Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Usuarios y vecinos del campo de regatas de Pozo Izquierdo, en Santa Lucía de Tirajana, denuncian que el mar ha acabado dándoles la razón y ha sacado a la luz los puntos débiles que ellos ya vieron en el proyecto de remozamiento que Cabildo y Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana promovieron y ejecutaron recientemente en el litoral.
Un año después de acabadas las obras, las fuertes mareas de los últimos días volvieron a sorribar los bajos del tramo final de la rampa por la que bajan los windsurfistas y dejaron un escalón de considerable altura entre la infraestructura y la orilla en sí. Además, advierten de que por esa misma acción del mar ha quedado al desnudo la pared de la propia rampa.
Alejandro Hidalgo, presidente de la Asociación de Windsurfistas de Pozo Izquierdo (AWP), reitera la petición al Ayuntamiento para que recoloque los callaos de la orilla y evite que el mar destroce a la mínima la entrada de los deportistas en el campo de regatas. «Había una base bastante estable que fue removida y destruida por la acción de la maquinaria pesada durante las obras; nos dijeron que en cuanto acabasen, actuarían en la orilla, pero no lo han hecho y la prueba es que en cuanto el mar se pone un poco bravo, desarma toda esa entrada al campo de regatas».
Además, les solicita que rematen la obra del final de la rampa, una losa de hormigón visto bajo la que se cuela el mar en sus embates y que, según la época, convierte la bajada de los windsurfistas a la orilla en una operación de riesgo.
También insta a reponer la cartelería que regulaba los usos deportivos en esta bahía. Los windsurfistas se quejan de que se están metiendo a practicar kitesurf y windfoil, modalidades que son tan incompatibles que si se combinan pueden ser peligrosas.
Sus quejas coinciden con las de otros vecinos a los que les sirvió la última celebración del Mundial del Pozo Izquierdo, en julio pasado, para convencerse de sus críticas iniciales al proyecto. Como advirtieron, el graderío habilitado al norte no lo usó nadie y la gente se vio obligada a sentarse en las escaleras ante la falta de espacio.
También alertan de la «mala calidad» de los materiales, pues las barandillas ya acumulan herrumbre. O del riesgo que corren público y deportistas, que tienden a usar los «innecesarios taludes de teniques» ante la falta de pasos habilitados para el tránsito de personas.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.