Dibujo, pintura e imaginación para descubrir los árboles singulares canarios

En este curso escolar tan atípico por culpa de la pandemia que acaba, la Concejalía de Medioambiente ha redoblado esfuerzos para seguir acercándose a los escolares con charlas, iniciativas y actividades que potencien entre los más jóvenes el interés por lo natural, la conciencia sobre la importancia del cuidado del medioambiente y el aprendizaje sobre la flora autóctona. «Es una pena que solo hayamos podido alcanzar al 50% de los centros y alumnos debido a las restricciones, pero somos optimistas de que pronto volveremos a recuperar al máximo número de niños posible», asevera el edil del área Álvaro Monzón.

Por ello, dentro de todas estas dificultades, destaca el éxito logrado en el proyecto de educación ambiental llevado a cabo por La Escuela Verde titulado 'Conozcamos nuestros árboles canarios: singulares y emblemáticos'. En el mismo, compuesto por una serie de charlas, participaron 13 colegios de infantil y primaria y un instituto. En total, 14 centros y 1.500 estudiantes. «El trabajo de la concejalía se centró en los árboles y en los bosques, en la importancia que juegan en nuestras vidas, ciudades y ecosistemas», relata Monzón. Pero fue en el concurso de dibujo, enmarcado dentro de este plan, donde los alumnos más dejaron volar su imaginación con la entrega de 535 pequeñas obras de arte.

Y tres obtuvieron premio de la mano de las principales autoridades políticas de la ciudad. Así, el vicealcalde de Telde -aún alcalde en el acto de entrega de los galardones-, Héctor Suárez, junto a los concejales de Medioambiente, Cultura y Educación, Álvaro Monzón, Juan Martel y Juan Francisco Artiles, respectivamente, hicieron entrega de los diplomas a los tres finalistas de este concurso, procedentes de los centros, Hilda Zudán, El Goro y Doctor Gregorio Chil y Naranjo, y cuyos dibujos se titulan: 'Quien planta un árbol, planta un corazón', 'Mi tierra de drago' y 'El almendro de los pájaros'. Unos trabajos que han sido destacados por su creatividad y originalidad, los tonos de luz empleados en los colores, los trazos y líneas en el dibujo, la técnica y los materiales empleados, la limpieza, el esmero y los detalles añadidos a la obra y, sobre todo, el mensaje que ha querido trasladar el joven estudiante de acuerdo con la temática propuesta.

«El trabajo que ha realizado el profesorado y los padres de los menores durante este año es encomiable y se refleja también en este resultado. Les felicito por haber sabido enseñar a gestionar a los más pequeños los sentimientos y situaciones que hemos vivido en este año. Además, es destacable que de esas emociones se desprenda un mayor compromiso con el medioambiente que se transmite a través de estas imágenes», destacó Suárez. Unas palabras de elogio a las que se sumó Monzón por la «pasión por el cuidado del medioambiente» que demostraron los estudiantes durante la actividad y que demuestra que la sostenibilidad del planeta está a buen recaudo con jóvenes como ellos.