Un informe advierte de la corrosión del metal en El Drago y La Mirada
patrimonio artístico ·
El estudio recomienda limpiezas periódicas de las dos esculturas de Sergio Gil. El Ayuntamiento ha tenido fondos, pero no los ha ejecutado hasta ahoraUn informe técnico remitido hace dos años y medio a la Concejalía de Parques y Jardines, que coordina el edil Álvaro Monzón, advierte de que la corrosión del metal del que están hechas las esculturas El Drago y La Mirada, una en La Garita y otra en Bocabarranco, puede acelerarse por la acción del cloro que procede de la sal marina, muy abundante en el entorno en el que están ubicadas, cerca de la costa, y por las costras de óxido que ya pueden atisbarse sobre la superficie de ambas piezas.
El especialista, que hizo estas observaciones tras una visita a las dos obras, añade también el impacto negativo que les procuran las frecuentes defecaciones de las aves, que en el caso de El Drago se acumulan en montículos, y el de las más o menos abundantes calimas de polvo sahariano que sufren las islas.
«Se deposita y forma masas que se humedecen con el rocío de la noche o la escasa lluvia que cae y rellena los inevitables intersticios en las uniones de las piezas que quedaron tras su montaje», algunas de las cuales, precisa, «actúan como arriostres para compensar la acción del viento», de ahí que deban estar limpias y despejadas.
Necesidad de limpiezas periódicas
Dado este diagnóstico, el dictamen técnico plantea la necesidad de ejecutar una limpieza de ambas esculturas, las dos de acero corten y realizadas por Sergio Gil, y planificar un programa de mantenimiento periódico que garantice su seguridad. Hay que tener en cuenta que El Drago, de 22 metros de altura y 320 toneladas de peso, se ubica en una trama urbana de intenso tráfico, en plena Avenida del Cabildo, entre La Mareta y La Garita.
Mientras que la Mirada se encuentra justo en la entrada sur del centro comercial Las Terrazas. Ni El Drago, instalado en 2003, ni La Mirada, en 2007, han sido objeto hasta ahora de ninguna actuación para prevenir su degradación.
Chorros de agua a ultra-alta presión
La propuesta del técnico es muy parecida para ambas esculturas, para cuya limpieza recomienda la aplicación de chorros de agua a ultra-alta presión, para lo que insta a utilizar una lanza especial en contacto directo con las superficies y evitar las proyecciones.
Hecho eso, plantea una inspección visual de los posibles defectos que puedan existir ya en las uniones soldadas y en los elementos expuestos a la fatiga por el empuje del viento y por la corrosión. Y en el caso de que se detecten anomalías, arreglarlas.
Esta actuación exigirá, en ambos casos, el vallado de las rotondas en las que están, el cierre temporal de carriles de tráfico y la instalación de un complejo y espectacular andamiaje, que servirá de base para la intervención de los operarios. Además, en el caso de El Drago habrá que retirar la arena volcánica que lo cubre y la cama plástica que lo sostiene, si fuera necesario.
La ejecución de ambas limpiezas implicará una inversión de 119.800 euros, de los que 76.800 euros se destinarían a El Drago y 43.000, a La Mirada. En ambos casos se precisarían de 20 días laborables de trabajo.
El caso es que el Ayuntamiento ya previó arreglarlas en el marco de la llamada Operación Petra. En 2021 se reservaron casi 300.000 euros para una encomienda de gestión a Gestel, la empresa municipal de Cultura, que iba a ser la encargada de gestionar la acometida de los trabajos. Pero aquel intento se frustró y el tiempo sigue jugando en contra de estas dos esculturas, dos iconos del patrimonio artístico y urbano de Telde y de Gran Canaria que están faltos de cuidados.
Un contrato específico para esculturas a partir de 2023
El edil de Parques y Jardines, Álvaro Monzón, subraya que ambas esculturas están en la agenda del gobierno local. «Me preocupan y las vamos a limpiar y a atender en el marco de un contrato específico para el mantenimiento de las esculturas y las fuentes que saldrá a concurso en 2023».
Reconoce que el año pasado se reservó una partida para su restauración y que se le iba a hacer una encomienda a Gestel, pero que «al final no salió adelante por problemas de índole administrativo». Con todo, subraya que no hay ningún informe técnico municipal ni externo que alerte de un peligro estructural en ambas piezas, de ahí que «no exista una urgencia que impida esperar a sacar el nuevo contrato».
Explica Monzón que el año que viene vencerán el contrato de Parques y Jardines y también el de las fuentes, de ahí que el propósito municipal pasa por licitarlos en tres grandes lotes: parques y zonas verdes; parques infantiles y mobiliario urbano (pérgolas, bancos...); y fuentes y esculturas o monumentos. Este último tendría un coste anual de 600.000 euros. «Estamos en las actuaciones previas para elaborar los pliegos», avanza.
El concejal recuerda que en este mandato se ha hecho un esfuerzo por cuidar de este patrimonio artístico y que, de hecho, ya se han rehabilitado 22 de las 152 esculturas existentes. «Tanto las valoramos que les vamos a crear un servicio específico».