Huelga, completa e indefinida, de los trabajadores de la carretera de Melenara
El personal de Petrecan que está llevando a cabo el ensanche de esta vía paralizará los trabajos el lunes al acumular entre dos y tres meses de retrasos en el cobro de sus nóminas
«Hasta aquí», han dicho los trabajadores de Petrecan que están llevando a cabo las obras del ensanche de la carretera de Melenara. El personal de esta empresa, filial de Santana Cazorla, se encuentra en una situación límite al acumular retrasos en el cobro de sus salarios que oscilan entre los dos y tres meses. «De 112 nóminas en abril solo se han saldado 20, y ninguna de mayo ni junio», desvela José Francisco Sosa, el presidente del comité de la entidad. Se refiere a todo el personal de esta compañía, puesto los que están desarrollando el proyecto en la costa teldense, una mejora en la conectividad por la que el municipio llevaba 40 años esperando, son nueve operarios, que afirman estar desesperados.
«Hay quienes no tienen ni para la gasolina, otros han tenido que vender bienes personales para alimentar a sus hijos y luego están los que van sobreviviendo gracias a préstamos de familiares», explica uno de los trabajadores afectados. «La situación es dramática, aquí han roto a llorar hombres como castillos», amplía Sosa.
Y por ello se han visto obligados a dar un paso más. Hace casi tres meses llevaron a cabo un parón de las dos primeras horas de cada jornada que exhibían en la misma obra. Una protesta que concluyeron con el cobro de unas pocas nóminas y muchas promesas por parte de Petrecan. Sin embargo, viendo el escaso resultado obtenido han decidido convocar una nueva huelga, pero esta vez de ocho horas (la jornada completa) que desembocará en la paralización total de los trabajos. «Ya se lo hemos comunicado a la empresa y ahora estamos esperando la respuesta de la Delegación del Gobierno para manifestarnos el próximo lunes en las oficinas de Petrecan, en Maspalomas», explica el representante del personal.
Este parón, que los empleados mantendrán hasta percibir los pagos adeudados y que realizarán en casa -y no en los puestos de trabajo como en la anterior protesta-, se traducirá en inevitables retrasos en la ejecución de una obra calificada como vital por el grupo de Gobierno. Los trabajos, que hasta ahora avanzaban incluso mejor de lo previsto, tenían un plazo de ejecución de cinco meses y ya se encuentran próximos a la rotonda de Melenara, por lo que se calculaba que podían estar concluidos a finales de verano.