Tres Palmas y la mano de pintura que no llega
El barrio del Cono Sur espera que el pleno de este martes apruebe el convenio firmado entre el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo para la reparación de las fachadas de sus inmuebles, que no han sido pintadas y reparadas desde su fundación en 1974.
Una vieja chapa atornillada sobre el muro de piedra que da acceso al barrio de Tres Palmas recuerda la conciencia colectiva del lugar. «Diez años de trabajo voluntario, ¡cuida el barrio!», expresa este viejo letrero que en su momento conmemoraba el décimo aniversario de la fundación de la urbanización el 8 de abril de 1974.
Desde entonces, los bloques de Tres Palmas esperan por una mano de pintura que podría llegar si mañana el pleno extraordinario del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria da luz verde a la firma del acuerdo entre la corporación municipal y el Consorcio de Viviendas de Gran Canaria, ente del Cabildo de Gran Canaria, para la reparación de las fachadas. Esta colaboración entre instituciones, mediante la cual el gobierno de la isla cargará con 365.785,92 euros sobre los 492.244,15 euros presupuestados, nace de los fondos del Fdcan correspondientes a la isla.
Los vecinos esperan que cristalice y se ejecute un acuerdo que podría poner en marcha la ejecución de dichas reparaciones, con plazo de inicio en el mes de septiembre, y que supondrían unos diez meses de trabajo.
Y con estas reformas se cerraría un periodo de 44 años sin un lavado de cara al exterior de los edificios. Algunos de ellos vestidos con mallas protectoras para salvaguardar la integridad física de los transeúntes dada la cantidad de desprendimientos que algunos balcones y muros padecen por la inevitable erosión del paso del tiempo.
El del pleno puede ser el momento en el que culmine un proceso largo. Firmado hace meses el acuerdo entre instituciones, la falta de determinada documentación por parte del Ayuntamiento no ha permitido que el Cabildo ordene la transferencia necesaria para comenzar los trabajos en la zona.
Juan Samper, portavoz de la cooperativa vecinal, espero que por fin quede resuelto el asunto en el pleno del martes. Toda vez que la reforma está integrada en las cuentas del Fdcan, un proyecto que se inició en 2016 y que si no se ejecuta antes de 2019 será dinero perdido. «Estas fachadas necesitan una reparación urgente. Algunos bloques se han pintado en alguna ocasión porque los vecinos han hecho un esfuerzo y han pagado de su bolsillo esa reparación. Ahora, como los muros ya están viejos y son muy finos, tenemos muchísimos problemas con las humedades. Se filtra agua cada vez que llueve desde arriba y ese es un problema muy grande», indica.
Este representante vecinal ha sido testigo de los proyectos fallidos que se han dado en el barrio. «La primera vez que se dotó de presupuesto para la reforma de las fachadas fue en 2005. Pepa Luzardo era la alcaldesa de la ciudad. Incluso estuvo en el barrio presentándolo, pero al final nunca se hizo nada. Y después de ella los otros alcaldes que han venido detrás lo mismo. Y aquí seguimos», sintetiza.
Tres Palmas nació como resultado de un proceso colaborativo en 1974. Desde entonces es el impulso de los vecinos el que le ha dado vida. Ellos gestionan los pagos comunes con los ingresos que perciben del alquiler de los locales del pequeño centro comercial que está instalado, y construido por ellos, en el corazón del barrio. Allí están establecidos un supermercado, un gimnasio o un bar.
Entre otras pretensiones esperan que el futuro les permita una mayor conectividad, como ramales de salida por otra carretera que la única que ahora mismo sirve de entrada y salida del barrio, y que está prevista en el Plan General de la ciudad. Pero para eso esperan al futuro, por el momento quedarían satisfechos con la reparación de fachadas.
