Repsol ve prorrogado su permiso de exploración geotérmica en Gran Canaria
La Dirección General de Industria del Gobierno canario amplía un año el permiso Lisa sobre 466 kilómetros cuadrados de siete municipios
La Dirección General de Industria del Gobierno de Canarias ha concedido la prórroga durante otro año del permiso de exploración geotérmica en Gran Canaria que la compañía Repsol tiene desde el 18 de noviembre de 2021 y que había solicitado el pasado 18 de octubre. La resolución es firme y ya se ha notificado a la multinacional española.
El permiso de exploración que se prorroga, denominado Lisa, es sobre 466 kilómetros cuadrados de superficie repartidos entre siete municipios. Son el equivalente a 1.386 cuadrículas mineras que están situadas en La Aldea de San Nicolás, Tejeda, Mogán, San Bartolomé de Tirajana, Santa Lucía de Tirajana, Agüimes e Ingenio.
La superficie incluida en el permiso corresponde a la franja central, de costa a costa, dejando fuera la mayor parte del norte y la cornisa sur.
Los trabajos que Repsol lleva a cabo desde hace un año y a los que dará continuidad son superficiales, sin perforaciones, y no entrañan ninguna alteración sustancial de la configuración del terreno incluido.
De ellos se encargan geólogos expertos de la compañía, que ha contratado a un experto islandés en la materia, junto con especialistas de Geología de Terrenos Volcánicos (Geovol) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ULPGC).
Durante el primer año, en el que tenía previsto invertir dos millones de euros, se tomaron muestras de rocas del tamaño de un puño en distintos puntos de la superficie incluida en el permiso de exploración, muestras que han sido analizadas en laboratorios para, junto a otros indicadores y factores, determinar si el calor del subsuelo de esta isla volcánica es suficiente para la generación eléctrica.
Focalizar esfuerzos en menos extensión
En el segundo año de exploración en busca de bolsas de calor en el subsuelo de la isla Repsol continuará con los trabajos que ya ha acometido y que consisten en realizar diferentes tipos de análisis para conocer parámetros físicos y propiedades geológicas a través de métodos indirectos.
De esta manera la multinacional española podría evaluar el potencial recurso geotérmico de Gran Canaria y reducir la incertidumbre. El objetivo es ir acotando, si es posible, las posibles áreas de estudio para focalizar esfuerzos en menos extensión de la isla.