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Juan Martel y Jesús Emiliano Rodríguez Calleja, con el libro y delante de la fachada de la iglesia de San Juan. C7
Rodríguez Calleja: «El Telde del siglo XVI era la Sevilla de Canarias»

Rodríguez Calleja: «El Telde del siglo XVI era la Sevilla de Canarias»

Nuevo libro ·

El Ayuntamiento publica un trabajo del historiador en el que se reproducen los 1.103 registros bautismales de San Juan entre 1503 y 1552

Miércoles, 22 de febrero 2023, 01:00

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Tenía industria, la del azúcar, con varios ingenios, contaba con dos puertos naturales, La Madera, hoy La Garita, y Gando, y era un ir y venir de mercaderes, muchos de procedencia europea. Estos y otros indicadores hacen que para el historiador Jesús Emiliano Rodríguez Calleja, el Telde de la primera mitad del siglo XVI pueda considerarse, a mucha menos escala y salvando todas las distancias, la pequeña Sevilla de Canarias.

Esa comparación no es gratuita. Es fruto del estudio que ha hecho Rodríguez Calleja de los primeros pobladores de aquel Telde inmediatamente posterior a la Conquista a través de los registros bautismales conservados en el Archivo Parroquial de San Juan, que figuran entre los más antiguos que se conservan en la isla, solo superados por los de la Catedral. En esas inscripciones se incluyen apuntes sobre oficios que dejan ver que «Telde contaba con una estructura laboral bien definida» y muy diversa que dan idea de su pujanza fruto de esa exposición al intercambio con los pueblos más desarrollados de la época.

Advierte de que aquellos dos puertos gozaban de una gran actividad comercial. «El azúcar se llevaba a Sevilla y de allí a Flandes, no existía un puerto como tal en lo que hoy es Las Palmas de Gran Canaria, y de este trasvase comercial llegaron importantes obras flamencas que se conservan en Telde». Además, añade que en aquella incipiente ciudad o villa, que debió ser «muy bulliciosa», había muchos mercaderes que ejercían de representantes de los grandes comerciantes de Flandes.

Las 1.103 referencias que se preservan del periodo comprendido entre 1503 y 1552 han sido reproducidas en un libro de muy cuidada edición, 'San Juan Bautista de Telde. Primeros registros bautismales 1503-1552', que se presenta mañana jueves en la Biblioteca Municipal Saulo Torón, en Arnao (Los Llanos), a partir de las 19.00 horas.

La tirada es de 500 ejemplares, la mayor parte de los cuales los ha financiado el Ayuntamiento, que usará esos libros como regalo institucional y para su puesta a disposición en bibliotecas y centros educativos. Otra parte ha sido sufragada por el autor, que la destinará a la venta.

Bautismos que abarcan lo que hoy es Telde y Valsequillo

Estos registros se corresponden con los bautismos de la población que vivía en toda la jurisdicción de la parroquia, que en aquella etapa abarcaba lo que actualmente son los municipios de Telde y de Valsequillo. Hasta 1802, cuando se creó la parroquia de San Miguel de Valsequillo, todos los vecinos de ese territorio tenían que bautizarse y casarse en San Juan.

El autor subraya que no es un índice, sino que reproduce íntegramente los registros, con sus fechas, los padres de los bautizados, los padrinos, los oficios y los curas. Se trata, en este sentido, de un libro de trabajo que tiene como principal objetivo facilitar el acceso a esas partidas bautismales sin necesidad de acudir a archivos ni de someterse a límites de tiempo y horarios; y contribuir también, de alguna manera, a la preservación de los documentos originales, aunque, dicho sea de paso, este material ya ha sido microfilmado. Es más, Rodríguez no solo ha copiado los registros tal cual, sino que los ha completado con datos que él ha podido recopilar fruto de su investigación en el archivo.

Aparte de la relación de las partidas propiamente dichas, en pequeñas fichas, que aparecen en la segunda parte del libro, la obra incluye preciosas láminas que reproducen, entre otras, una imagen de aquella primera pila de la iglesia de San Juan donde se celebraron todos esos bautizos, pila que ilustra, además, la portada de la publicación. Por cierto, ya no está en San Juan.

El curioso devenir de la pila que vino de Sevilla

La única parroquia entonces de Telde, allá por el siglo XVIII, se apuntó a la moda de tener una pila de mármol de Carrara y arrinconó esta de barro cocido cubierta de cerámica vidriada que vino de Sevilla a principios del siglo XVI (quedan 4 o 5 en Canarias). La puso en el patio exterior con agua para que bebieran las gallinas del cura (eso dicen al menos algunas fuentes) hasta que Valsequillo se quiso hacer parroquia en 1802, necesitaba una y se la compró a San Juan. Y allí sigue, en el templo de San Miguel.

También se publican imágenes de hojas originales del libro de bautismos, la bula papal de la creación de Obispado de Telde, la 'Coelestis Rex Regum', que data del 7 de noviembre de 1351, diferente documentación de las sinodales, en las que el obispo de turno especificaba cómo debía celebrarse este sacramento, las firmas originales de Leonardo Torriani y de Próspero Casola, y hasta una copia, a doble página, del mapa original que trazó de aquel Telde del siglo XVI el ingeniero italiano Torriani y que se conserva en la Universidad de Coimbra, en Portugal.

Arte llegado de Flandes

Entre las reproducciones figuran el tríptico de la Adoración de los Pastores y el retablo gótico flamenco del altar mayor, ambas piezas de incalculable valor artístico que forman parte del patrimonio de la iglesia de San Juan y que son otra prueba de aquella etapa boyante de Telde y de sus fuertes conexiones con los mercados europeos y, particularmente, con Flandes, considerada por muchos la Nueva York de aquella etapa.

«En estos registros podemos conocer a las primeras generaciones que formaron la ciudad de Telde y también de Valsequillo, especialmente en Tenteniguada, y recogen una gran variedad de oficios», aunque Rodríguez Calleja repara en que los más importantes son los que tienen relación con el cultivo y la transformación de la caña de azúcar, aquel primer gran monocultivo que dio de comer a Canarias y que las puso en el mapa.

«Hay maestros de azúcar, caldereros, cañavereros, pero también quienes hacían el trabajo duro de los ingenios, los esclavos», a los que se identifica como negritos. En las partidas también se dan datos sobre la procedencia, de ahí que aparezcan genoveses, flamencos y, sobre todo, portugueses.

Una fuente de estudio

Además, de esas partidas se infiere la existencia de una incipiente infraestructura para el auxilio social, reflejada en la presencia de cirujanos, alfaquíes (médicos) u hospitaleros, como los que operaban en San Pedro Mártir. También sirven estos registros para identificar los primeros apellidos de Telde, muchos de ellos toponímicos, que revelaban la procedencia real de los aquellos teldenses, como Aranda, Niebla, Castillo, Burgos, Zurita, Aguilar, Uceda, Zamora, Xerez, Jaraquemada o Vizcaíno.

Este libro nace, por tanto, con la vocación de ser una fuente de estudio por la que ya han mostrado interés decenas de investigadores. De hecho, de los 120 libros que Calleja pondrá a la venta, ya tiene reservados 90, en su mayoría de interesados residentes en América y en Tenerife.

«Telde no publicaba un libro desde hace más de 15 años»

Para el Ayuntamiento supone, además, su reencuentro con el mundo de la edición. Telde no publicaba un libro desde hace más de 15 años, según los cálculos del edil de Cultura, Juan Martel. «Estamos orgullosos de haber apostado por esta obra porque nos habla de los primeros pobladores de Telde y porque rescata y hace accesible la información recopilada durante años por este historiador, un trabajo impagable», y por el que, por cierto, no va a cobrar. Martel sabe que quedarían otras 12.000 partidas por difundir. «Ojalá se pueda dar continuidad a esta divulgación el próximo mandato».

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