en su propósito de implantar en sus calles el quinto contenedor, el llamado contenedor marrón, para la recogida de los residuos orgánicos. Tras la suspensión provisional por la pandemia del proyecto piloto que para este fin había puesto en marcha la Mancomunidad del Sureste, sus gestores lo retomaron en enero pasado con una segunda fase en la que las familias o viviendas implicadas han subido a 780 y el número de barrios en los que se han distribuido los 200 contenedores de este servicio crece a 31 entre los 3 municipios.
Sus alcaldes, Óscar Hernández (Agüimes), Santiago Rodríguez (Santa Lucía) y Ana Hernández (Ingenio), acompañados de los respectivos concejales del área, recibieron este miércoles a la consejera insular de Medio Ambiente, Inés Jiménez, que acudió hasta la sede de la mancomunidad a conocer in situ los detalles del proyecto.
Jiménez, que vino con varios de los técnicos de su departamento, elogió el trabajo de estos municipios. «Son pioneros y referentes en el tratamiento de residuos, los únicos de Gran Canaria que tienen consolidado el quinto contenedor», subrayó. Los comparó con países nórdicos. «En España y en Canarias son un caso insólito de avanzadilla de lo que realmente tendríamos que hacer. Crean tendencia», dijo en presencia de los regidores municipales. En su nombre, el vicepresidente de la mancomunidad, Santiago Rodríguez, apuntó que la visita de Jiménez supone «un espaldarazo» a este trabajo, que «implica una inversión, pero también un esfuerzo educador, porque hay que ir a casa a casa para formar a las familias participantes».
El gerente de la mancomunidad, Rafael Sánchez, explicó ayer que se han invertido 400.000 euros en dos camiones y en los 200 contenedores, y 12.000 euros para contratar al equipo formador, compuesto por tres personas. La recogida en sí no supone un sobrecoste adicional en el servicio y la adquisición del material que se le suministra a las familias participantes ronda los 1.000 euros.
Aún es pronto para hacer balance, pero admitió que hay que seguir trabajando porque los resultados aún no son óptimos. Estos residuos se trasladan al Ecoparque Sur, que gestiona el Cabildo, donde son usados para elaborar un compost de alta calidad que se suministra de forma gratuita para agricultura y jardinería. «Basta que alguien se equivoque y meta un residuo impropio para que se malogre todo el compostaje».
Y avanzó que en cuanto opere el nuevo contrato de residuos, aún en trámites de salir a licitación, se extenderá a toda la población de los tres municipios el contenedor marrón. El pliego prevé un lote dedicado exclusivamente a la fracción orgánica, y la dotación del servicio con dos camiones el primer año y con cuatro el segundo.
Los participantes reciben un kit gratuito
La participación es voluntaria, explicaba este miércoles la mancomunidad en una nota. Los vecinos reciben un kit gratuito compuesto por un recipiente aireado para depositar los residuos, un lote de bolsas compostables y una tarjeta magnética para abrir el dispositivo electrónico del que están dotados los contenedores marrones. También reciben un folleto en el que se les recuerda cómo separar correctamente los restos orgánicos producidos en casa: pieles de frutas, espinas de pescado, plantas, cáscaras de huevo y servilletas