Más molinos y también más basura en el sureste
Tres años hace que Cabildo y Mancomunidad anunciaron una limpieza en fincas abandonadas | Mientras, surgen más vertederos | El nuevo compromiso es para el segundo semestre de 2023
La comarca del sureste fue durante lustros un mar de invernaderos, pero el declive de la agricultura y la competencia del sector turístico los fue secando poco a poco mientras Agüimes, Ingenio y Santa Lucía de Tirajana se convertían en punta de lanza de la apuesta por las energías renovables. Así fue como, al tiempo que el paisaje se llenaba de molinos, una alfombra de todo tipo de basura y plásticos deshilachados cubrió la tierra que antes producía vida.
El tránsito por algunos de los ahora infrautilizados caminos agrícolas supone adentrarse en un entorno de decrepitud y decadencia que, para colmo, ha atraído como abejas a un panal a los desaprensivos que gustan de desprenderse de sus residuos allí donde no les ven y al aire libre. Hay puntos en los alrededores de Pozo Izquierdo, en Santa Lucía de Tirajana, convertidos en auténticos vertederos. Restos de invernaderos conviven con neveras y sillones abandonados y con otro clásico, escombros de obra.
Las fincas son privadas y la responsabilidad, por tanto, sería de sus propietarios, pero dado el daño que este panorama ya está causando a la imagen de la comarca y de la propia isla, Cabildo y Mancomunidad del Sureste se han propuesto intervenir. El problema es que del último compromiso de acción se acumulan tres largos años de retraso.
247 hectáreas de invernaderos abandonados
Mientras tanto, el paisaje y el medio ambiente se siguen deteriorando y Gran Canaria sigue regalando a sus turistas una fea estampa de bienvenida, visible desde el avión. El 95% de los invernaderos abandonados, unas 247 hectáreas, se encuentran en el área de servidumbre aeronáutica y son fácilmente visibles desde el aire en el momento del aterrizaje de los aviones en el aeropuerto de Gando.
La presidenta de la mancomunidad, Ana Hernández, asegura que los técnicos trabajan para sacar adelante el expediente cuanto antes y ejecutarlo a lo largo del segundo semestre de 2023. La fórmula de intervención escogida es la de sacar a concurso un plan de limpieza al que concurrirían los propietarios que quisieran acogerse, que luego serían seleccionados en función de los criterios que se recojan en unas bases.
El Cabildo tiene reservada ya una partida de 1,8 millones de euros, pero quedarían la firma de un convenio entre la Consejería insular de Empleo y la Mancomunidad del Sureste y la publicación de las bases, cuya redacción ya está en marcha. La idea pasa por destinar los 1,8 millones de euros a contratar al mayor número de desempleados posibles por un periodo de al menos 6 meses.
Para conseguir destinar la mayor parte del presupuesto a la contratación de personal, los tres ayuntamientos de la mancomunidad han decidido encargarse de la maquinaria. La previsión es que se pueda acabar de una tacada con todos esos residuos, pero mientras más tardan, más crecen las montañas de basura y más se deteriora la imagen del sureste.