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Juan Cecchini, de típico y con su timple . C7
Música tradicional

Suena una folía en la Universidad de Luisiana

Un canario residente en EE UU, Juan Cecchini, dedica su tesis de licenciatura al canto regional | Acabó tocando una con un timple junto a su hermano Marcos

Gaumet Florido

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 30 de abril 2023, 01:00

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No todos los días se le dedica una tesis a la folía canaria, y menos aún a 7.000 kilómetros de Gran Canaria, en la Universidad Estatal de Luisiana. El mérito, y la osadía, es, cómo no, de un canario, Juan Cecchini Neketan, un estudiante de Musicología de 22 años que se plantó ante el tribunal y les tocó y cantó incluso una pieza vestido de típico canario.

Fue hace apenas unos días y profesorado y público quedaron encantados. Juan no estuvo solo. Se ayudó de un timple y de la voz y el canto de su único hermano, Marcos, también músico, en cuyo currículum figura nada más y nada menos que la dirección de la Banda de Música de la Universidad de Harvard.

A ambos les delata el apellido, y su bonhomía. Son la rama norteamericana, por parte de su madre, de una estirpe muy conocida, la saga pastelera más prestigiosa de Gran Canaria, aquella que fundaron Marcos Neketan y Margarita Sanz, tristemente fallecidos a finales de 2022, con apenas unos días de diferencia. El padre de ambos, por su parte, también es español, nacido en Asturias, aunque hijo de una norteamericana de Luisiana.

Aprendió a tocar el timple con El Colorao

Juan llamó 'Folías', sin más, a la pieza que interpretó, en la que las dos primeras coplas fueron populares, mientras que la última fue de composición propia. Y es que esa fue una de las características que Juan destacó en su tesis de licenciatura, que la folía canaria es bastante libre y versátil, pues hay casi tantos tipos como intérpretes, aunque lo más habitual, apunta, es que la estrofa siga la forma ABAB.

Nació en Gran Canaria, pero con apenas un año de vida su familia se fue a vivir a este estado norteamericano, donde aún reside y donde, pese al tiempo transcurrido, aún mantiene el acento de sus raíces. Fue, de hecho, en Canarias, donde aprendió a tocar el timple, de la mano, curiosamente, de Domingo Rodríguez el Colorao. «Fue en un verano, con solo 8 años y en Ingenio; aprendí el rasgueo, el punteo y los acordes», recuerda Juan, que apunta que el curso se lo consiguió uno de sus tíos, José Antonio Neketan, periodista aunque con sangre y alma de músico.

Explica Juan que se decidió a hacer la tesis sobre la folía porque le gusta y porque así aprovechaba para saber algo más de este canto, que llegó a las islas procedente de la península con el proceso colonizador tras la conquista, antes incluso que las isas y las malagueñas, y que ha desarrollado ciertas peculiaridades, como, por ejemplo, según destaca Cecchini, las modulaciones, es decir, la alternancia entre los tonos mayor y menor.

Jugaba en casa, porque aparte del interés académico, es un entusiasta de la música tradicional, y no solo de la canaria, de la que tiene como referentes a Yeray Rodríguez o a Los Gofiones, sino también de la de Luisiana, como la zydeco, que, por lo que cuenta, goza de menos salud que la folía. Cada vez se oye menos.

«Sentí orgullo de ser canario y por mi familia»

«Sentí orgullo de canario y por mi familia, porque pude hablar de una tradición de mis raíces españolas», se confiesa Juan, que leyó su tesis ante tres profesores de la llamada Escuela de Honores. Acabó entre aplausos. Y es que la música, que cantó en español, no pide saber idiomas. Basta sentirla, no es necesario entenderla.

Cumplida esta fase, Juan Cecchini ya ha acabado la licenciatura. Ahora le toca ir a por el máster, pero en su haber quedará para siempre haber hecho de la folía una materia de tesis en Luisiana.

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