El soterramiento de Belén María pegará una mordida provisional al recinto portuario

Las obras de soterramiento de la autovía GC-1 a su paso por la rotonda de Belén María, que serán visibles en el mes de septiembre, comenzarán con una mordida provisional al recinto del Puerto de La Luz y de Las Palmas. Así lo explicó ayer el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, al señalar que los trabajos no impedirán el nivel de servicio que ofrece en la actualidad la glorieta.

«Hemos planteado, desde el inicio, que en esta obra, que es compleja, no vamos a permitir, o más bien se va a plantear que los carriles existentes tanto de acceso al Puerto, como de salida, se mantenga durante la ejecución de la obra», indicó el consejero en respuestas a preguntas de los periodistas, «es decir, no hay una pérdida de capacidad durante la ejecución de la obra. ¿Cómo? Pues trasladando esos carriles, ganando espacio al Puerto de La Luz y de Las Palmas».

Rodríguez destacó la voluntad de colaboración mostrada por la Autoridad Portuaria en este proyecto que trata de mejorar la circulación en uno de los puntos negros del tráfico de Las Palmas de Gran Canaria.

La solución planteada es hundir la autovía a la altura de la calle Gordillo -en el entorno del castillo de La Luz- y pasar dos carriles de circulación bajo la rotonda de Belén María, en la entrada y salida de la urbanización El Sebadal. Estas dos vías estarán en superficie hasta la altura de la confluencia de las calles Juan Domínguez Pérez y Juan Rejón.

En la superficie de la glorieta, en cambio, se quedan dos carriles para encauzar hacia El Sebadal o La Isleta el tráfico que viene de la GC-1; o para dar salida a los vehículos que van en dirección sur desde la urbanización industrial, el barrio o el Puerto de La Luz y de Las Palmas. La ordenación se completa con un carril directo de entrada al recinto portuario desde la GC-1. Esta vía no entra en la rotonda, de modo que cualquier atasco en su interior no tendría que provocar retenciones en el acceso al Puerto.

«Es una obra que tenemos que pensar bien, planificar bien previamente antes de que empiecen a verse los tractores», indicó Rodríguez, «es una obra que vamos a ejecutar de manera lo más eficiente posible porque somos conscientes de que afecta a la actividad del Puerto de La Luz y de Las Palmas, del Sebadal y también del populoso barrio de La Isleta».

Aunque el inicio formal de la obra ya se produjo hace semanas, con la firma del acta de replanteo, los tractores no se verán hasta septiembre.

Lo primero que acometerán es el desmontaje de la actual rotonda -la escultura que recuerda a Belén María, la niña que murió atropellada en 1980 en una manifestación de trabajadores portuarios- y luego ya comenzarán los desvíos provisionales de tráfico.

Aquí es donde se plantea el traslado de carriles de tráfico ganando espacio a costa del espacio que tiene el Puerto de La Luz y de Las Palmas.

«No vamos a perder capacidad en la vía», insistió el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, «va a haber molestias, eso es indiscutible, pero vamos a intentar que sean las menores posibles».

La obra tiene una duración de 29 meses, con lo que la nueva la glorieta no estará lista hasta fines de 2026 o principios de 2027. La actuación requiere de una inversión total de 27,22 millones de euros. Las adjudicatarias son Desarrollos e Iniciativas Canarias, Obras Públicas Canarias, AMC Construcciones y Contratas 2014 y Tecnología de la Construcción y Obras Públicas.