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Para evitar que pueda repetirse lo sucedido en el interior de los dos viaductos del barranco de Guiniguada, donde en junio de 2022 se encontraron desplomados los tendones que ayudan a su estabilidad sin que se sepa cuándo se vinieron abajo, la Consejería de Obras Públicas del Cabildo ha abierto un concurso para contratar la inspección de todas las estructuras de las carreteras de la isla, tanto de la red propia como de la delegada y transferida por el Gobierno de Canarias.
Como anunció su titular, Augusto Hidalgo, en una visita a los citados viaductos de la circunvalación a la capital (GC-3), el objetivo de este nuevo contrato de conservación viaria es conocer el estado real de cada estructura para verificar que es capaz de cumplir su finalidad con un nivel de seguridad aceptable.
Las estructuras incluidas son viaductos, puentes y pasarelas peatonales, falsos túneles y túneles, pasos inferiores y superiores, marcos, pontones, tajeas y alcantarillas (no se incluyen los caños), bóvedas y muros de cualquier tipología y materiales, salvo los muros de gravedad de hormigón en masa y mampostería hormigonada de altura inferior a 5 metros.
La empresa que resulte adjudicataria hará un inventario exhaustivo de todas las estructuras con una descripción detallada de su tipología, dimensiones y componentes, redactará un plan de mantenimiento y llevará a cabo inspecciones principales y rutinarias para evaluar su estado.
Las inspecciones principales serán realizadas por técnicos especialistas en estructuras, de forma sistemática y rigurosa, mediante la observación detallada de los elementos visibles, pudiendo requerir medios auxiliares, para evaluar cualitativa y cuantitativamente los deterioros observados y cuantificar el estado de conservación.
De aquellas estructuras que obtengan las peores notas, esos técnicos redactarán el correspondiente informe de evaluación describiendo su estado y los daños observados, informe que incluirá un dictamen en relación a la durabilidad y seguridad estructural de la misma y la definición y valoración preliminar de las actuaciones necesarias.
El pliego del concurso define las inspecciones básicas o rutinarias como aquellas realizadas por personal no necesariamente especializado en patología de estructuras que se realizan de forma continuada, con intervalos cortos del orden de medio a un año, para la detección precoz de patologías, evitando que progresen a daños más graves o activando la necesidad de una reparación urgente si su gravedad lo requiere.
El contrato, con un presupuesto de 2,22 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses, no incluye la realización de trabajos de reparación y mantenimiento de estructuras, pero sí el diagnóstico y las recomendaciones sobre las actuaciones a realizar en cada una en base a la inspección realizada.
Prevé, asimismo, que en función de los resultados de las campañas de inspección principal, el director del contrato seleccione las estructuras que deban ser objeto de intervención.
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