Las queseras reivindican su liderazgo en el mundo rural
La Mancomunidad del Norte de Gran Canaria abre el debate sobre el papel de la mujer en las explotaciones ganaderas y fincas en el primer Foro de Queseras de Canarias
Fagagesto, donde se elaboran algunos de los mejores quesos de las islas, fue escenario este jueves del primer Foro de las Mujeres de Queseras de Canarias, un encuentro que se enmarca dentro de la Universidad del Queso que impulsa la Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte.
Más de veinte mujeres, queseras todas, debatieron en torno a un producto que siempre ha pasado por sus manos, aunque durante mucho tiempo su papel en este proceso artesanal fue silenciado por un sistema machista, donde ellos –maridos, padres, hermanos– ponían el nombre y eran titulares de la explotaciones ganaderas y de las fincas.
Pero también en el mundo rural los tiempos han cambiado. Y este foro es prueba de ello.
Aunque la mesa inaugural estuvo copada por cargos masculinos: el director general de Ganadería del Gobierno de Canarias, Andrés Díaz; el representante del Cabildo de Gran Canaria, Diego Ojeda; el presidente de la Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte, Sergio Nuez; y el concejal de Desarrollo Socioeconómico, Agricultura, Ganadería y Pesca, Comercio y Empleo de Gáldar, Agustín Martín.
Por contra, las mujeres lideran el asociacionismo en esta parcela del sector primario.
María del Carmen Pérez, quesera y presidenta de la Asociación de Queseros en Gran Canaria (Asoquegran), asegura que «los tiempos han cambiado, hay un antes y un después para la mujer. Cada vez se visualiza más su papel en las queserías».
Pero todavía quedan muchos retos por delante. «Hay que seguir empoderando a las mujeres, que se vean cada vez más», de tal manera que tengan su lugar, «aunque estén con su pareja o con su marido, que tengan su lugar en el mundo rural».
A su vez, Dunia Moreno, quesera y veterinaria, es un claro exponente de que la mujer hoy en día, también en las zonas rurales, está formada y capacitada. En su opinión, desde hace unos años las cosas están cambiando, visibilizándose el papel de la mujer.
«Ya no es solo una mujer que se dedica a hacer queso, sino que también comercializa el queso», forma parte del proceso de elaboración pero también del aspecto económico.
Además, sentirse valoradas como profesionales es importante. «Ellas creen que están haciendo un queso para aprovechar la leche que tienen y venderlo; pero también son amas de casa, son agricultoras, son queseras, y, aparte, son comercializadoras, y la cara del producto final que llega al consumidor»
Aún con todo, «queda mucho que enseñar, para que el consumidor vea y aprecie que detrás del producto siempre hay una mujer, no solo está el hombre con el ganado y la mujer con el queso», sino que es un trabajo global.
Y, recuerda Moreno, son las propias mujeres las que «deben creerse lo que están haciendo».
