El parque de atracciones de la Villa de Teror

A raíz de la pandemia, la necesidad de salir a respirar aire puro y descubrir nuevos lugares ha provocado una profiferación de senderistas. Y Teror se ha convertido en cita obligada. Un total de 17,5 kilómetros se han rehabilitado o recuperado en Teror y el tramo más popular, sin duda, es el del barranco de El Álamo, conocido por el de las escaleras. Desde su apertura en plena pandemia, a comienzos de 2021, se estima que han podido pasar por su cauce unas 200.000 personas, con una ruta circular, con salida y llegada desde la plaza del Pino, de 6 kilómetros.

Poco tiempo después, se siguió recuperando este cauce para llegar hasta Arbejales. Otros 5 kilómetros más pasando por cascadas y zonas de álamos y laurisilva espectaculares, para pasar por unos lavaderos de la época y por uno de los puentes más antiguos de la isla, el puente de Arbejales. La Junquera también es otro de los lugares de paso es este nuevo tramo acondicionado, ruta de enlace de la gente que venía a Teror desde Santa Brígida, Pino Santo, San Mateo y alrededores. Esta rehabilitación también ha incrementado el conocimiento histórico de los distintos lugares.

Ampliar

La Caldera de Pino Santo ha sido otro de los recursos regenerados para la práctica del senderismo por su espectacularidad. Dos kilómetros atraviesan su cresta, con unas vistas impresionantes de medianías y ciudad.

El barranco Barbuzano, en la zona también de El Álamo, y Los Morales ha sido otra de las sensaciones de este último año. Se trata de un barranquillo estrecho, de 2 kilómetros con paredes altas, lleno de laurales y álamos. Debido a lo estrecho de su cauce y para evitar aglomeraciones, su acceso está restringido. Para poder acceder hay que solicitar permiso de visita en la oficina de Turismo de la Villa de Teror.

Y en esta fase de continuar ampliando la red de senderos de Teror, hace unos días se ha recuperado un sendero espectacular ubicado en la zona de Lomontero. Se trata de un camino que transcurre por una arista y que ofrece unas vistas impresionantes tanto para la zona de cumbre, como de medianías y costa. Ofrece multitud de posibilidades de conexión, ya que se encuentra en el famoso camino del Talayón, Cruz de la Hoya Alta, donde también los visitantes pueden desviarse hacia La Agujerada, Arbejales o el propio barranco de El Álamo. Es conocido como Risco Negro y La Vuelta del Corral. Este tramo en concreto dispone de un recorrido de 2,5 kilómetros, que se aconseja que si se va en familia se haga en sentido descendente.

La zona de Cuesta Falcón, El Muñigal, Los Escaramujos, Las Abejas, Peñón Chiquito, El Hornillo, barranco de Teror pasando por el Puente del Molino, el más antiguo de la isla, o Guanchía son otros de los lugares recuperados en los últimos años y que suponen un auténtico parque de atracciones para los amantes de la naturaleza. La cercanía actual con la ciudad con la mejora de las carreteras, y lo atractivo de estos nuevos recursos recuperados, hacen que Teror deje huella.

Otra de las funciones a lo largo de año es poder conservar esos caminos en condiciones para que el disfrute de todos y para ello se aprovechan las carreras Aguas de Teror Trail-Desafío de los Picos y El Álamo Race para el desbroce de los senderos.

Este último tramo por Risco Negro se incluirá en el trazado de la próxima edición de El Álamo Race, carrera que se celebrará el próximo 29 de abril, a partir de las 17.30 horas, en el barrio terorense y cuyo plazo de inscripción continúa abierto. Los lugareños llaman a esta zona de distintas maneras, aunque otra denominación es el tramo de Los Manantiales, desde Montaña Valerio y el Mermejal.

Teror sigue enseñando sus entrañas de la mejor manera.