Una mirada a un cuarto de siglo de Felipe Juan
Exposición ·
Una muestra en el Elder resume 25 años de la trayectoria del artista grancanario
Le conocen como el pintor de la luz y no es casualidad. La sala que alberga la exposición conmemorativa que ha montado Felipe Juan en el Museo Elder, en la capital grancanaria, desprende la misma energía positiva que este artista se propone transmitir en sus obras.
'Miradas de un cuarto de siglo' es un canto a la luz y a su color de referencia, el amarillo. Pero es también una muestra escogida de la trayectoria pictórica de este incombustible del arte, que ha reunido una selección de las 22 colecciones de su serie de proyectos multidisciplinares.
Esta exposición viene acompañada de la edición de un libro, del mismo título, en el que el autor repasa estos 22 trabajos desarrollados en los últimos 25 años y en el que se muestran 22 piezas y un poema correspondiente y alusivo. Es un fiel reflejo del espíritu de estas colecciones, en las que se embarcó Felipe Juan a partir de 2002.
El artista, de Valleseco, se autolanzaba el reto de experimentar y tratar durante un tiempo y desde distintas perspectivas una determinada temática, que luego presentaba ante su público enriquecida con textos líricos de su propia cosecha o fruto de colaboraciones de escritores y poetas amigos. Las materias objeto de su particular mirada han sido variadas, desde la flor de loto a las mariposas o los faros.
«Me siento contento y satisfecho por ver el recorrido de aquella primera semilla que planté hace muchos años», se confiesa Felipe Juan. Eso es lo que experimenta cuando se observa en mitad de una sala que esboza su trayectoria, 25 años de esfuerzos y compromiso por esta apuesta de hacer del arte uno de los motores de su vida.
De los óleos sobre lienzo a los acrílicos sobre madera
La selección de piezas que conforman la exposición tienen además la virtud de regalar al espectador la oportunidad de contemplar en una sola sala el testimonio empírico de la evolución de este prolífico creador, de aquellas primeras composiciones en óleo sobre lienzo y un tanto más figurativas, a las últimas, en acrílico sobre madera y en las que prevalece una interpretación bastante más subjetiva y personal, aunque sin llegar a la abstracción.
Felipe Juan dice que busca pintar la alegría, la buena energía, y a fe que lo ha conseguido. Solo basta con conocer algunas de las sensaciones que despierta. «Cuando me pongo delante de uno de sus cuadros siento cómo ilumina mi alma, cómo juega con mi niño interior...», apunta el escritor Manuel Díaz, uno de los autores que prologa el libro que acompaña a la muestra. Aún podrá visitarla. Estará abierta toda esta semana. Este miércoles y este jueves, de 09.00 a 19.30 horas, y del viernes al domingo, de 10.00 a 20.00 horas. Tanto las obras como el libro conmemorativo están a la venta.
Pero Felipe Juan no para. Ya trabaja en sus dos nuevos proyectos. Uno de la serie dedicada a los municipios canarios, dedicada a Teror y que se expondrá en el marco de las fiestas del Pino. Y otra de sus multidisciplinares, que tendrá a la familia como temática y que se estrenará en Valleseco en octubre y en Telde en noviembre.
