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Su sonrisa, su ilusión y el rico olor de los dulces que elabora, pero que no puede comer por la diabetes que padece, inundaron la avenida Ansite del Cruce de Arinaga en esta 20 edición de la Feria del Sureste. Lidubina Sánchez, propietaria de la Pastelería Ina's cake, ubicada en El Carrizal, tiene 31 años y a pesar de tener una enfermedad que le impide consumir azúcar con regularidad, asegura entre queques, tartas de queso y bolitas de coco que su gran pasión es «hacer postres para vender con mucha alegría».
Lleva tres años participando en esta feria y asegura que le hace «muy feliz poder participar en este evento en el que se palpa unión, comunidad y todo tipo de artesanía».
Dos casetas más arriba, animando a todos los asistentes a probar Jeribilla, un vino de tuno indio elaborado por su novio y su suegro, se encuentra Ivonne Hernández. Con su desparpajo llama la atención de todos los viandantes que quedan atónitos ante el sabor de esta bebida. El nacimiento de Jeribilla nace de un experimento fallido de su suegro, Esteban Santana. «Un día mi suegro empezó a practicar con tuno indio y salió una bebida que no nos gustó. La dejamos reposar unos días y cuando se la dimos a probar a algunos vecinos comprobamos que estaba buenísima. Fue una grandísima sorpresa».
Como su historia, el nombre de este vino tan particular surge de querer honrar la memoria de una persona fallecida. «Mi suegro tenía un amigo que era propietario de una tienda que se llamaba Jeribilla. El señor murió y le pedimos a su familia llamar de la misma forma al vino en su honor y aceptaron. Por eso esta bebida es tan única y especial».
En la caseta número 41 de Santa Lucía estará, como cada día de estas tres jornadas de feria, Manuel López con sus obras de arte. A sus 69 años, es la única persona en la isla que elabora maquetas a base de madera, pintura y cola y asegura que este trabajo «le hace muy feliz». Bajo la sombra de su puesto lucen más de 30 iglesias a las que no les falta detalle. Para él son todas especiales pero recuerda con especial ilusión la primera que vendió: «cuando me compraron la primera maqueta que hice, que fue la Iglesia de Agüimes, tuve que darme la vuelta porque se me soltaron las lágrimas. Le vas cogiendo cariño a lo que haces que cuando te desprendes de ello sientes que se te va una parte de ti», confiesa emocionado.
Malú Muñoz comparte nombre propio con la marca de joyas y bisutería que le «ha dado años de vida», como ella misma indica. Pero sus joyas no son unos complementos cualquiera, la artesana de Agüimes elabora collares, pendientes y pulseras a base de plástico reciclado. «Hacer este tipo de bisutería es complicado. Primero tengo que buscar las botellas, limpiarla y moldearlas con fuego y con mucha paciencia. Puedo pasarme entre 10 o 12 horas diarias», asegura. A pesar de sentirse «muy cómoda» trabajando con este tipo de material, Malú está empezando a trabajar con las chapas de los refrescos para «dar un paso más allá en su marca. Con las chapas puedo hacer carteras o pulseras. Me lo tomo como un entretenimiento dentro de mi trabajo».
Un escaparate de muñecas bien ataviadas, peinadas y relucientes robaban las miradas de muchos de los transeúntes que se acercaban a la feria. Escondida en la parte de atrás y asegurándose de que no le faltaban detalle alguno estaba Emilia García, vecina de Santa Lucía, y quién lleva desde la cuarentena originada por el covid-19, diseñando vestidos elegantes y vistosos para estas muñecas de casi un metro de altura.
«La pandemia me abrió un mundo que desconocía, empecé poco a poco y hoy tengo casi treinta muñecas arregladas por mí, a la venta. Nunca pensé que iba a llegar hasta aquí», comentaba Emilia, mientras atendía a dos jóvenes que miraban curiosas a «sus hijas», como las llama ella.
Los alcaldes de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía de Tirajana, municipios protagonistas de esta feria organizada por la Mancomunidad del Sureste tendrán un papel poco visto y que servirá para que amplien sus currículums, ya que serán pinches de chefs reconocidos de la comarca.
Ayer sábado, Óscar Hernández, regidor de Agüimes cambió la chaqueta y la corbata por el delantal y deleitó a los presentes con unas ricas carajacas, acompañado y bien instruido por el chef del restaurante San Antón.
La cocina, las ventas, los juegos tradiciones y la música seguirán vigentes este domingo en la feria del Sureste. De 10.00 a 15.00 horas los puestos continuarán activos con lo mejor de la artesanía y productos agroalimentarios de la comarca.
De 11.00 a 14.00 horas se podrá disfrutar de los mejores sabores del Sureste en el rincón gastronómico por excelencia de esta feria.
El público infantil podrá disfrutar de los espectáculos de Teatro Cancionero Isleño, 'El show de Borondona' y 'Ay qué rico', en tres sesiones de una hora que comenzarán a las 11.30 y está previsto que finalicen a las 14.30 horas. Como no podía ser de otra manera, los juegos tradiciones también tienen cabida en esta feria de la mano de La Revoliá, a partir de las 11.00 horas.
La plaza Primero de Mayo será un escenario activo este domingo donde artistas como Yeray Rodríguez y Conciencia Urbana (11.00 horas) Los Gofiones (12.30 horas) y Kilombo Improvisado (14.00 horas) amenizarán a los presentes.
A las 12.00 horas tendrá lugar uno de los momentos más esperados de la feria. Tres artesanos, uno de cada municipio, recibirá un reconocimiento en honor a su empeño, dedicación y esfuerzo.
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