Reabre el pabellón Juan Carlos Hernández 13 años después
Es una reforma, pero no lo parece. El pabellón Juan Carlos Hernández lució ayer como si fuera de estreno en la reapertura de sus puertas tras 13 años cerrado. Jinámar lo echaba de menos, de ahí que no faltaran a su reinauguración representantes de colectivos, estudiantes, vecinos de a pie y hasta el cura del pueblo. El lunes arrancan sus entrenos tres clubes.
Cerró en 2005. Era para una reforma de unos meses. Pero aquella obra tuvo más tropiezos que la construcción de El Escorial y dejó a las 18.000 personas que viven en Jinámar sin uno de sus buques insignia. Así ha estado 13 años, hasta que en este mandato el Ayuntamiento decidió apostar por el pabellón y propuso al Cabildo su inclusión en el Plan de Cooperación con los municipios. La corporación insular que preside Antonio Morales financió los trabajos, adjudicados por 511.000 euros, y el resultado se pudo ver ayer. Su reapertura no se la quiso perder ni siquiera Juan Carlos Hernández, el exatleta olímpico que le da nombre.
Morales, la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, y el consejero insular de Cooperación Institucional, Carmelo Ramírez, que presidieron el acto junto al deportista y descubrieron la placa conmemorativa, hicieron un recorrido por las renovadas instalaciones, que presenta destacadas mejoras en materia de accesibilidad. Por ejemplo, dispone de una plataforma de acceso más amplia, un espacio acondicionado en la grada para personas con movilidad reducida, baños adaptados y un ascensor. Tiene los últimos adelantos en ahorro y eficiencia energética y entre los detalles figura un cambiador de bebés en el baño masculino. En el exterior se rehabilitó la fachada y el vallado y se renovó suelo, canastas y porterías de las canchas, que podrán ser usadas de noche.
Morales no tuvo dudas de que el pabellón «supone un revulsivo social para Jinámar» en la medida en que «incide en la salud, la cohesión social y la integración» de sus habitantes. La alcaldesa, por su parte, habló de «un día de felicidad» por la reapertura de una infraestructura que tendrá «un impacto mayúsculo sobre la vida diaria de miles de personas».
Falta el apellido de la madre
El único pero lo puso el propio Morales, quien advirtió de que al nombre del pabellón, el primero en España que homenajea a un atleta paralímpico, le falta el apellido de la madre, Sosa. Fue una apostilla oportuna un día después de la movilización histórica del Día de la Mujer. Pero, además, el presidente calculó en 1.500 el número de usuarios que podría albergar el pabellón, aunque no será por ahora. Aun queda que lleguen las máquinas de la sala de musculación, subvencionadas por el Cabildo con 50.000 euros. Mientras tanto, el lunes arranca la actividad con escuelas de deporte base del Rocasa en balonmano, el Tara en baloncesto y el Telprom en fútbol sala. Otros colectivos del barrio darán más actividades.
La alcaldesa también tuvo el detalle de mencionar que fue Alejandro Ramos, del PSOE y edil de Obras en la primera fase del mandato, el que dio el primer impulso al proyecto. Luego lo acabó Eloy Santana, de NC.